La generación servo-mecánica
de las
redes sociales
Me conecto luego existo
María
Eugenia Cisneros Araujo
EL ATLANTISCOPIO
La mañana en que el tío Ramón Enrique inventó el atlantiscopio, su cara se
llenó con la mayor sonrisa que una persona pueda mostrar.
-¡Es mi mejor invento! –decía, mientras saltaba y chocaba los talones antes
de caer.
-Quiero verlo –le pedí y de inmediato me llevó hasta su taller.
Allí, encima de una mesa, estaba una cosa que parecía un submarino acostado
sobre un piano sin teclas. Una hélice pegada en la parte posterior giraba sin
interrupción y hacía un ruido de ventilador oxidado.
-Y, ¿para qué sirve? –pregunté.
El tío se me quedó viendo y, sin perder su sonrisa, dijo:
-No sé, pero como me divertí más que nunca haciéndolo, me parece que es mi
mejor invento.
Armando José Sequera. Espantarle la tristeza a la gente
Los medios y la tecnología convirtieron al mundo en una
aldea global. Es la imagen que utiliza McLuhan para mostrar como la sociedad
vive la globalización mediante los medios. Como individuos y colectivo se está
implicado con toda la humanidad. Esta sociedad red se ha interiorizado en los
individuos y el colectivo al punto que singular y grupalmente se participa en
las consecuencias de los actos realizados en cualquier sociedad distinta a la
nuestra. El compromiso y la participación son cada vez mayores en los hechos
ocurridos en la humanidad.
McLuhan afirma que el ser humano se ha extendido mediante
la tecnología y esta prolongación ha tenido consecuencias en el individuo y en
el colectivo. El mencionado autor se propone analizar los efectos que dichas
extensiones han producido en lo psíquico y lo social. Esta investigación se
desarrollará mediante la comprensión de los medios y cómo cada uno de ellos ha
modificado los valores sociales. De este modo la preocupación de McLuhan se
centra en develar los efectos que ha tenido sobre el individuo y lo social las
prolongaciones del ser humano mediante los medios y la tecnología.
En la primera parte de su libro Comprender los
medios, el autor, se dedicará a exponer su concepción de los medios. En
este sentido, afirmará que: 1) el medio es el mensaje y no meramente el
contenido; 2) los medios son extensiones del ser humano; 3) los medios
modifican la percepción sensorial de los individuos y el colectivo; 4) los
medios transforman radicalmente la sociedad. Cada una de estas ideas es
fundamentada con el fin de mostrar su concepción sobre los medios, la
tecnología y sus efectos en lo psíquico y en lo social.
Este escrito pretende estudiar los argumentos de cada una
de sus propuestas con el objetivo de mostrar que los medios crean un mundo
donde la relación de los individuos y el colectivo con estos y la tecnología
constituye una estética-emocional que responde a lo imaginario, la imaginación,
lo simbólico, las imágenes, la metáfora. Un mundo plagado de información y una
sociedad donde se vive en una aldea global, lo físico desaparece y con ello el
espacio y el tiempo. El modo institucional imaginario que construyen los medios
es la sociedad red. Asimismo, contrastaré las ideas de McLuhan con las de
Giddens para destacar sus coincidencias en cuanto a la era de medios de
comunicación globales y sus efectos en la interioridad cotidiana individual y
social con el fin de proponer una respuesta al hecho que las personas se
vuelven reaccionarias ante la incorporación de los medios y la tecnología en
sus vidas.
1. El medio es el mensaje y extensión del ser humano
Según McLuhan, el medio es el mensaje. Esto quiere
decir que el medio en sí mismo es un mensaje y no el contenido. El autor se
distancia de la tesis que consideraba que el medio es el contenido y que
concibe a la sociedad en su era mecánica como una organización centralista,
fragmentaria, especializada. Para el filósofo ahora se trata de la era de la
energía eléctrica y de un orden social que responde a lo lineal, a lo
secuencial y la uniformidad. En la era de la energía eléctrica el medio
es el mensaje porque se trata de información pura sin contenido. Por
consiguiente, lo que causa alteraciones en el mundo psíquico y social son los
efectos del medio como información pura. Sobre esta idea explica el filósofo
que:
La velocidad eléctrica mezcla las culturas de la prehistoria con la hez de
la comercialización industrial, al analfabeto con el medio alfabetizado y el
postalfabetizado. Colapsos mentales de varios grados de intensidad son un
resultado muy frecuente del desarraigo y de la inundación con nueva información
y un sinfín de nuevos patrones de información[1]
El medio tiene la particularidad de conectar distintas
culturas sin detenerse en las diferencias específicas de cada una de ellas como
los valores, la economía, derecho, ética, constitución de la familia, la
sexualidad, entre otros. El medio llega a las
distintas culturas afectando la percepción sensorial. No por conceptos u
opiniones. Esto significa que las nuevas variables que introducen los medios en
el ámbito psíquico y social ocurren en el nivel de los sentidos, de lo
sensible, del cuerpo, de lo emocional, de lo estético, lo imaginario y lo
simbólico. No en lo inteligible-teórico. Las percepciones en el cuerpo
traducidas en imágenes en lo psíquico alteran los patrones de comportamiento de
los individuos que conforman una sociedad, cambian su individualidad. Los
medios como símbolos en lo social transforman radicalmente la organización del
colectivo, modifican las relaciones sociales y las formas de comunicación. Esta
mutabilidad en lo psíquico y lo social significa el desmoronamiento mental en
diversos grados, el permanente estado de estar desconcertado, el desarraigo, la
confusión entre culturas. Se vive en un mundo descentralizado y simultáneamente
de integración, implicación porque ante los cambios que produce la tecnología
se continúa viviendo en el pasado. Es el tiempo en el que los medios construyen
la inconsciencia. De esta forma la tecnología participa junto con los
individuos y el colectivo en la creación de un imaginario red en el que un
medio se convierte en un arma que ataca otros medios. “…los medios tecnológicos
son materias primas o recursos naturales, igual que el carbón, el algodón y el
petróleo”[2].
Siendo esto así, los medios intervienen en la organización social, configuran
la conciencia y las experiencias individuales y del colectivo. Dicho de otro
modo, los medios son una forma de socialización de los individuos y del
colectivo. Medios y socialización constituyen un binomio indisoluble porque los
medios se generan en la interacción constante con otros medios; aisladamente no
tienen sentido. En su carácter de materia prima adquieren un valor de uso y
cambio de alto quilate porque es un recurso que se mide en función del poder.
En este contexto, debido a que los medios conforman y regulan la escala y la
forma de asociación y acción humana; cambian el ritmo, las proporciones de los
sentidos y las pautas de percepción; incorporan una socialización mediada por
la red tecnológica donde el espacio y el tiempo quedan eliminados. Algunos de
los ejemplos que da el autor que estamos analizando de estos cambios son los
siguientes: Con la aparición del ferrocarril se crearon nuevas ciudades,
especies de trabajo y diversión. Con el surgimiento de la imprenta las
sociedades se volvieron uniformes, continuas, lineales, individualistas y
además preparó el terreno para la formación del nacionalismo en el siglo XVI.
La electricidad convirtió las cosas en instantáneas y eliminó la secuencia. La
mayoría de los individuos aceptan dócil y subliminalmente las dislocaciones
provenientes del impacto de los efectos de los medios. No tienen capacidad de
resistencia excepto el artista. Para McLuhan solo el artista tiene el poder de
manejar los efectos que los medios y la tecnología producen en la percepción de
los sentidos por ser un experto en percatarse y detectar tales variaciones
porque su cotidianidad dado su trabajo es con los sentidos. En otras palabras,
actualmente en la mayoría de las sociedades, los medios técnicos son artículos
de primera necesidad y recursos naturales.
Destaca el mencionado autor que los medios pueden ser
calientes y fríos. Los medios calientes son los que se “extiende, en alta
definición, un único sentido”[3].
La alta definición refiere a la cantidad de información. Los medios calientes
contienen un alto contenido informativo y no necesitan que el receptor agregue
información. La participación de los individuos respecto a ellos es baja y
tienden a excluir. Medios calientes son la fotografía, la radio, el cine. Por
el contrario, los medios fríos son aquellos que se caracterizan por ser de poca
información, es decir, son de baja definición como el teléfono, la televisión,
la historieta, el habla. Son medios que incluyen a los oyentes para que
completen el contenido informativo. Los efectos de cada uno de estos medios en
el individuo y la colectividad se producen de modo diferente. Son distintas las
consecuencias de utilizar un medio caliente en una cultura fría que
introducirlo en una cultura caliente porque los resultados esperados pueden no
producirse o ser contrarios a lo que se busca y en vez de contribuir al
desarrollo de esa cultura específica lo que hace es causarle perturbación. Lo
que puede ser espectáculo para una puede ser una violenta agitación política
para otra. Lo que quiere destacar McLuhan es que los efectos de un medio frío
en la percepción sensorial de los individuos y el colectivo son distintos de
las que pueda producir un medio caliente. “Un medio frío como la escritura
jeroglífica o con ideogramas tiene efectos muy distintos a los del medio
caliente y explosivo del alfabeto fonético”[4].
Los medios calientes por los aspectos que lo califican tienden a excluir, a la
especialización, lo uniforme, repetitivo. Esto conlleva a una nueva distribución
de las aptitudes y habilidades de las personas que las obliga a adaptarse a
situaciones nuevas. Una configuración de la vida donde priva lo eléctrico,
digital y virtual que choca con los viejos procedimientos fragmentarios y
lineales de la era mecánica. Se pasa del contenido de los mensajes al estudio
de su efecto total, el significado que abarca el nivel del movimiento de la
información que es uno solo y una situación total. Este tipo de sociedades,
según el mencionado filósofo canadiense, serían las desarrolladas porque en
ellas el consumidor que es pasivo busca que todo se le dé hecho, listo. Las
oportunidades de participación son mínimas. Por el contrario, los medios fríos
son incluyentes porque proporcionan muy poca información. En este sentido, para
el autor, los países subdesarrollados son de medios fríos. Este punto lo
considero fundamental, porque en los medios fríos, la participación de los
individuos y el colectivo es alta; como público pueden completar la
información. Esto posibilita que sólo algunos, (aquellos que buscan
conocimiento, creación, cuestionar, pensar), acudan a otras formas de
socializarse como las que ofrece lo imaginario, lo simbólico y lo estético
porque tales campos exigen una participación profunda a quien decide andar por
estos caminos.
Generalmente cuando nos referimos a medios pensamos
inmediatamente en la televisión, en la radio, en cualquier cosa que pueda
servir para un determinado fin. Pero McLuhan no reduce los medios a esta
perspectiva. Afirma que: 1) El medio es el mensaje; 2) El medio afecta la
percepción sensorial de los individuos y el colectivo; 3) Esta alteración
genera cambios psíquicos y sociales en los comportamientos individuales y
colectivos; 4) Los medios crean una sociedad red; 5) La sociedad red es una
realidad virtual interactiva que cambia los patrones del modo como
experimentamos el mundo; 5) Los medios son poder; y, 6) Los medios son
calientes y fríos. Sus efectos son disímiles[5].
La idea de medios que plantea el filósofo constituye un esfuerzo por mostrar
que se trata de un fenómeno que se desarrolla en lo imaginario, perceptivo,
sensorial, estético. Es decir, los medios como una red de mensajes que causan
transformaciones en las esferas culturales, económicas, jurídicas, religiosas,
sexuales, entre otras, que influyen en la psiquis y en lo social. Siendo esto
así, los medios como partes constitutivas de nuestro ser, aparecen en lo social
como extensiones del tacto, del gusto, del oído, de la vista, del olfato, del
pie, de nuestra vida sensorial y como tal configuran nuestra conciencia y
experiencia. De modo que, los medios calientes y los medios fríos representan
extensiones de los sentidos humanos. La cuestión consiste en analizar cómo
estas prolongaciones modifican nuestra psique, nuestra relación con el otro y
la interacción con el entorno. Al respecto, McLuhan sostiene lo siguiente:
…La intensidad, o alta definición, engendra especialización y fragmentación, en la vida y en los entretenimientos; ello explica por qué una experiencia intensa ha de ser olvidada, censurada y reducida a un estado muy frío antes de poder ser aprendida o asimilada…Si tuviéramos que recibir, plena y directamente, todos los choques con nuestras diversas estructuras de conocimiento, acabaríamos nerviosamente destrozados, actuando con retraso y apretando cada cinco minutos el botón del pánico[6]
En el campo de los sentidos, de la percepción, de la
experiencia donde el colectivo y los individuos viven entre medios ¿cómo
coexisten con ellos? En este particular, el señalado autor explica que la
respuesta del individuo y el colectivo para proteger su sistema de valores y el
sistema nervioso central, ante la avalancha de información, reside en aminorar
la intensidad de lo recibido[7].
La introducción de los medios en la cotidianidad genera una perturbación en el
individuo y el colectivo porque les crea y les exige unas nuevas aptitudes y
destrezas ante este fenómeno que hasta el momento no tenían y se ven
constreñidos a desarrollarlas para incorporarse a la dinámica que este les
dicta. Un ejemplo claro de ello fue la introducción de las computadoras y las
redes sociales como herramienta de trabajo, distracción, educación. Este hecho
generó la parálisis de una gran cantidad de profesionales como secretarias,
administradores, contadores, abogados, economistas, médicos que se negaban a
aceptar esta herramienta en su trabajo. Tenían que adaptar su forma de trabajo
tradicional a los medios que se introducían. De no hacerlo quedaban excluidos
de la dinámica social. Este tipo de cambios bruscos produce en los individuos
una respuesta de protección de su sistema nervioso físico. Este auxilio, según
McLuhan, consiste en que el sistema nervioso crea una especie de rigor
mortis psíquico o sonambulismo ante la aparición de técnicas nuevas que
pudiera durar toda la vida. La consecuencia de ello es fatal, nos volvemos,
utilizando las palabras de Arendt, en animal laborans. Esto es, el único fin consiste en la
supervivencia como especie. Para eso lo único necesario es trabajar con el
objetivo de asegurar la continuidad de nuestra propia existencia y la vida de
nuestra familia. El hacer y el fabricar es otra forma de laborar que contribuye
al mantenimiento del proceso de la vida a tal punto que el animal
laborans solo se refiere a un tipo funcional de conducta. Y en la
concepción del Prof. David De los Reyes seríamos servo-mecánicos de
las redes sociales[8].
De allí, la era de la ansiedad, angustia, neurosis, depresión, del sillón con
el psiquiatra.
Un ejemplo de McLuhan en este asunto, refiere a cómo una
jerarquía tribal tradicional se fragmenta con la introducción de medios. Él
cuenta que:
Cuando los misioneros dieron hachas de acero a los aborígenes australianos,
se desmoronó su cultura basada en el hacha de piedra. Ésta además de ser un
bien escaso, siempre había sido un símbolo básico de la categoría e importancia
de los varones. Los misioneros llevaron cantidades de afiladas hachas de acero
que repartieron a mujeres y niños. Los hombres tenían que pedírselas prestadas
a las mujeres, y ello provocó el colapso de la dignidad masculina. Una
jerarquía tribal…se colapsa rápidamente al toparse con cualquier medio caliente
de tipo mecánico, uniforme y repetitivo[9]
Otro caso que se me ocurre mencionar en este particular
es el de la fiesta de Babbette. Una película de
1987. El guion cinematográfico pertenence a Gabriel Axel. Es una película
basada en la novela escrita por Karen Blixen. A continuación un resumen de la
historia para mostrar que la gastronomía es una extensión del sentido del gusto
que modifica patrones de comportamientos individuales y colectivos:
En una pequeña villa de Dinamarca en el
siglo XIX viven dos hermanas junto a su anciano padre, pastor de la iglesia
local. Tras su muerte, ambas continuaron viviendo en la pequeña villa siguiendo
las costumbres inculcadas por su padre. Un día llega a su puerta Babette, una
refugiada francesa que les pide asilo y termina trabajando para ellas como ama
de llaves y cocinera. Babbette, luego de ganar dinero en una lotería, decide
cocinar una cena con platos que no responden a las costumbres de la mesa de la
comunidad religiosa. Con sopa de tortuga, codornices rellenas con foie gras y
salsa de trufas, tarta de higos frescos al ron, café, budín, frutas frescas.
Todo acompañado con champagne Veuve-Cliquot, con vino Château Clos de Vougeot
de 1845, con jerez, con oporto, dependiendo del plato, les rinde homenaje a
esos puritanos acostumbrados a platos sencillos como un pescado
hervido. En principio los comensales aferrados a sus costumbres tradicionales
se quedan aterrados ante la estética gastronómica desplegada por Babette sobre
la mesa. Solo uno de los invitados, un general, es receptivo y halaga el festín
para sorpresa del resto. El General comienza a degustar los platos y el resto
lo sigue en una ruptura entre el pasado y el presente. La percepción sensorial
del gusto modificada en el paladar al probar la comida les hace olvidar que es
pecado comer tortuga o codorniz. La extensión del sentido del gusto mediante la
estética culinaria como un medio cambió los patrones de comportamiento
individual y colectivo de la comunidad religiosa. Una vez superado el pasado se
permitieron disfrutar de las innovaciones gastronómicas.
2. Con los medios no hay regreso
Lo virtual es una realidad que ha modificado los patrones
de socialización, comportamientos, educación y de convivencia del individuo y
del colectivo. La percepción sensorial de los individuos y el colectivo
actualmente está configurada por las redes sociales y la tecnología digital.
Ahora nos relacionamos en una sociedad red donde el encuentro físico, el
impulso a la exploración y a la aventura del mundo ha desaparecido. Cualquier
medio especializado de intercambio e información puede fragmentar una
estructura tradicional. Los medios cambian radicalmente los referentes de los
individuos y del colectivo sin permitir que ellos asimilen la transición.
Repentinamente quedan suspendidos entre el pasado y el presente. Las herramientas
del pasado quedan obsoletas y las del presente no saben como manipularlas. La
idea de McLuhan es llamar la atención sobre cómo se desarrolla la interacción
de los individuos y el colectivo con los medios y la tecnología. Por un lado
los medios afectan lo psíquico y lo social cuando los altera sensorialmente.
Por el otro, los individuos y el colectivo ante el impacto de los efectos de
los medios en su percepción quedan en un estado de sonanbulismo. La
consecuencia de esto es que los individuos y el colectivo viven sus
experiencias tratando de adaptar ciertos elementos del pasado a su presente,
cuando la sociedad en la que están viviendo está siendo movilizada por la
relación emocional-estética que los individuos y el colectivo están desplegando
con los medios.
En la esfera fotográfica se busca superar el lenguaje
analógico por el lenguaje digital. La tecnología digital es un medio de
extensión del ser del hombre que tiene efectos en su dimensión psíquica y
social. Se busca pasar del medio mecánico-analógico al medio digital-virtual.
La introducción de esta máquina digital en la cultura ha convertido el campo
mecánico-analógico en un medio frío y a la tecnología digital en un medio
caliente. Los procesos de tecnología digital como un medio caliente es una
forma de experimentar la fotografía coherente con la dinámica cultural, social
e individual de la época presente. En cambio el medio mecánico-analógico no
corresponde con este imaginario instituyente[10], por suponer que es un retraso y es
incompatible con el nuevo carácter tecnológico. La cuestión está en lo que
quiere determinada sociedad. Si lo que desea es inmediatez, facilidad y rapidez
entonces apoyará la tecnología digital como se la presenta la sociedad: la
cámara lo hace todo. Por el contrario, si quiere participar, crear, componer
asumirá la tecnología mecánica-analógica y digital-virtual como medios
para instaurar un novedoso lenguaje fotográfico. “En términos de medios fríos y
calientes, los países atrasados son fríos y nosotros, calientes”[11].
Un mundo formado por medios calientes se supone que sería un espacio altamente
desarrollado y paradójicamente la participación e inclusión de los individuos
es mínima y máxima en la totalización y uniformidad. Lo cierto es que McLuhan
pone en el tapete la relatividad y subjetividad a la que responde el uso y
utilización que se les dé a los medios fríos y calientes porque sus efectos
podrían ser perturbadores, destructores o pudieran ser de desarrollo y
constructivos. Aunado a lo anterior, señala el mencionado filósofo que “A
medida que empezamos a reaccionar en profundidad a la vida social y a los
problemas de la aldea global, nos volvemos reaccionarios”[12],
es decir, los cambios provenientes de la transformación de los medios provoca
que el colectivo y los individuos se oponga a las innovaciones y se aferre a lo
tradicional. “La implicación que acompaña nuestras tecnologías instantáneas
convierte al más <<socialmente concienciado>> en conservador”[13].
La incorporación del medio tecnológico choca con la estructura organizativa
tradicional. Los receptores de esa colisión son los individuos y el colectivo.
La respuesta a esta situación es volverse conservador. Y me pregunto ¿por qué
ante situaciones de transformación radical en la sociedad a los individuos y al
colectivo se les hace tan difícil incorporarse al cambio? ¿por qué rechazan la
innovación? ¿Por qué se aferran a lo tradicional como un escudo de
protección ante los cambios? Como señala McLuhan el problema actual de la
educación es la interrelación que existe entre los distintos campos del saber y
la información abundante e inmediata a la que se tiene acceso por las redes
sociales y la tecnología. “En la nueva Edad de la Información eléctrica y de
producción programada, los bienes mismos asumen cada vez más un carácter de
información; esta tendencia se manifiesta…en los presupuestos cada vez más
importantes para publicidad”[14].
Esta transformación radical que genera novedad en la estructura social e
individual y deja atrás la organización tradicional es lo que MacLuhan llama la
inversión de un medio recalentado, esto es, “un punto de ruptura, en que el
sistema se convierte de repente en otro, o bien franquea un punto de no retorno
en sus procesos dinámicos”[15].
La ilustración de esta situación la ofrece el mencionado autor cuando dice que
la carretera al superar su punto de ruptura convirtió a las ciudades en urbanas
y autopistas. El campo dejó de ser el espacio de trabajo y la ciudad el de
ocio. Se produjo una inversión, la ciudad es el centro del trabajo y el campo
del ocio y la distracción. Otros puntos de ruptura serían la aparición de la
imprenta, la radio, el televisor, el cine, los microfilmens, las microtarjetas,
las memorias eléctricas. El punto que destaca McLuhan consiste en mostrar que
los medios causan puntos de ruptura. Estos puntos de ruptura tienen efectos en
el ámbito social e individual, específicamente entre lo establecido y lo que
está apareciendo. El punto de ruptura que vivimos actualmente es el del paso de
la velocidad, mecánica y la explosión (centralización) a la forma instantánea
de la electricidad, la implosión (descentralización). Ahora el mundo viene a
nosotros. Nosotros no vamos al mundo.
En resumen, las consecuencias que genera la inversión del
medio sobrecalentado en lo psíquico y lo social consiste en la transformación
de las personas socialmente conscientes en conservadoras, surge la
contemporánea conciencia del inconsciente, la organización social
responde a lo implosivo lo que conlleva al choque con los viejos ordenes tradicionales
y a vivir en una estrecha cercanía por la información instantánea de las que
somos víctimas. La cantidad ilimitada de información eléctrica hace que
cualquier material sirva para toda clase de necesidad o función. Se produce lo
que McLuhan llama hibridación con otro sistema y da el ejemplo de cómo la
imprenta se fusionó con la prensa de vapor; la radio se asoció con las
películas y dieron nacimiento al cine sonoro; el microfilm se unió con las
microtarjetas y aparecieron las memorias eléctrónicas-digitales. ¿Por qué
inversión del medio recalentado? Porque el punto de ruptura trastoca las pautas
sociales e individuales. Si en la época pasada las amas de casa se ocupaban de
los quehaceres hogareños ahora con la aparición de la tostadora, lavadora, aspiradora
podemos hacerlo nosotros mismos. Esto significa que estos artefactos en vez de
ahorrar trabajo lo intensifican. Además de salir a la calle a ganarnos el pan
también regresamos a nuestras casas a realizar los quehaceres del hogar. El
punto de ruptura invierte las pautas individuales y sociales tradicionales
provocando el desmoronamiento de ese orden social. Así se percibe en las
siguientes palabras: “…Norteamérica se estaba yendo verdaderamente al carajo.
El país se encontraba dividido en dos, y todos sabemos lo que pasó un decenio
después. Cuatro años de muerte y destrucción. Un baño de sangre provocado por
las mismas máquinas que debían hacernos felices y ricos a todos”[16].
De acuerdo a McLuhan, Marx y sus seguidores no
comprendieron la dinámica de los nuevos medios y la tecnología. Marx basó su
análisis en la máquina cuando el telégrafo y otras formas implosivas comenzaron
a invertir la dinámica mecánica. Por esta razón, para el filósofo canadiense el
estudio de Marx está fuera del tiempo que se está viviendo.
¿Qué explicación tiene las consecuencias de los efectos
de la inversión de los medios sobrecalentados? Anthony Giddens[17] explica
que vivimos un período crucial de transición histórica. Los cambios afectan a
todo el globo. Nos encontramos en un mundo desbocado, cada vez más
fuera de nuestro control. Se supone que con la ciencia y la tecnología el mundo
llegaría a ser más estable y ordenado. Ha sucedido lo contrario. La ciencia y
la tecnología han contribuido a crear nuevos riegos que están ligados a la
globalización. La ciencia, la tecnología, los medios de comunicación se han
globalizado. Este proceso está reestructurando profundamente nuestros modos de
vivir, influye en la sexualidad, el matrimonio, la familia, las formas
tradicionales de vida, la religión, la identidad étnica. En un mundo
globalizado en el que diariamente se transmite información e imágenes de todos
los lugares del planeta, todos –individual y colectivamente- estamos en
contacto permanente con otras sociedades que piensan diferente y viven de forma
distinta a nosotros. Esto nos obliga a crear instituciones que respondan a las
demandas de la era global para canalizar nuestro mundo desbocado[18]. Individualmente y colectivamente
sentimos los efectos de las transformaciones que se están generando. La
globalización es política, tecnológica, económica, cultural y de sistemas de
comunicación. Al respecto Giddens señala:
La comunicación electrónica instantánea no es sólo una forma de transmitir
noticias o información más rápidamente. Su existencia altera la textura misma
de nuestras vidas, seamos ricos o pobres. Algo ha cambiado en la esencia de
nuestra experiencia cotidiana cuando puede sernos más conocida la imagen de
Nelson Mandela que la cara de nuestro vecino de enfrente.
Nelson Mandela es una celebridad mundial, y la celebridad en sí misma
es…producto de nuevas tecnologías de la comunicación…La globalización no tiene
que ver sólo con lo que hay “ahí fuera”, remoto y alejado del individuo. Es
también un fenómeno de “aquí adentro”, que influye en los aspectos íntimos y
personales de nuestras vidas[19]
La globalización y los medios van unidos en una relación
de mutua nutrición. Giddens quiere destacar que los efectos de la globalización
transmitidos a todos los lugares del mundo mediante los medios y la tecnología
alteran, modifican los comportamientos individuales y sociales porque se trata
de un fenómeno que interviene en las cuestiones íntimas, personales, propias
como individuos y en nuestra relación con los otros y el entorno. Estamos en la
era de comunicaciones globales. La transformación se da en la vida cotidiana:
familia, matrimonio, sexualidad, religión, muerte, valores, tradiciones, lo que
para McLuhan es un punto de ruptura en el que el sistema se convierte
repentinamente en otro. Que el sistema se transforme radicalmente implica que
los aspectos íntimos de los individuos y la sociedad están siendo modificados
drásticamente y ante este hecho nos volvemos conservadores y reaccionarios. Por
esta razón, vivimos a nivel local aunque estemos globalizados. Lo que quiere
decir que vivimos en procesos contradictorios producto de las múltiples
presiones de los medios y la tecnología en la autonomía local. “…Los
nacionalismos locales brotan como respuestas a tendencias globalizadoras, a
medida que el peso de los Estados-nación más antiguos disminuye”[20].
Un ejemplo de las manifestaciones conservadoras pero también consecuencia de la
transformación en las actividades locales y tradicionales de los individuos y
la colectividad. Cada día la conexión entre las actividades cotidianas locales
y la influencia de la globalización en estas es mayor y la tendencia a la
reorganización y reforma aumenta en su intensidad. Explica Giddens que:
…Las acciones cotidianas de un individuo tienen hoy en día consecuencias globales. Mi decisión de adquirir una determinada prenda de vestir, o una clase de comida, tiene múltiples implicaciones globales. No sólo afecta la vida de alguien en el otro lado del mundo; además puede contribuir a un proceso de deterioro ecológico con graves consecuencias potenciales para el conjunto de la humanidad…[21]
Cuando las formas tradicionales son disueltas,
intervenidas aparecen nuevos riesgos que son incalculables y que están fuera de
nuestro control. La comunidad local, las actividades individuales íntimas se
interconectan con un fenómeno global y esto se refleja en el papel cambiante de
la tradición. Esto implica el resurgimiento de problemas respecto al yo y la
identidad, la adaptación a la multiplicidad de cambios en la vida cotidiana.
…La tradición tiene que ver con lo ritual y se conecta con la solidaridad
social, pero no es el seguimiento mecánico de ciertos preceptos aceptados sin
cuestionamientos…La tradición es…una orientación hacia el pasado, por medio de
la cual el pasado tiene una gran influencia sobre el presente…se refiere también
en cierto sentido al futuro, ya que las prácticas establecidas se usan para
organizar el tiempo por venir. Se configura el futuro sin necesidad de
separarlo como si fuera un territorio aislado. La repetición, en un sentido que
necesita ser examinado, consigue remitir el futuro al pasado, a la vez que
recurre al pasado para reconstruir el futuro[22]
La cuestión que me interesa elucidar es la idea de
continuar viviendo localmente aunque estemos globalizados y los efectos de los
medios globales en las actividades cotidianas. ¿Por qué ante los cambios que
generan los medios y la tecnología como fenómeno global nos volvemos
conservadores? Pareciera que Giddens ofrece elementos que me permiten
aproximarme a una respuesta: La noción de la tradición. El mencionado sociólogo
explica que hay un algo en la tradición que se repite, que se mantiene, que
persiste y se opone a ser transformado. La tradición tiene que ver con ritos,
con memoria colectiva, ceremonias, cultos. Tiene una fuerza moral, emotiva e
imaginaria. “la tradición es un médium organizador de la memoria
colectiva…”[23].
Es decir, la tradición es el canal que comunica el presente con el pasado y esa
comunicación se mantiene mediante los rituales, ceremonias, cultos. Estas
formalidades se solidifican en el campo moral y normativo que les atribuye un
carácter vinculante. “La tradición representa no sólo ‘lo que se hace’ en una
sociedad sino ‘lo que se debe hacer’”[24].
Es lo que llama Castoriadis significaciones imaginarias sociales. Explica el
filósofo greco-francés que la vinculación entre el individuo y la sociedad es
producto del emprendimiento de las acciones individuales y colectivas, esto es,
del fluir permanente de significaciones imaginarias. El vínculo es un magma de
imágenes que aparecen, se transforman y alteran según la dinámica de la
práctica individual y colectiva en inventar un estilo de vida, de llevar
diariamente la cotidianidad. Las significaciones imaginarias ocupan un lugar
fundamental en este contexto porque muestran el modo de ser del por
hacer de una determinada organización social. Develan el eidos (forma),
de una institución imaginaria de la sociedad específica, singular, única que
aparece en un momento histórico dado. La comunicación diaria y la actividad
cotidiana de los hombres producen significaciones imaginarias. En otras
palabras, la praxis social, materializadas en sus dos modalidades: el hablar
vivo y el hacer, constituye el origen de las significaciones imaginarias. Si se
busca comprender, interpretar una determinada sociedad, entonces necesariamente
hay que aprehender sus significaciones imaginarias. En la tesis que propone
Castoriadis, el vínculo entre el individuo y la sociedad desde lo imaginario se
articula a partir de las significaciones imaginarias. Es decir, el vínculo
depende de la actividad humana. En este sentido la tradición es una
significación imaginaria social que se transforma en información en la era de
los medios de comunicación global. Pudiera suceder que cambien los ritos pero
la esencia de la tradición se mantenga o que sea su significación la que se
modifique caso en el cual estamos en presencia de una ruptura radical sin
retorno. En este último caso es donde los individuos y el colectivo manifiestan
su tendencia a lo reaccionario, a mantener el núcleo de la tradición que está
siendo alterado por los medios y la tecnología. La tradición se desarrolla en
el campo de lo imaginario y lo simbólico. La tradición adquiere una fuerza
vinculante por el carácter moral y el basamento psíquico afectivo que ha
socializado a los individuos y al colectivo en un modelo particular de acción y
creencia. Esa forma de socialización establecida le proporciona al colectivo y
la mayoría de los individuos seguridad y certeza ontológica. Esa sensación de
estabilidad es resquebrajada por los efectos de los medios y la tecnología en
el marco de la tradición. Esto es, los efectos de los medios y la tecnología
van destradicionalizando y cambiando las pautas de
comportamiento de esa sociedad en específico. Es en este movimiento de ruptura
donde la respuesta instintiva del colectivo y la mayoría de los individuos
consiste en agarrarse fuertemente al pasado. Al respecto, Giddens afirma lo
siguiente: “A medida que se disuelve la tradición, podemos especular las
‘huellas de la memoria’ quedan expuestas en toda su desnudez y aparecen mayores
problemas relativos a la construcción de la identidad y al significado de las
normas sociales…”[25].
Lo que quiere decir el mencionado sociólogo es que la mayoría de los individuos
y el colectivo se aferran al pasado como autómatas, como mero repetidores
compulsivos del núcleo de la tradición sin cuestionarla, quedando en un vacío
existencial y por eso son incapaces de reconstruir activa y autónomamente su
socialización.
En este contexto, la tradición en la que somos
socializados no nos ayudan a adaptarnos a los cambios propios de la
dinámica cultural-global y las innovaciones que esta incorpora se nos hacen
extrañas. Se crea lo que el sociólogo llama una tradición sin
tradicionalismo, una de las características de las sociedades
post-tradicionales. En este tipo de sociedades la rutinización y la repetición
carece de sentido. Aspectos centrales que mantienen a la tradición. En estas
sociedades lo que le queda a los individuos y al colectivo son las elecciones y
las decisiones, esto es, elegir cómo se quiere ser y actuar. En este sentido
afirma Giddens que:
…para abordar el problema del orden post-tradicional tenemos que distinguir entre elecciones y decisiones. Muchas de nuestras actividades cotidianas están de hecho abiertas a la elección o, más bien, como dije antes, la elección ha llegado a ser obligatoria para nosotros. Ésta es una tesis central sobre la vida cotidiana en estos días. Desde un punto de vista analítico, sería más correcto decir que todas las áreas de la actividad social están gobernadas por decisiones –tomadas frecuentemente…sobre la base de alguno u otro tipo de conocimiento experto-. Quién toma esas decisiones y cómo lo hace es fundamentalmente un problema de poder. Una decisión es siempre la elección de alguien y en general todas las elecciones, incluso las más aparentemente insignificantes, tienen como telón de fondo un conjunto de relaciones de poder preexistentes. En consecuencia, la apertura de la vida social a la toma de decisiones no debería ser identificada ipso facto con el pluralismo; es también un instrumento de poder y estratificación…[26]
De las anteriores palabras citadas, se deriva que una de
las cuestiones que produce los medios al alterar el núcleo de la tradición es
que modifica el horizonte de acción relativamente fijo que brinda lo ya
establecido. De sentir seguridad, certeza, nuestros pies en la tierra quedamos
repentinamente en el abismo, en el mundo del azar, del caos, de lo espontáneo y
lo incierto donde debemos elegir, decidir y actuar. Este es el estado que surge
cuando la tradición comienza a convertirse en un cúmulo de información que
puede implementarse en cualquier contexto. En otras palabras, las pautas
tradicionales se disuelven en los comportamientos locales y la reorganización
que responde a estos cambios que causa el medio sobrecalentado constituye
una sociedad red que funciona como una aldea global.
En estas arenas movedizas los estilos de vida en lo
cotidiano se articulan según los efectos de los medios y de allí el desarraigo
globalizado. “…La globalización es una cuestión ‘interna’ que afecta los
aspectos más íntimos de nuestras vidas o que, mejor aún, se relaciona
dialécticamente con ellos. En realidad, lo que llamamos hoy intimidad…fue en
gran medida generada por las influencias globalizantes”[27].
Estamos en presencia de una tensión entre la tradición-certidumbre y la
globalización-incertidumbre. Esta tensión ha generado posturas fundamentalistas
e hipernacionalistas que asumen la tradición como un pasado heredado que
obligatoriamente hay que perpetuar en el presente y también sociedades que
buscan construir sus vínculos sociales a tono con los movimientos mundiales que
están ocurriendo en función de los medios y la tecnología.
Todavía en el 2013 existe el culto a la
personalidad. Me remito a mostrar aquí la noticia sacada de http://www.abc.es/internacional/20130415/abci-sung-presidente-eterno-corea-201304141435.htm
“Kim Il-sung, el "Presidente Eterno" de Corea del Norte
El régimen celebra el aniversario de su fundador, que preside el país
desde el mausoleo donde se exhibe su cuerpo embalsamado
REUTERS
Por todo lo alto, Corea del
Norte celebra este lunes el 101 aniversario del nacimiento de Kim Il-sung,
fundador del país y abuelo de su actual dictador, el joven Kim Jong-un. Aunque
Kim Il-sung falleció el 8 de julio de 1994 a los 82 años, sigue siendo el jefe
del Estado porque la Constitución lo reconoce como «Presidente Eterno». Desde
el mausoleo de Kumsusan, donde se exhibe su cuerpo embalsamado para
adoctrinamiento de las masas, Kim Il-sung continúa rigiendo el destino de los
norcoreanos debido al delirante culto a la personalidad que lo ha elevado a una
categoría sobrehumana, casi divina.
Nacido en el seno de una
familia humilde en Mangyongdae, la Colina de los Mil Escenarios, huyó a la
región china de Manchuria en 1920 por la ocupación japonesa de la Península
Coreana y se unió de joven a la guerrilla comunista que, apoyada por la Unión
Soviética, luchaba contra el invasor. Convertida en otro museo más por la
propaganda del régimen, la choza donde vino al mundo es visitada cada día por
unas 5.000 personas – 20.000 en su aniversario – que desfilan tan perfectamente
formadas que parecen disciplinadas compañías militares en lugar de meros
visitantes.
…Kim Il-sung impuso un
régimen autocrático tan personalista y kafkiano que parece sacado de la novela
«1984», de George Orwell. A modo de «Gran Hermano» de ojos rasgados, su retrato
es omnipresente en Corea del Norte y preside todas las plazas y edificios y
hasta los vagones de metro y las casas. Ni siquiera durante la «Gran Hambruna»,
que se cobró entre 300.000 y dos millones de vidas a mediados de los 90, las
familias que no tenían nada que echarse a la boca se desprendieron de sus
cuadros de Kim Il-sung, como relata con su aguda sensibilidad la periodista
estadounidense Barbara Demick en su libro «Querido Líder: Vivir en Corea del
Norte» (Turner, 2011).
Estatua de bronce de 30
metros
Ante la estatua de bronce
de 30 metros de altura de Kim Il-sung que preside la colina de Mansudae, junto
a la que se ha erigido otra de su hijo, el «Querido Líder» Kim Jong-il, los
recién casados acuden para bendecir su matrimonio por la causa revolucionaria y
depositar ofrendas florales.
En la plaza Kim Il-sung,
escenario de multitudinarias celebraciones y desfiles militares, un retrato de
juventud del «Presidente Eterno» cuelga en la sobria fachada del Ministerio de
Agricultura frente a los cuadros de Marx y Lenin que destacan en la sede del
contiguo Ministerio de Comercio Exterior. Justo enfrente, el Gran Palacio de
Estudio del Pueblo se enorgullece de tener en sus 100.000 metros cuadrados más
de 30 millones de libros, entre los que destacan las 18.000 obras que, con una
extensión mínima de 150 páginas, el régimen atribuye al «Gran Líder» Kim
Il-sung, quien creó la particular filosofía «juche» que caracteriza a este
sistema comunista. Dicho pensamiento sitúa a «las masas populares como el motor
de la revolución porque el hombre es el maestro de todo y puede hacer lo que
quiera», pero luego lo deja todo en manos de sus reverenciados dirigentes.
En honor de esta filosofía
se erigió en 1972 la «Torre de la Idea Juche», el monolito más alto del mundo
al medir 170 metros y donde decenas de placas enviadas desde otros países,
sobre todo durante los años 70 y 80, rinden homenaje al «kimilsunismo». Como
hacían los antiguos emperadores, el nacimiento del «Presidente Eterno» ha
marcado además un nuevo calendario en Corea del Norte, que se encuentra en el
Año Juche 102”.
Tal noticia en estos
tiempos debiera ser una distopía. Sin embargo, es una realidad. También resulta
asombroso que en el siglo XXI se estén gestando movimientos antisemitas como
Jobbik en Hungría, Libertad en Ucrania y Amanecer Dorado en Grecia[28].
Paralelamente a estas situaciones ocurre que con “Los microvideos, cuyo auge se
basa en las poderosas cámaras digitales de hoy, representan un nuevo estilo de
comunicarse. Una secuencia de pocos segundos basta para transmitir el ambiente
o el momento que se desea compartir…”[29].
Como se ve son los
individuos y el colectivo los que deciden cómo quieren vivir. Entre tanto el
mundo se dibuja y desdibuja entre el tanatos, el eros, los medios y la
tecnología. Después de esto, solo me queda preguntarme ¿a qué se puede llamar
evolución humana si es que la hay? ¿Quién o quienes se salvarán del descenso al
Maelström político-cultural de una globalización mediática?
Bibliografía
Auster, Paul.
(2006). Brooklyn Follies. Barcelona:
Anagrama, Cuarta Edición.
Castoriadis Cornelius.
(2003), La institución imaginaria de la sociedad. Marxismo
y teoría revolucionaria, Vol.1, Buenos Aires: Tusquets Editores, 2ª
Reimpresión, 2003.
Castoriadis, Cornelius,
(2003). La institución imaginaria de la sociedad. El imaginario social
y la institución Vol. 2, Buenos Aires: Tusquets Editores, 2ª
Reimpresión, 2003.
Fernández, Froilán. “Los microvideos suman seguidores”. En El
Nacional, ciudadanos, tecnología, 07-07-2013.
Giddens, Anthony. (1997). “La vida en una sociedad post-tradicional”.
En Agora. Cuadernos de Estudios Políticos. Buenos Aires, Año 3, N°
6.
Giddens, Anthony. (2000). Un
mundo desbocado. Los efectos de la globalización en nuestras vidas. Madrid:
Taurus.
McLuhan, Marshall.
(1996). Comprender los medios de comunicación. Las extensiones del ser
humano. Barcelona: Ediciones Paidós Ibérica, S. A., 1ª Edición.
Nuño, Ana. “El antisemitismo, a babor”. En Papel literario.
El Nacional 11-08-2013.
[1]McLuhan,
Marshall. (1996). Comprender los medios de comunicación. Las
extensiones del ser humano. Barcelona: Ediciones Paidós Ibérica, S. A., 1ª
Edición, p. 37.
[5]“…hay una gran
diferencia si un medio caliente se emplea en una cultura caliente o en una
fría. El medio caliente de la radio empleada en una cultura fría no
alfabetizada tiene un violento efecto, muy distinto del que causaría en
Inglaterra o América del Norte…donde la radio se percibe como un espectáculo”
Ibid, p. 50.
[7]“El
<<censor>> protege nuestro sistema central de valores, y nuestro
sistema nervioso físico, con sólo enfriar considerablemente la manifestación de
una experiencia. Este sistema de enfriamiento produce, en mucha gente, un
estado psíquico vitalicio de rigor mortis, o de sonambulismo, muy
fácil de observar en las épocas de innovaciones tecnológicas” Ibid, pp. 44 y
45.
[8] Expresión del Prof.
David De los Reyes en sus clases sobre McLuhan y charlas a la que ha sido
invitado.
[10] Ver Castoriadis Cornelius. (2003), La
institución imaginaria de la sociedad. Marxismo y teoría
revolucionaria, Vol.1, Buenos Aires: Tusquets Editores, 2ª
Reimpresión, 2003. Y La institución imaginaria de la sociedad. El
imaginario social y la institución Vol. 2, Buenos Aires: Tusquets
Editores, 2ª Reimpresión, 2003.
[17] Giddens, Anthony. (2000). Un
mundo desbocado. Los efectos de la globalización en nuestras vidas. Madrid:
Taurus.
[21] Giddens, Anthony.
(1997). “La vida en una sociedad post-tradicional”. En Agora. Cuadernos
de Estudios Políticos. Buenos Aires, Año 3, N° 6, p. 7.
[29] Fernández, Froilán.
“Los microvideos suman seguidores”. En El Nacional, ciudadanos,
tecnología, 07-07-2013.
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