miércoles, 1 de julio de 2015

Del concepto Espíritu  
en la filosofía de Hegel


David De los Reyes









“Mira también en qué consiste el hálito vital, y no siempre el mismo, pues en todo momento se vomita y de nuevo se succiona”.
Marco Aurelio (121 – 180 d. n.e.), Meditaciones. II, 2.

Mens agitat molen (la mente mueve la materia)
Publio Virgilio Marón

Itineraium mentis ad veritatem (El viaje de la mente en busca de la verdad)
Anónimo

Es ridículo que te empeñes en llamar Moda a cada nuevo esfuerzo del espíritu humano por llegar a formarse de veras,  (Lächerlicher, du nennst dies Mode, wenn immer von Neuem Sich der menschliche Geist ernstlich nach Bildung  bestrebt)
Principio de uno de los Xenien  de Goethe y Schiller, en Modephilosophie


I
En la obra del filósofo de Sttugart, Hegel (1770-1831),  el término de espíritu tendrá una importancia única y preferencial respecto a otros conceptos que  distinguen y definen su sistema filosófico. Cierta polémica arrastra al término. ¿A qué refiere el espíritu hegeliano? Su aparición en su filosofía surge del uso que ya su amigo Schelling vendría desarrollando en su personal filosofía de la existencia. En el caso de Hegel toma el concepto de espíritu para titular a su obra más singular del tránsito de la juventud a la madures: La Fenomenología del Espíritu.  Geist, espíritu, es una palabra alemana que tiene varias aserciones; además de espíritu también es mente e intelecto.  Sobre esto es lo que queremos tratar aquí. Desglosamos el término a través de su etimología y usos en la tradición occidental para arribar a un puerto que podamos precisar hacia dónde se dirige la nave hegeliana a través del mar de la filosofía.

H. se da a conocer  su concepción  filosófica a partir de 1806 con la Fenomenología del Espíritu. Entre 1801 y 1807 pasa por varios oficios: privatdozent (profesor privado) y luego profesor de la Universidad de Jena, en la que su rector, para el momento, era nada más y nada menos que Goethe. En el llamado período de Jena hace migas con Schelling, que juntos publicarán la Revista Crítica de Filosofía. Esta sociedad por la filosofía durará poco entre ellos. Se distancian por la divergencia respecto a sus ideas. Uno propondrá una filosofía idealista subjetiva, es el caso de Schelling; el otro desarrollará una propuesta que se ha conocido como de idealismo  objetivo. Hacia este puerto emprenderá el rumbo para construir su propio sistema filosófico, el cual parte, como a manera de introducción, su obra más conocida, la ya nombrada Fenomenología del Espíritu.
Antes de enfrentar por nosotros el término en la obra de Hegel echaremos una mirada a la etimología del concepto. Es por ello que sería importante aclarar el término  alemán  geist (gaistes; geister), en alemán puede  referir a espíritu, genio, inteligencia, mente. Si se refiere como Böser geist significa inteligencia, mente, espíritu diabólico (donde Böse es referido a diablo, demonio, además de la aserción de  malo). Como Gesiter-art significará mentalidadgenio carácter. También encontramos que el prefijo  geist es usado para referir a ciencias filosóficas como indica la palabra compuesta geistwissenschaftenGeistzustand como  estado de ánimo, estado mental. Pero geistig será lo espiritual en referencia a lo moral, intelectual, mental. Respecto a sus usos para referirse a determinada distinción religiosa se conoce  la palabra geistlich que refiere a eclesiástico y como representante  religioso es geistlichkeit: clero. Pero encontramos un uso referido a una aptitud mental y como débil fuerza de voluntad: Geistlos. El término o sufijo los en alemán refiere  a suelto, flojo, libre, vago; es utilizado comúnmente como un mandato e imperativo ¡los, los!, el cual  se pudiera traducir como ¡Apúrate! ¡Vamos! ¡Andando¡ Geistlos significará la condición de tonto, vulgar, banal, es decir, aquel individuo o cosa que  tiene disminuida su fuerza, su voluntad, su inteligencia, sus capacidades mentales. Entonces geist vemos que puede ser usado de diversas formas en el  alemán, cosa que dificulta, hasta cierto punto, su traducción al  español. Por ello podríamos decir, en un primer acercamiento, que también podemos hablar de una fenomenología de la mente y no enfáticamente del espíritu. Es interesante agregar un hecho histórico del filósofo. Resulta que para el verano de 1806, el mismo año de la aparición de la Fenomenología del Espíritu, vuelve a dar un curso de filosofía especulativa que implica el término en cuestión. Curso en que por primera vez dictará  lecciones sobre Fenomenología y Lógica, que igualmente dará para invierno de ese mismo año[1]. Ese anuncio aparece el  20 de septiembre de ese invierno, en  la revista Jenaer Allgemeine Literatur Zeitung del seminario de invierno para 1806/7, donde  aparece por primera vez el término Fenomenología al encontrarlo en el título del curso, pero no sólo ese concepto sino también el de MenteLogicam et Methafysicam sive philosophian speculativam, praemissa Phenomenologia mentis ex libri sui System der Wissenschaft proditura parte prima (Lógica y Metafísica o filosofía especulativa, precedida por la Fenomenología de la mente, de su libro Sistema de la Ciencia producido en el primer semestre)  así como Philosophiam naturae et mentis ex dictatis (Filosofía natural y de la mente según sentencias dictadas). Es aquí donde aparece  por primera vez su intención de abordar su filosofía como una fenomenología de la mente y no precisamente utiliza la palabra latina spiritus (espíritu). Aquí comienza a complicarse la cosa. Además el libro que está pronto aparecer contendrá  su Lógica  y su Metafísica (lo cual para él es un mismo tema). La Fenomenología  se presenta como  una introducción a su sistema, que es como siempre se ha tenido por todos los intérpretes y lectores de este filósofo; es la primera parte de su sistema, es el saber de la verdad intelectiva que deberá recorrer la mente para llegar al reino metafísico de las sombras   conceptuales de la lógica hegeliana. La Fenomenología es el primer tomo de su sistema; la Ciencia de la Lógica debía ser el segundo, parte que no será entregada al editor por no tenerla lista, si bien tenía copiosas notas ya adelantadas.
Según el segundo histérico, y no tan sublime, Lacan, bajo su ojo de psicoanalista profesional, este filósofo sería "el más sublime de todos los histéricos". No quiero afirmar cuan sería pero al leer la obra en cuestión, la Fenomenología, bien podemos advertir que es el producto de una mente atormentada.  No se encuentra en  la sosegada atmósfera del calmo  Erasmo de Holbein, que se nos muestra en una situación atemporal, junto a su pupitre; o la de un Kant a su paso cotidiano por Konisberg e ir perfeccionando sus tres Críticas. Para escribir como escribió bien tuvo que atravesar por crisis y tormentas  intelectuales en su hacer. Desdoblar su intuición, su entendimiento, su razón y su espíritu en las hojas escritas y por lo que narraba,  intuimos y notamos aun pensador en estado febril y efervescente.
  
Centrándonos ahora en la etimología de espíritu, encontramos otros registros del término para  ampliar esta inserción y comprensión del mismo.  El concepto procede del latín spiritus significa aliento o respiro,  y a su vez del verbo spirare (soplar); un spiritus podría tomarse por aquel que está dotado a soplar. Sin embargo se especula que spirare  se construyó de una onomatopeya, procedente del sonido que hacemos al espirar. Otras palabras surgen de esta, como lo es aspirar, suspirar, respirar, transpirar, etc. También encontramos en la antigüedad relacionar alma y respirar. O relacionado con creencias religiosas como soplo de vida (relacionado con anima), como es con los relatos míticos de Prometeo y Jehová en el Génesis del Antiguo Testamento, cuando una divinidad crea  al hombre, muchas veces del barro o del polvo y luego, como ya dijimos antes, sopla para insuflar vida sobre él; ese dios otorga o nos trasmite su aliento, su ánimo, su espíritu y da la vida a Adán soplando, de ahí que mientras tengamos un soplo nos mantenemos con vida, o cual significa que en la muerte hemos perdido, o nos ha abandonado, el soplo divino, pues,  ese soplo: alma, deja el cuerpo y el cuerpo inerte deja ir al alma[2]. Este soplo divino vendrá a engendrar la creencia de la existencia de una entidad inmaterial o una materia muy sutil, inmortal y que abandona al cuerpo en el última expiación (pasando a ser nombrado como alma que es un sinónimo de ánima, etc.: anima> ánima (m)> ánma>álma> en español alma; la palabra ánima procede, a su vez, del vocablo griego ανεμος (anemos): viento). En tanto aliento es tomado como sinónimo de vida, que denota que el alma seguirá viviendo al separarse del cuerpo o cadáver. De spirare al agregarle los prefijos in y ex se referirán a la acción de toda respiración de cualquier organismo con vida: inspirare (inspirar): respirar o soplar hacia adentro; expirare (expirar o exhalar): respirar o soplar  hacia afuera.
En griego la palabra πνεϋμα (pnéuma), es soplo, respiración y a veces viento; de ello deriva el verbo πνέω (neo), que es soplar, respirar. Está referido por los metodistas de Asclepios, y seguidos por  Aristóteles, a la  división anímica y sus variantes, los cuales toman a pnéuma como soplo vital  o principio que anima a todas las partes del cuerpo. Siguiendo esta concepción encuentran que la manifestación de este fenómeno corporal se puede auscultar en el pulso, siendo el mejor recurso para diagnosticar de entonces; en ello se basaron estudios basados en la experiencia y práctica médica conocimientos sobre las pulsaciones cardiacas, su ritmo, su velocidad, su frecuencia, sus alteraciones.  Este término, πνεϋμα (pnéuma),  es el que se usará en el Nuevo Testamento   y a lo largo de la tradición cristiana; el cual procede del verbo pné, soplar, respirar, que también es tomado como aliento, viento, espíritu: como una energía divina o principio que anima a los seres humanos. Sin embargo el término pnéuma usado en el Nuevo Testamento como equivalente a rúaj,  no refiere a que el hombre pueda tener una experiencia  consciente fuera de su cuerpo físico.  Pnéuma también es utilizado y traducido como actituddisposición de ánimo o  estados de sentmiento (por ej. Rom. 12:11). Es usado también para hablar del Espíritu de Dios (1Co. 2:11-14, Ef. 4:30, etc). Será erróneo cuando es referido a fantasma  o espectro, pues en griego se refiere  cuando aparece una imagen al estar soñando o despierto, sea real o imaginario.
Pnéuma  terminó que significó espíritu vital en el primitivo cristianismo del siglo IV d.C., en que los cristianos estaban divididos en diversas sectas o tedencias  en la definición de sus dogmas. En el imperio romano oriental se llamó neumatómacos a los que luchan contra el espíritu, a los grupos seguidores del sacerdote libio Arrio, que negaban, entre otras cosas, la existencia o la divinidad del Espíritu Santo (siendo  uno de los primeros perseguidores casi a muerte por el gran censor  y objetor de consciencias del momento,  buen representante de la Inquisición, ¿san? Agustín) o que Jesús era hijo de dios más no dios, negando su divinidad aunque poseedor de ciertos atributos divinos. Habrá que recordar la locurita que significó lo del Espíritu Santo para entonces, pues la Iglesia decretó que es un sola persona que comprende  a la  divina trinidad: dios padre, hijo y espíritu santo. Siendo dios la fuente, el hijo (Jesús) el camino, y el espíritu  la transmisión.

Por otra parte los hebreos opinaron que el  viento era una presencia de Dios; en las lenguas semíticas (árabe, hebreo y arameo) también relacionan el alma con soplo de vida (lo notamos en las palabas alma {nfs} soplar {nfs} y naríz {‘nf}; la prueba de vida está referido a mantener el soplo de vida, la respiración; como referimos antes, espíritu está referido en latín con respirare y ánimus, ambos relacionados con ανεμος (anemos): viento. El espíritu, en tanto soplo, dador de fuerza y energía, como entidad sutil, será observado como lo que gobierna al cuerpo internamente[3]. El término de alma como “nfsh”, en el hebreo tiene un sentido de algo material, físico, tangible, y no es inmortal. También la palabra es referida a vida, a hombre, en diversas traducciones de los textos  bíblicos.   Encontramos en el Levítico 17:11 un ejemplo de ello: “Porque la vida {nfsh} de la carne está en la sangre, y Yo (Yahweh) se las he asignado a ustedes para que hagan expiación sobre el altar  por sus vidas {nfsh}; porque es la sangre la que realiza la expiación de la vida”[4].
Pero en hebreo y arameo encontramos que  espíritu es referido con el término rúaj,  que, como ya dijimos,  es también viento, aliento.  A diferencia de nfsh (alma), la cual denota un sentido de individualidad y tangibilidad personal, ruáj  indica la chispa o  energía vital  esencial para la existencia individual. Es lo que nos echa a vivir, nos otorga el don de existir como ser individual y vivo. Rúaj será traducido  por espíritu, viento, aliento, en Antiguo Testamento (Gn, 8.1); como vitalidad (Jue, 15:19); valor (Jos, 2:11); ira (Jue, 8:3); disposición (Is, 54:6); carácter moral (Ez, 11:19); y asiento de las emociones (1S. 1:15). Cuando se usa como aliento su uso es indistinto tanto para el hombre como para los animales. El ruaj  humano deja con la muerte, en cierto pasaje, al cuerpo (Sal, 146:4) y vuelve a dios (Ec. 12:7). Pero nunca se usa rúaj para asignarlo a una entidad inteligente y consciente capaz de existir independiente de un cuerpo físico, como pudiera ser cuando es usado, de forma común, como un fantasma; de tener existencia consciente fuera del cuerpo.  Un ejemplo de ello (hay más), está en Génesis 8:1: “Elohim (dios),  se acordó de Nóaj (Noé), y de todos los animales salvajes y domésticos con él en el arca. Y Elohim hizo que soplara  el viento (rúaj: espíritu) por toda la tierra, de modo que las aguas comenzaran a bajar”. O en el mismo libro en 7:15,21,22: “Vinieron a Nóaj (Noé) y entraron en el arca parejas de toda carne en los que había  aliento (rúaj) de vida (…) Y perecieron todos los seres vivientes que se mueven en la tierra –criaturas voladoras, animales domésticos y salvajes, todos los reptiles que se arrastran sobre la tierra y todo hombre. Pereció todo lo que tenía en su nariz el más leve aliento (rúaj)  de vida, todo lo que había en tierra seca”.  En Génesis 1:2 el texto dice; “La tierra estaba sin forma y vacía; la oscuridad cubría  la superficie del abismo y el espíritu (rúaj) de Elohim (dios), se movía sobre la superficie del agua”.
En hebreo se tiene otra palabra para aliento y es neshamah. Cuya significación refiere a ser fuente de  toda vida, principio vitalizador, otorgador del pulso vital, chispa de vida, como es el caso de hacer vivir al cuerpo inerte de Adán gracias al aliento  de dios. El ejemplo es de Job 27:3: “Mientras mi aliento (neshamat) esté en mí, y el espíritu (rúaj) de Elóah esté en mi naríz”. Dar aliento es equivalente a dar vida. Neshamah  es aliento de vida, lo cual no puede ser referido a mente ni a inteligencia. Para esto es otro el sentido de espíritu que va a derivar de estas traducciones del término a lo largo de la historia occidental y su relación con los textos bíblicos.


II
En Hegel el espíritu es un concepto que en sus sistema filosófico es determinante para comprender el devenir del hombre y la realización de lo  absoluto (lo divino), en el mundo. Concuerda con el sentido de lo universal y de las ideas intelectivas, abstractas del hombre por una parte. Pero sólo desplegando lo intelectivo, lo mental y su voluntad es que se cierra el círculo de calidad de verdad. Con la acción del hombre sale a la vida, al mundo, la acción de lo divino a través de la acción contingente humana, convirtiéndose en figuras intelectuales, culturales, políticas, artísticas religiosas al constituirse en una objetividad final.. Por ello el título de su obra  de tránsito a su pensamiento de madurez, la Fenomenología del Espíritu, nos muestra la evolución de su momento más simple a su mayor complejidad  en su aparición a través de la  percepción, conciencia, autoconciencia y razón humano. Cada momento de su aparición se nos explica particularmente, pero no puede dejar de comprenderse y experimentarse sino  como una simultaneidad dada dentro de la condición de la conciencia o mente humana arrojada por la voluntad al mundo en tanto forma. La fenomenología, que sabe que toda conciencia es conciencia de algo, sea de un fenómeno u objeto mental, vendrá a desplegar cómo el llamado espíritu o los contenidos de la mente  vendrán a traducirse en la realidad objetiva en tanto voluntad determinada por la condición de la idea presente en el intelecto pero desarrollado por la acción individual, particular como objetividad  devenida realidad universal, concreta, social convivida como verdad compartida  por los hombres en su conjunto.

El espíritu parte del contenido de  la tradición en que está presente el hombre;   tal espiritualidad humana no permanece  estática, nunca está quieta, ello es lo que pretende examinar Hegel, el devenir del espíritu o de la mente universalidad; y la esencia del ser del espíritu o mente está en su acción. El concepto mismo del Espíritu o Mente, su vida es acción, es decir, devenir, cambio. Y tal cambio o acción tiene una materia existente previa en la que se apoya y proyecta; no  se limita a ser un agregado de materiales nuevos, sino que a partir de lo dado, esencialmente, los elabora y los transforma, es decir, evoluciona; es una materia prima que el espíritu, (gracias al esfuerzo de cada nueva generación), se encarga de enriquecer, metamorfosear y elevar a un plano superior: hacemos de ella algo nuestro, que no es lo que  antes era. La vida del espíritu no  está satisfecha con la sobriedad, sino, al contrario, es esencialmente impulso, siente hambre y sed de verdad, de conocimiento de la verdad.

¿Qué debe circular por nuestra mente en relación a la filosofía? Para Hegel “Lo que tiene que desfilar ante nosotros, en nuestra mente, son los hechos del pensamiento libre”; en cómo  han nacido  y manifestado tales contenidos y actitudes dentro de un pensamiento libre. El filósofo es un representante de la libertad del pensamiento, no del sometimiento del mismo mediante el pensamiento.  Por ello es que tal disciplina es  excelente por dedicarse a lo más noble de todo,  al pensamiento, en indagar cómo y por qué obra y crea un mundo paralelo al natural; para ello hay que emprender en cada uno de nosotros su búsqueda y cómo se encuentra en nosotros. El pensamiento mismo sólo se advierte al crearse; sólo existe y tiene realidad en cuanto se encuentra a sí mismo. Tales manifestaciones de cómo nos hallamos los hombres a sí mismo y a lo largo de la historia, es lo que conforman el profundo río de la filosofía. Hegel pide que antes que nada se tiene que poseer una idea general del conjunto, de la totalidad, para poder entrar en el detalle de cada caso particular; los detalles nos impedirían ver el todo, los árboles nos impedirían ver el bosque: las filosofía nos pedirían ver a la filosofía (LHF:12).  Se exige tener una idea general del fin y la determinación del todo para poder saber qué es lo que se tiene que esperar del saber filosófico en tanto espíritu. Como un todo orgánicamente progresivo, con una cohesión racional entre sus partes.

Del espíritu y de la evoluciónEl concepto de espíritu (o mente), no queda separado de este desarrollo al que referimos antes. Para Hegel el espíritu es conciencia; pudiéramos decir que traduciendo Geist por mente encontramos una ampliación de dicho concepto en alemán. En el  Geist,  en tanto conciencia libre, coinciden en  su desarrollo y en él, tanto el principio y el fin. Al igual que la semilla, al hacerse otro retorna a su unidad primaria; lo que es en sí deviene para el espíritu (o mente) en para sí. Pero aquí hay una aclaratoria respecto a este elemento vivo de la conciencia. Y es que el resultado o fruto de la nueva simiente  contenida en él, no   se  produce para ser lo que era prístinamente, o como primer embrión, sino que  deviene para nosotros. Aquí se complica la formulación del espíritu hegeliano al decirnos que:

“…en el espíritu ambas cosas son la misma  naturaleza y no solamente eso, sino que son la una para la otra, y es ello cabalmente lo que hace que sean las dos un ser para sí. Aquello para lo que lo otro es, es lo mismo que lo otro; sólo así puede ocurrir que el espíritu viva consigo mismo al vivir en el otro. La evolución del espíritu consiste, por tanto, en que, en él, el salir  fuera y el desdoblarse serán, al mismo tiempo, un volver a sí”, (Hegel: Lecc. Hist. Fil. p.27s).


Comprendiendo que el espíritu siempre tendrá que ser un permanente desdoblamiento  que lo lleva a regresar a él. Un retorno  en que lo que llega a tener como final está ya en su principio. Donde no se puede diferenciar para él  el ser otro sino sólo en la medida en que este ser otro es para nosotros, que a su vez no es distinto del espíritu mismo. Este retorno a él es la meta suprema y absoluta según lo descrito por Hegel; es lo único a lo  que aspira y no a otra cosa. ¿Cómo ejemplifica  esta visión filosófica  Hegel que, para él, se lo más verdadero y a lo cual la filosofía debe tender en apropiarse de su devenir?   El delirio místico hegeliano lleva a decir que  todo lo que acontece en la tierra y en el cierto –incluyendo la vida de Dios como todo lo que sucede en el tiempo- tiende, teleológicamente y teológicamente, pudiéramos añadir,  solamente a un fin: el que el espíritu (o mente), se conozca a sí mismo, que se haga objeto para sí mismo, que se encuentre y se devenga a sí mismo, que confluya consigo mismo (LHF:28). Se duplica y enajena a sí para que luego de  su despliegue, vuelva a sí, pueda retornar a sí.  De esta manera es que gana el espíritu (o mente) su libertad; permaneciendo otra vez en sí se siente libre  ya que sólo es libre lo que no se refiere a otra cosa ni depende de ella (idem). De esta forma surge la verdadera convicción  propia. En todo lo que no sea el pensamiento no conquista el espíritu (o mente), esta libertad.  ¿Cómo expone esta condición del espíritu (mente)? Nos dice que cuando intuimos, cuando sentimos, estamos determinados, no somos libres. Seremos libres al adquirir conciencia de estas sensaciones. Incluso la voluntad no es del todo libre, persigue fines y por tanto está determinada, se manifiesta al perseguir un determinado interés; se es libre cuando ese interés es el nuestro; pero estos fines entrañan siempre, además, algo distinto, algo que es para nosotros otra cosa que lo nuestro, instintos, inclinaciones, etc. Sólo en el plano del pensamiento desaparece, se evapora todo lo extraño, el espíritu (o mente), aquí, es absolutamente libre. Con lo cual queda proclamado, al mismo tiempo, el interés de la idea, de la filosofía. Como vemos, el interés de la filosofía se centra en este retorno al pensamiento en tanto que llega a ser consciente de sus propias sensaciones, intuiciones, voluntad determinada por fines (conceptos) ajenos (en parte) a él. La filosofía se centra en el trabajo de recorrer en la mente (en  tanto espíritu) ese extrañamiento o enajenación que implica colocar al otro en la conciencia, siendo ese otro producto de sí mismo, pero que en su evolución en tanto idea, debe desaparecer como ajeno a él al alcanzar una libertad absoluta.  El espíritu (o mente) no actúa nunca como conciencia individual, aunque pareciera que fuera así, lo cual será lo propio de la conciencia ingenua, la del sentido común. El espíritu, en su desplegarse, en sí es universal, concreto, y con ello abarca todos los instantes y modalidades en relación a la idea que deviene en su desarrollo a ser su objeto; este captarse a sí mismo es, al mismo tiempo, un progresar henchido de la realidad total, desarrollada. No sólo presente  en una conciencia individual sino  que aparece como espíritu universal manifiesto en toda conciencia o en un grupo humano determinado en su historia, mostrando la riqueza (o la pobreza, en otros casos) de sus  formas.
La evolución del en sí (de la naturaleza interna en tanto voluntad del hombre), no puede presentarse como una actividad formal sin contenido, sin un llegar a una toma de conciencia. La actividad no tiene otra determinación que la actividad y ello  fija la naturaleza general del contenido. Ser en sí y para sí son los componentes de toda actividad; toda acción encierra esos dos momentos distintos pero complementarios uno al otro. Ambos forman una unidad esencia, tal unidad de lo distinto (un en sí y un para sí), encierran lo que Hegel distingue como lo concreto. La acción se concreta al arrancar del ser en sí,  que es el sujeto del que arranca  toda manifestación; el producto final de algo tan  concreto como la actividad misma y de la que arranca. Es aquí que exige comprender el difícil momento en que todo termina siendo lo mismo y algo otro en su final, siendo ambas una sola, la cual termina siendo una tercera cosa: en cuanto que lo uno está en lo otro y es consigo mismo y no fuera de sí. Es por lo que la idea se convierte en algo concreto en cuanto a su contenido pues  requiere ese en sí  pero que a la vez se manifiesta y desprenda como algo para ella.
Toda esta espectacular presentación de la idea  para la filosofía pareciera terminar siendo una mera abstracción, una vacía generalidad. Donde lo contrario, la intuición, la conciencia empírica, los sentimientos es realmente lo concreto del pensamiento filosófico, el reino determinado de suyo. Pero la filosofía para Hegel sólo se mueve en el campo del pensamiento,  y trata, por tanto, sobre generalidades: su contenido es algo abstracto, pero sólo en cuanto a la forma, en cuanto al elemento (LHF:29). Pero resulta que la idea nos la presenta como lo más concreto (lo histórico), que tiene el conocimiento filosófico puesto que es la unidad de múltiples determinaciones. Es lo que distingue al conocimiento racional del  conocimiento puramente intelectivo.  Recordar que la filosofía tiene, a diferencia del entendimiento (lo intelectivo),  precisamente en mostrar, presentar que la verdad, la idea no está centrada en vacías generalidades abstractas, sino en un algo general que es, para el pensamiento,  lo particular, lo determinado.
Hegel afirma que cuando la verdad es abstracta no es verdad. La sana razón humana tiende a lo concreto. El entendimiento es lo que produce toda teoría abstracta, formal, no verdadera, exacta únicamente para la cabeza y, entre otras cosas, no  requiere de la acción, es no práctica. De esta forma la filosofía huye de lo abstracto como de su gran enemigo y nos hace retornar a lo concreto. Pensar la idea estáticamente es reducirla a una atemporalidad, es retenerla bajo la  forma de lo inmediato, lo cual no es sino la intuición interior de la idea en el pensamiento. La idea concretaes una unidad de términos distintos, contrapuestos; ella no es estática, como tampoco su existencia no es mera intuición abstracta, sino evolución a partir de ella misma y es existencia y exterioridad en el elemento del pensamiento, presentando su progreso en el tiempo.
El movimiento de lo concreto es la combinación de la evolución con lo concreto. Lo concreto deviene para sí gracias al devenir de la evolución, apareciendo algo distinto de sí pero que ya estaba en su inicio, en lo uno originario. Lo concreto es simple, por contener lo originario pero a la vez distinto, por ser diferente a ese comienzo que da inicio al proceso pero que ambos conforman una unidad. Lo concreto es, por tanto, simple y, al mismo tiempo, a pesar de ello, distinto. Gracias a esta contradicción implícita en lo concreto es lo que da fuerza para que la evolución de la acción o dinámica de origen a las diferencias. En esto consiste la vida tanto la natural como la de la idea, la del espíritu dentro de sí. Es por lo que la idea no es algo abstracto sino concreto en tanto mente o espíritu desarrollado en tanto realidad; no es una suprema esencia platónica. La verdad no es quietud sino al contrario, movimiento, proceso dentro del  espíritu, sobre la sustancia del mundo en su quietud; la diferencia es lo que termina creando la unidad total y concreta de todo ser otro.

Con estas apreciaciones y precisiones etimológicas y filológicas del concepto de Espíritu hemos querido presentar una alternativa a dicho término  en este pequeño ensayo dentro de la filosofía hegeliana, la cual se caracteriza por mostrarlo como determinante para el desarrollo del mundo y de la conciencia en tanto despliegue de la libertad de las formas producidas por la mente  en su relación con la evolución de la realidad producida; trabajo del filósofo será hacerlo (auto)consciente. No obstante siempre hay un remanente teológico más que antropológico en esta concepción filosófica, pues para Hegel el despliegue de la historia debe ir sucediendo por medio de una evolución a una mayor complejidad del espíritu o mente sobre el mundo en tanto presencia de lo absoluto, lo divino; ilusión instalada en tanto esencia de la conciencia del hombre.




[1] Estas referencias se encuentran en la obra de Karl Rosenkranz Georg Wilhelm Friedrich Hegel’s Leben, Berlin, 1844, p. 162.
[2] Hay que referir  que en griego nunca se uso el término  alma. Se usa el término ψυχή (psique), que además significa mariposa, un anima(L) que habita y se traslada sobre el viento.
[3] Para esta exposición hemos  consultado al diccionario etimológico  de la web http://etimologias.dechile.net/, el 24/04/2014.
[4] Para fijar el término en hebreo he seguido la interpretación que da Martin Gondra en su estudio: “Etimología de las palabras traducidas en la Biblia como "espíritu" y "alma" “, en: http://www.labibliaeterna.org/secciones/la_muerte/definiciones.php, visto el 25/04/2014.



Bibliografía 

De G.W. F. Hegel:

-- Fenomenología del Espíritu. F.C.E. México, 1978.
--Lecciones de la Filosofía de la Historia. Ed. Revista de Occidente. Madrid, 1974.

¿Libertad humana o política?

De la desobediencia Civil

María Eugenia Cisneros




La marcha a pie puede también ser un preludio al aprendizaje de la libertad, e imponerse como el primer paso de un acto de resistencia […] pues caminar es además un llamado a la unidad en medio de la multitud. La marcha alude al movimiento, es decir, a la acción. Cuando toda la sociedad se mueve, y no ya el individuo solo, se genera el movimiento social: la marcha como actitud política.

“El arte de deambular en libertad”
Franck Michel


La desobediencia civil exige el paso de la libertad como condición humana (individuo-conciencia) a la libertad política (público-acción). El énfasis de este trabajo estará en mostrar la importancia de la manifestación de la voz interior, de la asunción de la conciencia, para construir la libertad como condición humana individualmente. Este despertar en cada individuo es necesario para que la desobediencia civil como una forma de resistencia pueda pasar del ámbito privado a lo público
La desobediencia civil es una forma de acción imaginativa individual, social y política cuyo fundamento lo constituye la libertad, esta práctica inicia con el individuo y sus obras imaginativas particulares. Para que llegue a ser un hecho político primero tiene que ser un acto individual anónimo y desconocido porque implica la consulta, a sí mismo, de decidir sí voluntariamente se asume el riesgo que significa resistir al poder en nombre de la libertad[1]: “El antropólogo Leroi-Gourhan decía que antes de unir la acción a la palabra, el hombre comienza por los pies. La caminata nos recuerda nuestra condición de bípedos y lo que ella nos permitió lograr: nuestras civilizaciones…”[2].
La libertad está en peligro cuando los fundamentos democráticos han desaparecido. En este contexto, la desobediencia civil constituye un instrumento que genera la propia democracia[3] para salvarse a sí misma y los llamados a recuperar, proteger y profundizar los principios y valores democráticos son los ciudadanos[4]. De esta manera, la desobediencia civil es un deber y un derecho, un derecho porque como individuos sociales tenemos la facultad de estar en desacuerdo con las situaciones injustas ocasionadas por el ejercicio arbitrario del poder. Es un deber porque como individuos sociales estamos llamados a defender nuestra libertad[5].

Con nosotros […] surge la libertad y, al mismo tiempo, la ineludible obligación de defenderla hasta la muerte. Cuando los hombres pretendemos olvidar tal obligación, la naturaleza, por medio del comportamiento de los animales no racionales (en los cuales obra un modo directo o instintivo), se encarga de hacérnosla presente y hacer resonar en nuestras mentes el grito de «¡Viva la libertad!»[6]

Oponerse al poder en defensa de la libertad despierta primero el fuero interno como individuo en el ámbito privado, se trata en principio de resguardar mi libertad. Luego, al darme cuenta que soy un individuo social, que soy parte de lo común, entonces comprendo que la protección de mi libertad, también, consiste en salvaguardar la libertad de los otros porque es una toma de conciencia que se produce en la experiencia. “Resistencia solitaria no desprovista de nostalgia, la caminata es siempre un paso dado en dirección del otro; un encuentro que requiere un esfuerzo; una terapia a la vez psicológica y física…”[7].
El acto imaginativo mediante el cual se busca amparar la libertad individual se hace presente en lo imaginario. El ejercicio de la libertad como condición humana surtirá sus efectos en la experiencia, en la cotidianidad[8]. Por esta razón, afirmo que la desobediencia civil para que se transforme en una acción imaginaria social primero debe expresarse en las prácticas imaginativas individuales de la libertad como condición humana[9], y ¿qué hace que en el individuo nazca la conciencia de la libertad como condición humana? Respondo con las siguientes palabras: existen hombres que les ha ocurrido “…alguna vez, que tenga el tremebundo confrontación consigo mismo y vea, cuando menos el destello fugaz de una intuición momentánea, la contingencia de su absurda existencia, acechada continuamente por todo género de peligros, condenada a dejar de ser, finita”[10]. Es en ese momento cuando decide luchar contra la injusticia, abandona el silencio y se muestra visiblemente en la acción.
Sócrates constituye un ejemplo de manifestación de la libertad como condición humana, en él, esta libertad, se conforma por su voz interior, dios y genio. En el diálogo de Platón Defensa de Sócrates[11], se advierte la resistencia que ejerce Sócrates de cumplir órdenes que de acuerdo con la ley son injustas. Para Sócrates lo fundamental consiste en obedecer y defender la ley porque esta garantiza la justicia.

...Y en verdad que podría tal vez decirme alguien: «¿No te avergüenzas, Sócrates, de haber observado una conducta tal, que ahora te pone en peligro de muerte?» A ese yo le replicaría con toda razón: «Estás en un error, amigo mío, si crees que un hombre que valga, por poco que sea, ha de pararse a considerar los riesgos de muerte, y no ha de considerar solamente, cuando obra, sí lo que hace es justo o no lo es y si es propio de un hombre bueno o de un hombre malo [...] tal vez parezca chocante el hecho de que yo, como es sabido, vaya por doquier aconsejando en privado del modo referido y metiéndome en cosas ajenas, y, en cambio, no me atreva a subir a vuestra Asamblea para aconsejar públicamente a la ciudad. Mas la causa de ello es lo que muchas veces me habéis oído decir en muchos lugares, que sobre mí siento la influencia de algún dios y de algún genio [...] se trata de una voz que comenzó a mostrárseme en mi infancia, la cual, siempre que se deja oír, trata de apartarme de aquello que quiero hacer y nunca me incita hacia ello. Eso es lo que se opone a que yo me dedique a la política, y me parece que se opone con sobrada razón [...] necesario será que el que quiera verdaderamente luchar en defensa de los justo, si pretende sobrevivir algún tiempo, por poco que sea, actúe en privado y no en público [...] yo no puedo ceder ante nadie por temor a la muerte en contra de la justicia, y que soy capaz de morir antes de ceder [...] el único cargo público desempeñado por mí fue el de miembro del Consejo, y ejercía la «pritanía» nuestra tribu Antióquide, cuando vosotros quisisteis que se juzgase conjuntamente a los diez generales que no recogieron a los caídos en la batalla que sabéis, modo de juzgar contrario a las leyes, como posteriormente todos considerasteis. En aquella ocasión yo fui el único de los pritanos que se opuso a que procedieseis en desacuerdo con las leyes y el único que votó en contra vuestra. Pese a que los políticos estaban dispuestos a presentar denuncia contra mí y conducirme ante los jueces correspondientes, y a que vosotros los animabais a ello gritando, yo estimé que debía correr aquel riesgo sin apartarme de la ley y de lo justo antes que, por temor a la prisión o a la muerte, ponerme de vuestro lado en ocasión de que vuestros proyectos no estaban de acuerdo con la justicia. Ocurrió esto cuando la ciudad estaba aún gobernada por el régimen democrático. Cuando se instauró el régimen oligárquico, los Treinta, a su vez, me mandaron llamar junto con otros cuatro a la Rotonda y nos ordenaron traer de Salamina a León el salamino, para su ejecución; esta orden fue una de las muchas dadas por aquellos a muchos ciudadanos con la intención de propagar las responsabilidades entre el mayor número posible de atenienses. Entonces demostré nuevamente de hecho -no de palabra- que la muerte no me importa [...] y que todo mi interés está en no cometer ninguna acción injusta ni impía. En efecto, aquellos gobernantes, pese a la violencia con que salían actuar, no me intimidaron, no me movieron a llevar a cabo un acto injusto; lejos de eso, cuando salimos de la Rotonda, los otros cuatro marcharon a Salamina y trajeron a León, en tanto que yo me dirigía a mi casa, y tal vez por eso habría sucumbido yo si aquel gobierno no hubiese sido derrocado poco después...[12]

Sócrates no escribió. Su ejercicio filosófico consistió en el diálogo ¿Por qué Sócrates prefirió la conversación directa con su interlocutor? ¿Por qué Sócrates no escribió? En el Fedro, Platón coloca las siguientes palabras en boca de Sócrates:

Lo terrible en cierto modo de la escritura, Fedro, es el verdadero parecido que tiene con la pintura: en efecto, las producciones de esta se presentan como seres vivos, pero si les preguntas algo mantienen el más solemne silencio. Y lo mismo ocurre con los escritos: podrías pensar que hablan como sí pensaran; pero si los interrogas sobre algo de lo que dicen con la intención de aprender, dan a entender una sola cosa y siempre la misma. Por otra parte, una vez que han sido escritos, los discursos circulan todos por todas partes, e igualmente entre los entendidos que entre aquellos a quienes nada interesan, y no saben a quiénes deben dirigirse y a quiénes no. Y cuando los maltratan o los insultan injustamente tienen siempre necesidad del auxilio de su padre, porque ellos solos no son capaces de defenderse ni de asistirse a sí mismos[13]

En la visión de Sócrates, la escritura imposibilita el intercambio vivo y libre de reflexiones, el compartir como personas capaces de socializar, sentir y pensar. El mirarse el rostro mientras se habla, ver la expresión del interlocutor, las preguntas que surgen en ese momento, lo cálido del despertar hacia el asombro, el darse cuenta que no se sabe, comenzar a dudar de lo que creía saber, las propias preguntas mediante el diálogo es una experiencia única que sólo se halla en el contacto directo entre personas. Ante el escrito, la actividad es distinta. Como receptores de una información se analiza desde la individualidad en forma de monólogo y en soledad. El saber humano no es individual exclusivamente. El saber práctico es social[14] .Por esta razón, lo que se conoce de Sócrates es mediante un esfuerzo de reconstrucción histórica atendiendo a los escritos de Platón, Jenofonte, Aristófanes y las imágenes variadas de sus discípulos Esquines, Antístenes y Aristipo sólo por mencionar algunos[15].
Lo que me interesa destacar, volviendo a la cita de la Apología de Sócrates, es que Platón indica que al filósofo ateniense se le manifestaba una voz interior que le orientaba en su comportamiento alejándole de cometer actos injustos. En otras palabras, en aquellas situaciones que exigen tomar postura a Sócrates se le presentaba un dios o un genio en su recóndita intimidad y cuyas palabras lo dirigían a realizar acciones conforme a la justicia y la ley. Por esa voz interior, se negó a juzgar a los diez generales que ganaron en la batalla de Arginusas. Se trataba de un acto injusto que no estaba contemplado en la ley. El hecho es que los generales ganan la batalla y de regreso para Atenas son sorprendidos por una tempestad que causó que varias de las naves naufragaran. Los generales se vieron impedidos de rescatar a los compañeros y sobrevivieron. Por tal motivo, los políticos de aquel momento, solicitaron que se juzgase a los generales sin derecho de defensa, a lo que Sócrates se negó por ser contrario a la ley y en consecuencia injusto. Similar situación se presentó con León de Salamina quien luchaba contra la tiranía de los treinta. Los tiranos querían enjuiciarlo y condenarlo a muerte sin derecho a la defensa, a lo que nuevamente se opuso Sócrates por tratarse de una arbitrariedad del poder político.
Como se puede apreciar, Sócrates es el único que en una toma de decisión individual orientada por su dios, genio, voz interior, conciencia, libertad como condición humana, se atrevió a desobedecer las órdenes de los que se encontraban en el poder en ese momento. No lo hizo con violencia, tampoco enfrentándose con armas a los que se encontraban en el poder. Sencillamente se negó a cumplir las órdenes porque estaban al margen de la ley. La desobediencia civil comienza por ser un acto de conciencia, moral y ético.
Thoreau, evoca su libertad como una condición construida por sí mismo, como motor inicial para oponerse a los actos arbitrarios. Lo que el mencionado escritor expresó como el deber de la desobediencia civil.
Cuenta Thoreau en Walden o la vida en los bosques, el siguiente relato:

Una tarde, hacia finales del primer verano, que fui al pueblo a buscar un zapato que tuve que remendar, fui prendido y encarcelado porque [...] no había pagado impuestos ni reconocido la autoridad de un Estado que compra y vende hombres, mujeres y niños a la puerta del Senado, como de si ganado se tratara. Yo había ido a los bosques con otros propósitos. Pero, dondequiera que uno vaya, los hombres le perseguirán y sacudirán con sus sucias instituciones, y si pueden, harán por inscribirle a la fuerza en su desesperada sociedad de Odd-Fellows. Cierto, yo podía haberme resistido a la fuerza, con mejor o peor resultado, podía haber desatado un verdadero "amok" contra la sociedad, pero preferí que fuera ésta, desesperada, la que me lo infligiera a mí. Con todo, fui soltado al día siguiente, recuperé mi zapato reparado, y regresé a los bosques a tiempo de hacerme con mi provisión de gayubas en la colina de Fair Haven. Jamás fui molestado por persona alguna salvo por aquellas que representaban al Estado...[16]

Thoreau fue encarcelado por negarse a pagar impuestos al Estado. En esa época, el Estado utilizaba el dinero proveniente de los impuestos para mantener la institución de la esclavitud de los negros y la compra y venta de esclavos. Cuestión que estaba amparada por la ley. Sin embargo, Thoreau consideraba tal sumisión injusta, ilegal e ilegítima. Se opuso a contribuir en mantener a seres humanos como siervos. No se enfrentó con violencia, con armas. Tan solo se negó a pagar los aranceles y asumir las consecuencias de su decisión[17]. Actuó según su conciencia. Y su acción pacífica tuvo tales efectos que por ello lo apresaron: "...No es sino hasta que nos hemos perdido, en otras palabras, hasta que hemos perdido el mundo, que empezamos a encontrarnos a nosotros mismos y que nos damos cuenta de dónde estamos y del infinito alcance de nuestras relaciones".[18]
En este contexto, es pertinente mencionar el caso de Franklin Brito[19], año 2010. Brito, ciudadano venezolano que decidió ejercer la desobediencia civil en contra de la arbitrariedad del gobierno bajo el mandato del Presidente Hugo Rafael Chávez Frías. Franklin Brito inició una huelga de hambre por la negativa del gobierno a reconocerle formalmente la titularidad sobre sus tierras como lo establece la ley. Se trata de la resistencia civil como manifestación en el campo de lo imaginario como imagen o figura. Cada vez que en los periódicos se mostraba una foto de Franklin Brito donde se percibía el deterioro físico, o donde se observaba cómo el cuerpo se consumía por sí mismo, se captaba la huelga de hambre como imagen. Esta imagen para los venezolanos tiene significación: por un lado, la lucha de un ciudadano venezolano por el respeto a sus derechos, al cumplimiento de la ley y al estado de derecho. Por el otro, un gobierno arbitrario, que anula el estado de derecho y se muestra indiferente ante este acto. Esta acción de Brito como imagen tiene un peso específico en el por hacer de lo imaginario, toda vez que representa una de las formas de acción individual con implicaciones en lo social por la lucha en pos de la reconquista de la libertad.
Franklin Brito, quien había protestado por el “decomiso”, por parte del gobierno, de sus tierras productivas, inició varias huelgas de hambre que culminaron con su deceso.


1) Historia de Franklin Brito[20]

“Año 2004, Franklin Brito inicio por primera vez una huelga en la Plaza Miranda de Caracas en protesta por su despido "injustificado" y el de su esposa del Ministerio de Educación y por la expropiación de un terreno de su propiedad en el estado Bolívar. Posteriormente se traslada al Tribunal Supremo de Justicia donde se corta un dedo radicalizando así su protesta y la falta de respuesta de los organismos oficiales a su caso.
Año 2005, el INTI ratificó la propiedad privada de Brito al otorgarle el registro agrario correspondiente y verificó nuevamente que no existiera solapamiento alguno con los documentos de sus vecinos. No obstante, Brito apeló ante las instancias judiciales pero su requerimiento fue declarado sin lugar al comprobarse que disfrutaba plenamente de las garantías de propiedad de sus tierras. La respuesta del productor agropecuario a la decisión de la justicia venezolana fue mutilarse un dedo (meñique) el 11 de noviembre de 2005 ante las cámaras de televisión.
Año 2006, las autoridades devolvieron a Brito su terreno, pero no revocaron las cartas agrarias mediante las cuales su fundo la "Iguaraya" fue invadido. Además, recibió una indemnización de 150.000 mil bolívares.
Año 2007, Brito acudió al Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) para solicitar un recurso de amparo, el cual fue negado. En el año 2008 el Gobierno Bolivariano decidió otorgar de manera gratuita una serie de beneficios sociales y de apoyo a la producción en vista del estado de salud del ciudadano Franklin Brito, lo cuales fueron:
- Se deforestaron 40 hectáreas. - Se entregó un tractor y una rastra. - Reparación de vehículo personal del Sr. Brito. (Caja y Motor) - Se le entregaron insumos agrícolas para 11 hectáreas de melón y 11 hectáreas de patilla. - Exoneración de un crédito de FONDAFA que tenía el Sr. Brito. - Se entregaron enseres domésticos varios (cocina, nevera, comedor, etc.).5 1 2
El 2 de julio de 2009, Brito inició una huelga de hambre en la sede de la Organización de Estados Americanos (OEA) en Caracas que se extendió por 154 días, tras lo cual el INTI se comprometió a anular las cartas agrarias.
4 de diciembre de 2009, el Instituto Nacional de Tierras (INTI) emitió un acto administrativo mediante el cual anuló las cartas agrarias de los terrenos que abarcaron las tierras de Brito. Franklin Brito insiste en que la revocación de las cartas agrarias no es legal y se niega a recibir la indemnización que le ofrecieron porque consideraba que el proceso no se realizó por los canales regulares. Días después, inició una nueva huelga en la sede de la OEA.
13 de diciembre de 2009, efectivos de la Policía Metropolitana (PM) se presentaron en la sede de la OEA en Caracas y se llevaron a Franklin Brito al Hospital Militar. Sus familiares y su abogado indicaron que el traslado del biólogo fue contra su voluntad y que éste se negaba a recibir tratamiento médico y a consumir alimentos.
14 de diciembre de 2009, la Defensora del Pueblo, Gabriela Ramírez, manifestó que Franklin Brito no presenta "la mejor condición mental" y aseguró que las demandas del agropecuario han sido satisfechas. Indicó que se sugirió la intervención de las autoridades en el caso para preservar la vida de Brito. Informes de la Cruz Roja, el Hospital de Clínicas Caracas y el Colegio de Psicólogos afirman que Brito está en pleno uso de sus facultades mentales.
27 de diciembre de 2009, Franklin Brito envió una carta a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) para que este organismo intercediera a su favor y dictara una medida cautelar que le permitiera salir del Hospital Militar.
14 de enero de 2010, La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) otorgó medidas cautelares a favor de Franklin Brito mediante las que se insta al Gobierno de Venezuela a que permita "el acceso, tratamiento y monitoreo de la situación de Franklin Brito por un médico de su confianza y/u ofrecido por la Cruz Roja Internacional".
1 de marzo de 2010, Franklin Brito decida retomar su huelga de hambre argumentando que el INTI no ha cumplido con lo que le prometió en el mes de diciembre y que existen actos de corrupción en la invasión de su fundo. Asimismo, rechaza que se le mantenga en el Hospital Militar.
5 de mayo de 2010, Brito cumplió 143 días de estar recluido en el Hospital Militar y 65 días de haber retomado su huelga de hambre. Se niega a recibir alimento e hidratación.
22 de mayo de 2010, Franklin Brito exige que se legalice la carta agraria que recibió sobre la titularidad de sus tierras y la indemnización del INTI. Aseguró que el dinero que recibió del Instituto de tierras no tiene soporte legal y que por eso no lo recibe. Afirma que no hay documentos que avalen que los insumos, el tractor y los cheques que le dieron sean legales.
5 de junio de 2010, Ángela Brito, hija del productor agropecuario, indicó que el estado de salud de su padre es delicado. Señaló que Brito cumple ahora una huelga de sed, que ha comprometido a sus riñones.
8 de junio de 2010, familiares y miembros de la sociedad civil solicitaron al Tribunal 23 de Control que permita que personal de la Cruz Roja Internacional atiendan a Franklin Brito, tal y como lo acordó la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) en las medidas cautelares otorgadas a favor del biólogo en enero.
12 de agosto de 2010, Brito radicalizó su huelga. Su hija anunció que suspendería el suero y sólo tomaría agua.
17 de agosto de 2010, su hija Ángela informó que el estado de salud de su padre era sumamente delicado y se agravaba cada día más. El peso de Brito era de 38 kilos y su masa corporal no alcanzaba el 10%.
20 de agosto de 2010, desde ese día Brito estuvo en un coma inducido en Terapia Intensiva.
30 de agosto de 2010, fallece Franklin Brito en el Hospital Militar de Caracas. Los primeros informes señalan que sufrió un infarto.
El pasado sábado Humberto Márquez había analizado el caso de Franklin Brito, desde el inicio de la huelga del productor agropecuario hasta lo que pudo conocer ese día, e hizo, sin saber que sería profético, un paralelismo entre el venezolano y Orlando Zapata Tamayo, el albañil cubano que falleció tras una prolongada huelga de hambre.
“El último año la opinión internacional ha sido sacudida por huelgas de hambre para exigir derechos fundamentales, como la del periodista cubano Guillermo Fariñas, quien ayunó en demanda de que presos políticos fueran excarcelados (…) el caso del encarcelado albañil cubano Orlando Zapata Tamayo, quien protestó por las condiciones de detención en Cuba, resultó trágico pues falleció el 23 de febrero de 2010 al cabo de 83 días en huelga de hambre”, dijo en su reporte.
Lea la nota completa tal y como la publicó IPS Noticias:
Franklin Brito mide 1,90 metros y ya pesa menos de 35 kilogramos. Permanece en estado crítico en el Hospital Militar de la capital venezolana, como consecuencia de largas huelgas de hambre en reclamo de derechos sobre un establecimiento rural de su propiedad.
“Está muy mal. Dejó la huelga de sed y recibe hidratación, pero no puede moverse ni hablar. Tiene deficiencia respiratoria, pulmonía, hipotermia y daños en órganos como hígado y riñón”, dijo a IPS el viernes su hija, Ángela Brito.
Desde 2005, Brito ha hecho seis huelgas de hambre. Al cabo de la primera se amputó un dedo y así llamó la atención del presidente de Venezuela, Hugo Chávez, quien ordenó atenderlo. Otro ayuno lo hizo a las puertas de la oficina en Caracas de la Organización de los Estados Americanos (OEA), que se ha interesado en su caso. Durante la penúltima huelga, en diciembre de 2009, un tribunal acogió el pedido de la Fiscalía General de la República, que consideró a Brito “inhabilitado desde el punto de vista médico”, con una “disminución de su capacidad”, y ordenó llevarlo, contra su voluntad, de las cercanías de la OEA al Hospital Militar.
“Aquí me tienen, más que preso, secuestrado, sin haber cometido yo delito, por protestar con un ayuno”, dijo entonces Brito. Rehusó ser tratado por médicos militares y obtuvo que le atendiesen galenos de la Cruz Roja, mientras, a sus 49 años, perdía cada vez más peso y condiciones físicas. En 2009, Brito expuso en un vídeo, disponible en el portal YouTube, el caso de su establecimiento Iguaraya, de 290 hectáreas en la sudoriental Guayana, cercano a Ciudad Bolívar y a unos 500 kilómetros de Caracas. Según su versión, el problema comenzó cuando en 2000 se manifestó contrario al proyecto de un alcalde de la zona para fumigar plantaciones de ñame (Dioscórea).
Brito habría propuesto sembrar variedades del tubérculo más resistentes a plagas, y el financiamiento del proyecto de la alcaldía se desmoronó. El productor agropecuario y su esposa, Elena Rodríguez, fueron despedidos de las escuelas públicas donde eran docentes.
Posteriormente, algunos cultivadores reivindicaron usar parte de las tierras de Brito y el estatal Instituto Nacional de Tierras (INTI) les adjudicó cartas agrarias.
La carta agraria es una figura del decreto-ley de tierras mediante la cual las familias campesinas son autorizadas a ocupar y cultivar predios cuya propiedad sigue siendo estatal y es administrada por el INTI. Mediante este plan se ha ocupado 2,9 millones de hectáreas, principalmente grandes posesiones que estaban en manos de particulares que no han podido probar su pertenencia, a juicio del Instituto, una cadena de títulos que demuestren su carácter de propiedad privada desde antes de 1848, cuando se dictó la primera ley agraria en Venezuela. Decenas de miles de familias han recibido cartas agrarias sobre 1,9 millones de hectáreas, con un sostenido debate sobre su eficacia para la seguridad y soberanía alimentaria en este país que importa entre 60 y 70 por ciento de sus alimentos. Brito reclamó ante el Poder Ejecutivo, la Defensoría del Pueblo y tribunales agrarios y ordinarios, hasta llegar al el Tribunal Supremo, por la medida que redujo su propiedad y la aisló con cartas agrarias sobre la vía de acceso al establecimiento.
Al paso del tiempo demandó también compensaciones por los daños causados. Como no tuvo éxito, pasó a la protesta mediante huelgas de hambre que ocasionaron a su salud daños ya considerados “irreversibles” por médicos y familiares.
En 2005 hubo un acuerdo parcial del gobierno de Chávez con Brito, y se le reconocieron las deudas salariales como maestro a él y a su esposa. En 2007 un acuerdo más amplio le permitió el uso de todas sus tierras y se le entregaron dinero, un tractor y enseres. Pero las autoridades rehusaron entregarle a Brito documentos que explicasen las donaciones como compensación o reparación por los daños causados. “Si me los hubiesen entregado habrían reconocido que no resolvieron el problema cuando pudieron y así el presidente (Chávez) quedaría como una mala persona”, según el productor. Brito rechazó entonces el dinero y los bienes que le entregaban “para no hacerme cómplice de algún hecho de corrupción” y regresó a la protesta. El tiempo no ha hecho sino agravar las posiciones.
“Ha pasado tanto tiempo y se nos han cerrado tantas puertas que ya estamos convencidos de que solamente el presidente, con el poder que tiene, es el único que puede resolver el problema”, dijo a IPS la esposa del productor. El INTI declaró que desde 2006 certifica que no existe solapamiento de tierras sobre el fundo Iguaraya, estableció una servidumbre (permiso) de paso en la vía, reparó cercas, deforestó espacios para siembra y “el gobierno bolivariano decidió entregar en forma gratuita una serie de beneficios”, como vehículos, enseres e insumos. El ministro de Agricultura, Juan Carlos Loyo, ex director del INTI, visitó a Brito este mes para tratar sobre un posible nuevo acuerdo, pero el agravamiento de la salud del productor no permitió hacer avances. “En respeto a las cosas que me dijo, me voy a abstener de decir lo que conversamos”, declaró Loyo, y reiteró que sobre el establecimiento Iguaraya “no existe ninguna ocupación ilícita, expropiación ni ningún tipo de afectación de las que comúnmente muchos medios privados se hacen eco, confiscaciones o cosas por el estilo”.
Marino Alvarado, coordinador de la organización humanitaria Provea, dijo a IPS que “realmente nunca hubo voluntad política para resolver este caso, que se ha debido manejar desde una mesa de diálogo desde mucho antes de llegar a estos extremos”.
“El traslado forzoso de Brito al Hospital Militar violó su derecho a la libertad personal”, sostuvo Alvarado, aunque el hábeas corpus que interpuso contra ese internamiento fue rechazado por la Corte de Apelaciones de Caracas.
Prelados católicos y políticos de oposición han pedido a Chávez que “no deje morir a Franklin Brito” y acceda a revocar las cartas agrarias en manos de vecinos, que solaparon su fundo, y se reconozca que hubo errores al manejar el caso.
Un grupo de organizaciones civiles reunidas en el Foro por los Derechos Humanos y la Democracia pidieron a la senadora liberal colombiana Piedad Córdoba, aliada política de Chávez, que intervenga para resolver el caso del productor agropecuario. El último año la opinión internacional ha sido sacudida por huelgas de hambre para exigir derechos fundamentales, como la del periodista cubano Guillermo Fariñas, quien ayunó en demanda de que presos políticos fueran excarcelados, y la activista saharaui Aminatou Haidar, quien reclamó desde España su derecho de regresar a El Aaiún.
El caso del encarcelado albañil cubano Orlando Zapata Tamayo, quien protestó por las condiciones de detención en Cuba, resultó trágico pues falleció el 23 de febrero de 2010 al cabo de 83 días en huelga de hambre.
Por Humberto Márquez
Vía IPS Noticias”.



El caso de Franklin Brito muestra la figura del líder, militar, caudillo, cegado por el poder, embaucador del pueblo que sólo lo utiliza para preservar su mando. Busca eliminar la libertad y el derecho de los dominados. Todas sus acciones están al margen de la ley. Esta situación no es nueva en nuestro país. El cuento de Cecilio Acosta “Los espectros que son, y un espectro que ya va a ser”, relata el vicio intrínseco en la sociedad venezolana:

…«Pues bien», exclamó la Presidenta dirigiéndose al traidor, que temblaba de miedo, y rechinando de gozo la osamenta del carnero, «tú eres acusado de varios capítulos: de vida póstuma que debes a caldos y otros artificios, y que mantienen sin empleo en el lugar de los castigos, las camisas de fuerza preparadas y los azotes que mereces, de fraude porque has vivido engañando, de hipocresía porque has vivido fingiendo, de codicia porque has vivido malamente acumulando, de lesa libertad porque has sido su burla, de leso pueblo porque has sido su embaucador, de lesa patria porque has sido su enemigo, de lesa literatura porque has sido su tormento y de lesa moral porque has sido su escándalo y su ruina. Salgan los acusadores» [...] y «tú», le dijo, «no has hecho hasta ahora más que embaucar a los simples con frases hidrópicas y palabras huecas. ¿Cómo ha sido eso?»
-«Muy fácil: con vivan los derechos del pueblo, en que nunca he creído, viva la libertad (dicho esto con voz de garganta y no de pecho), y con las expresiones ampulosas de la razón pública, el volumen de las ideasla conciencia graníticael pabellón de los libresla tiranía domésticalas faldas del Pichinchael desierto de Sechura, mezclado todo con algunos verbos de mi cuño, por supuesto retumbantes, y variado eso poco según las combinaciones del binomio de Newton, que dan para acabar tarde o casi nunca, se tiene la salsa que he compuesto, y el fárrago con que he rellenado periódicos, memorias y discursos, y que ha servido para llenar mi caja también.» [...] Cuando he echado mis arengas (siempre las mismas como los sermones del padre Cómins), he echado también mis cuentas, y pensado para mí: palabra dicha, engaño hecho, y coma y beba yo con mis cincuenta casas que lo dan, y que he adquirido sin sudor, aunque otros pordioseen, hambreen y rabien. [...] -«¿De qué has vivido toda tu vida?», le dijo.
-«De cizaña para la discordia, de invenciones para la calumnia, y de hacer el mal por el mal mismo y por ver correr las lágrimas.»
-«Eres un maligno.»
-«Yo doy de mí lo que tengo.»
Entonces la sombra que representa las clases trabajadoras, «te ofreciste», le apostrofó, «como el Moisés de los pobres, y en vez de conducirlos a la tierra de Promisión, los has sepultado en la miseria; tú y los tuyos opulentos, y ellos sin pan; tú y los tuyos con millones, ellos de puerta en puerta. Contesta.»
-«Defendí al pueblo para hacerme rico con sus despojos y su sangre: desde que lo fui, lo que hago es echarlo de mi casa, o echarle los perros, o voltearle la espalda, o hacerme el desconocido. Grito, pateo, insulto, blasfemo, y nadie me tose, porque el saco del limosnero es humilde. Ellos cogen y se van, y yo cojo y paso la llave, me arrellano después en mi sillón a fumar mi puro, y no hay más nada…
…«El partido liberal que es la causa de los pueblos y el porvenir de América, no quiere sino un gobierno de leyes, y tú has sostenido el despotismo; sino principios, y tú quieres personas; sino respeto a las garantías, y tú has aconsejado que se violen; sino amor a los demás, y tú los desprecias; sino tolerancia con todos, y tú no quieres sino que prevalezca la tuya, como tu dinero, tus casas, tu orgullo y tu insolencia. Al fin has terminado por defender el guzmancismo, es decir, tu obra; y la República no quiere señores sino ciudadanos»…[22]




Esta historia continúa. En el año 2013, el personaje que engañaba, fingía, calumniaba, utilizaba al pueblo para hacerse rico, pronunciaba discursos vacíos era Hugo Rafael Chávez Frías. En el año 2015, el personaje del cuento es Nicolás Maduro Moros. Con el añadido que nadie lo quiere, no lo aplauden, no lo escuchan.
Sócrates, Thoreau y Brito son movilizados por la práctica de su libertad como condición humana que refiere al rescate del sí mismo como personas autónomas, de convicciones, principios, ética y moral cuya pasión por la libertad los impulsó a la lucha por la justicia y a oponerse a los actos arbitrarios provenientes del poder político, asumiendo los riesgos de su decisión. La desobediencia civil exige el asumir la responsabilidad de nuestra existencia a partir del despertar de la conciencia en la asunción de que somos individuos sociales. Se trata de actos individuales que tienen efectos contundentes en el ámbito político toda vez que lesionan creativamente el ejercicio desmedido del poder. El despertar de la libertad como condición humana garantiza la posibilidad factible que un individuo decida desobedecer a su gobierno por considerar que su proceder es arbitrario.
La libertad como condición humana consiste en el arduo camino que debe decidir transitar cada individuo para construir su propia libertad como no dominación. Bakunin se refiere a este tipo de libertad. En su texto La libertad[23], señala que el hombre para realizarse debe primero conocerse. Esto es, a partir de su propio pensamiento ser capaz de cuestionar las instituciones religiosas, políticas y económicas de la sociedad de la que forma parte. Esas instituciones lo socializaron, educaron y le crearon hábitos. El hombre es producto de esos valores ya establecidos. La sociedad ejerce una presión inmensa sobre el individuo a tal punto que impide que en él se manifieste su propio pensamiento. Es mediante la capacidad de los individuos de poner en duda lo establecido que pueden avanzar y alcanzar la libertad. El poder de discutir y expresar mi desacuerdo ante lo establecido deviene de esa fuerza consustancial al individuo que se traduce en desobediencia y rebeldía. Bakunin afirma que es:

…Esa inmoderación, esa desobediencia, esa rebeldía del espíritu humano contra todo límite impuesto […] constituyen su honor, el secreto de su poder y de su libertad. Es buscando lo imposible como el hombre ha realizado siempre lo posible y quienes se han limitado “sabiamente” a lo que les parecía lo posible jamás avanzaron un solo paso[24]

Para que se produzca la rebeldía es necesario que el individuo conquiste su emancipación interior, ello se alcanza cuando consigue liberarse de la dominación que la sociedad ejerce sobre su persona, cuestión que no es sencilla ni fácil. La sociedad domina a los individuos mediante los vínculos que lo atan a ella: la certeza, la seguridad, la tranquilidad, la paz, la tradición, la rutina. Estos lazos lo convierten en un individuo servil, carente de rebeldía y sin iniciativa para emprender nuevas acciones. Pero, son las instituciones las que educan al individuo y esa misma socialización constituye la materia prima para despertar la desobediencia. Por consiguiente, es en la sociedad y con la presencia de los otros que los individuos logran su libertad. De allí que, el individuo primero debe rebelarse en su esfera interna de las ataduras ficticias que lo ligan a la sociedad. Luego, cuestionar la dominación natural que lo social ejerce sobre el individuo. Finalmente, ser capaz de cuestionar las instituciones. Según Bakunin, para el individuo es más difícil enfrentarse a la tiranía social que a la autoridad del Estado. Sublevarse al yugo social le exige autonomía y autenticidad. Oponerse a la autoridad del Estado le reclama disposición, capacidad de lucha y sacrificio.
Se puede ver que Bakunin diferencia la dominación social del poder del Estado. Considera que la dominación social se impone naturalmente porque forma a los individuos en su seno. Durante la vida de los individuos, la sociedad permanentemente le está suministrando su naturaleza material, intelectual, moral y religiosa. El Estado es la autoridad, la fuerza, la imposición y con tendencia a limitar, lesionar la libertad de los individuos y de la colectividad. Lo que el individuo manifiesta en el exterior es lo que tiene en el interior, si internamente es servil, entonces, externamente lo continuará siendo. Si internamente se ha emancipado de sí mismo, entonces, externamente se sublevará a la dominación natural social y a la dominación artificial institucional porque está impulsado por una sincera convicción: la certeza que nació para ser libre y no servil.
Para el luchador Bakunin la esencia de la humanidad se constituye por la solidaridad social y la libertad. Ambos aspectos son la motivación central para trabajar en la construcción de una sociedad basada en la igualdad, la solidaridad, la libertad y el respeto humano y mutuo de todos sus miembros. Para ello, es imperativo desmontar los elementos en los que se basa la sociedad: el culto divino sobre el respeto humano; la autoridad sobre la libertad; el privilegio sobre la igualdad; la explotación sobre la fraternidad; la mentira sobre la justicia y la verdad. Esta empresa se enfrenta inevitablemente a un problema aún vigente: el individuo que quiere ser libre y no puede serlo efectivamente porque los otros que le rodean no quieren o tienen miedo de ser libres y, entonces, son instrumentos de la opresión, colocados contra el deseo natural de rescatar la libertad. Un individuo es libre cuando los otros también lo son. La libertad es un producto político, de un trabajo social; no es individual ni aislado[25].
El Estado es una forma histórica social que se reserva el ejercicio del poder, la fuerza, la organización de la educación, la instrucción popular, la censura, la policía y la fuerza armada. Instrumentos que utiliza para dominar a la sociedad civil mediante la obediencia pasiva evitando así cualquier destello de rebeldía y del ejercicio de la libertad. Por esta razón, afirma Bakunin:

…Llegamos hoy a la absoluta necesidad de la destrucción de los Estados o, si se prefiere, a su radical y completa transformación en el sentido de que al dejar de ser potencias centralizadas y organizadas de arriba abajo se reorganicen, ya sea mediante la violencia, ya mediante la autoridad de cualquier principio, con una absoluta libertad para todas las partes[26]

De esta cita pareciera desprenderse, distanciándome de la clásica interpretación de las ideas de Bakunin como destructor del Estado, semilla de los movimientos terroristas e impulsor de las guerras, que la preocupación de Bakunin, además, de denunciar la forma vertical, jerárquica como está organizado el Estado con el fin de ejercer la dominación sobre la sociedad, se centra en mostrar la necesidad de construir una organización social que no tenga como objetivo la dominación, lo que requiere construir otra forma de institución cuyo fin sea la no-dominación, la garantía de la presencia de la libertad como un bien social fundamental. Bakunin acepta la existencia de la autoridad pero destaca los peligros que se derivan de esta, dependiendo la base desde donde se siembre. Nota que la dominación ha sido utilizada para la opresión, para convertir a la sociedad en servil. Ante ello es esencial que se manifieste la capacidad de rebeldía y desobediencia como un trabajo social para lograr construir una organización social cuya institución tenga por norte la libertad como no-dominación. También enfatiza, que los individuos y la mayoría, en todo momento mantiene el poder de cuestionar, discutir la institución. A mi modo de ver, esto quiere decir, que aunque se logre transformar la institución en una organización horizontal o se construya de abajo hacia arriba, los individuos y la sociedad siguen manteniendo el poder de criticar, poner en duda, desaprobar, evaluar, opinar, rechazar las prácticas opresivas. Ninguna institución independientemente de la forma que tenga debe limitar la capacidad de los individuos y de la mayoría de examinar y poner en entredicho el cómo se está materializando en la cotidianidad la organización social. Para mí, la tesis de fondo consiste en la siguiente interrogante ¿Cómo erradicar la relación dominante-dominado de cualquier organización social que se muestre como una forma de institución histórica específica? La respuesta de Bakunin es tajante: mediante la expresión de la rebeldía y la desobediencia de los individuos y la sociedad. La no-cooperación con el gobierno arbitrario constituye el poder que le garantiza a la sociedad el cuidado de su libertad ante cualquier modo de extinción. En efecto, Bakunin asevera “…La cuestión […] es saber si el pueblo […] es capaz de construir una organización…”[27], y yo agrego una organización donde se instituya la libertad como no-dominación.
En resumen, Bakunin refiere a la dominación social y a la política. Sostiene que la opresión social es natural porque los individuos y la mayoría son producto de sus valores y principios que se establecen en vínculos concretos con respecto a los individuos. En otras palabras, las creencias, los hábitos, las opiniones, la familia, las referencias que encaminan la vida de los individuos y la sociedad hacia el desarrollo y la certeza se encuentran firmes en la sociedad de la cual forman parte. Esa misma relación tiene la cualidad de dominación, puesto que la sociedad al contener la moral, la religión, la educación, los parámetros referenciales que le dan sentido a la existencia ejerce sobre la individualidad una dominación que se traduce en que yo sea reproductor pasivo de tales valores. La sociedad le enseña a los individuos y a la mayoría una jerarquía: arriba está: padre y madre, dios, docente, jefe, empresario, político, sacerdote. Abajo: están los individuos y los otros. Los ciudadanos de a pie. Se forma una jerarquía implícita y natural que impone la obediencia como la forma social acorde a la tradición. La dominación política refiere al Estado como una institución cuyo fundamento es la fuerza y el poder para imponerse sobre la sociedad.
Bakunin explícitamente dice que los individuos y la mayoría tienen que emanciparse de sí mismos como productos sociales, rebelarse a la tiranía natural social y desobedecer a la opresión institucional.
El problema de fondo quiero expresarlo con estas palabras: “…si incluso dominios tan íntimos e insignificantes de tu existencia están sometidos a mandamientos, piensa, con mayor razón, en la amplitud de las obligaciones que pesarán sobre los momentos más esenciales de tu vida”.[28]
Hay que rebelarse contra esos mandamientos, a eso se refiere Bakunin con su tesis de la libertad como no-dominación. La libertad como condición humana comienza con el individuo cuando es capaz de asumir su autonomía para desde allí resistirse a la dominación natural social y finalmente al poder del Estado, en un trabajo social porque la libertad es un producto político. En otras palabras, la libertad como no-dominación tiene que darse primero en lo individual-privado para pasar a lo público-social-acción.




[1]“…preguntamos cómo se producen las actividades sociales y nos convencemos de que son el resultado colectivo de los deseos individuales, que procura cada cual satisfacer siguiendo el camino que le parece más fácil, según su hábito y pensamiento preexistentes…”. Spencer, H., El individuo contra el Estado. Barcelona, Ediciones Orbis, 1984, p. 92.
[2]Michel, F., “El arte de deambular en libertad”, en Pacifismo, resistencia y desobediencia civil. ¿Hasta dónde obedecer la ley? Legalidad versus legitimidad. Santiago-Chile, Selección de artículos de Le Monde diplomatique, Editorial Aún creemos en los sueños, 2006, p. 53.
[3]“Schell[…] sostiene que la posibilidad de las acciones no-violentas está enraizada en el sistema democrático moderno, en tanto que niega condiciones de coacción mediante la fuerza…”. Valencia, N. M., Psicología política, resistencia y democracia. La resistencia comunitaria y la transformación de conflictos. Buenos Aires, Editorial Proa XXI, 1ed., 2006, p. 86.
[4]“…La desobediencia civil, después de todo, no busca la destrucción del sistema político, sino su encausamiento dentro de los cánones de la justicia…”. Latouche, M., “Los dilemas de Antígona. Reflexiones en torno al problema de la desobediencia civil”, en Episteme NSRevista Instituto de Filosofía. Caracas, UCV-FHE, vol. 31, nº 2, 2011, p. 34.
[5]“…La libertad […] es natural; y por ello, a mi juicio, no sólo hemos nacido con ella, sino además con la pasión de defenderla”. Étienne De la Boétie. Discurso de la servidumbre también llamado contra uno. México, Editorial Aldus, S.A., 1a ed., 2001, p. 19.
[6]Cappelletti, A. J., “Etienne De la Boétie y la libertad política”, en La idea de la libertad en el renacimiento. Caracas, Alfadil Ediciones, S.A., 1986, p. 66.
[7]Véase, [7]Michel, F., “El arte de deambular en libertad”, en Pacifismo, resistencia y desobediencia civil. ¿Hasta dónde obedecer la ley? Legalidad versus legitimidad. Santiago-Chile, Selección de artículos de Le Monde diplomatique, Editorial Aún creemos en los sueños, 2006, p. 54.
[8]…la caminata incita a la modestia, a la curiosidad, al silencio y a la meditación, a la vez que nos mueve a la introspección, a la intimidad, a callarnos para escuchar mejor”. Ídem.
[9]“…todos los fenómenos sociales tienen su origen en los fenómenos de la vida individual, cuya raíz se encuentra a su vez en los fenómenos vitales en general”. Spencer, H., El individuo contra…, op. cit., p. 109.
[10]Briceño Guerrero, J., ¿Qué es la filosofía?. Mérida, Ediciones La Castalia, 2a ed., 2007, p. 12.
[11]Platón. "Defensa de Platón", en Obras completas. Madrid, Aguilar, 2a ed., 1969, pp. 201-218.
[12]Ibíd., pp. 208, 210, 211 y 212. 26e/28c. 29e/31b. 31b/32c.
[13]Platón. "Fedro, o de la belleza", en Obras completasop. cit., p. 882. 275a/276c.
[14]"...La forma propia de la enseñanza socrática es el diálogo en donde el maestro pregunta más que contesta, excita la reflexión activa del discípulo y provoca su respuesta obligándolo a buscar para descubrir; o sea: es un despertador de conciencias e inteligencias, no un proveedor de conocimientos". Mondolfo R., Sócrates. Buenos Aires, Eudeba Editorial Universitaria de Buenos Aires, 7a ed., 1971, pp. 44-45.
[15]Humbert, J., Sócrates y los socráticos menores. Caracas, Monte Ávila Editores Latinoamericana, 1a ed., 2007, pp. 3-16.
[16]Thoreau, D.H., Walden o la vida en los bosques. Caracas, Eduven, Colección Sapientiae, 1ed., 2012, pp. 87 y 88.
[17]"Un día de julio de 1846 [...] en Concord (Massachussets, Estados Unidos), donde había nacido en 1817, Henry David Thoreau se cruza con Samuel Staples, inspector municipal, quien le reclama el pago de sus impuestos y está dispuesto incluso a adelantarle el dinero necesario para saldar su deuda. David Thoreau, que vive aproximadamente dos años en una cabaña en el corazón del bosque de Walden y se dirige a la ciudad a retirar sus zapatos que había mandado a arreglar, está un poco desconcertado. Responde que se niega, por una cuestión de principios, a pagarle al Estado más aun cuando está en desacuerdo con su política y en absoluto desea contribuir a financiar la guerra contra México. Entonces, es detenido y debe pasar la noche en prisión, a pesar que una "misteriosa" mujer (probablemente María Thoreau, su tía) pagó el impuesto [...] David Thoreau se siente obligado a narrar su experiencia y fundamentar su actitud. Escribe "La relación del individuo con el Estado", texto que presenta durante una conferencia ofrecida en Concord, en enero de 1848. Elizabeth Peabody -cuñada del novelista Hawthorne- lo publica en su revista Aesthetic Papers en mayo de 1849 bajo el título de "Resistencia al Gobierno Civil", título que en las Obras Completas de Thoreau publicadas después de su muerte en 1862, se convertirá en Desobediencia civil. Este texto polémico [...] cayó rápidamente en el olvido y el mismo Thoreau dejó de referirse a él.
Fue León Tolstoi quien [...] lo leyó invitó a los estadounidenses, en una carta publicada por la North American Review, a comienzos del siglo XX, a retomar esta actitud valiente y ejemplar de un individuo que se atreve a enfrentar al Estado cuando éste equivoca su camino. Poco tiempo antes, un estudiante indio de la Universidad de Oxford, Mohandas K. Gandhi se entusiasma y, ejerciendo como abogado en Sudáfrica, lo publica en su revista, Indian Opinion, el 26 de octubre de 1907. Más tarde, y hasta su asesinato en 1948, no dejará de preconizar la desobediencia civil, que asocia a la práctica de la no violencia.
Thoreau se vio impresionado por Bronson Alcott, ciudadano de Concord retratado por su hija LouisaMay en los rasgos del doctor March en Mujercitas, quien declaraba firmemente su decisión de no pagar impuestos mientras su gobierno no pusiera fin a la indigna política esclavista. Se cuenta que el squire Samuel Hoar pagó la cuenta, pero lo importante no era eso sino que se reconocía definitivamente la idea de que un solo ciudadano pudiera sublevarse contra su gobierno, íntimamente convencido, con el fin de estar de acuerdo con los principios constitutivos de su Estado". Ver, Paquot, T. "Desobediencia civil: ¿derecho o deber?”, en: Pacifismo, resistencia y desobediencia civil. ¿Hasta dónde obedecer la ley? Legalidad versus legitimidad. Chile, Selección de artículos de Le Monde diplomatique, Editorial Aún creemos en los sueños, 2006, pp. 13-15.
[18]Thoreau, D.H., Walden o la vida..., op. cit., p. 87.
[19]Franklin Brito muere la noche del 30 de agosto de 2010 sin obtener respuesta del Gobierno venezolano ante sus peticiones.
[20]Márquez, H., “Esta es la historia caso Brito”. Noticias24. Publicado: 30 de agosto de 2010. Página Web: http://www.noticias24.com. Recuperado de: http://www.noticias24.com/actualidad/noticia/170203/esta-es-la-historia-del-caso-brito. “Cronología del Caso Franklin Brito”. El Universal. Publicado: 31 de agosto de 2010. Página Web: http://www.eluniversal.com. Recuperado de: http://www.eluniversal.com/2010/08/31/pol_esp_cronologia-del-caso_31A4407063 Consultado: 17-01-2015.
[21]Foto de Meridith Kohutpara el New York Times. Recuperado de: http://www.nytimes.com/2010/04/04/world/americas/04venez.html?scp=1&sq=franklin%20brito&st=cse. Consultado: 3 de abril de 2010.
[22]Según Carlos Sandoval, compilador de la antología de donde extrajimos el cuento citado, el mismo fue publicado, originalmente, el 15 de noviembre de 1877, en la publicación periódica Tribuna Liberal, de Caracas. Acosta, Cecilio. “Los espectros que son, y un espectro que ya va a ser”, en Días de espantos (cuentos fantásticos venezolanos del siglo XX). Carlos Sandoval-compilador, Caracas, Comisión de Estudios de Postgrado, Facultad de Humanidades y Educación-UCV, 1a ed., 2000, pp. 153-159.
[23]Cf.Bakunin, M., La libertad. México, Editorial Grijalbo, S.A., 1a ed., 1972.
[24]Ibíd., p. 23.
[25]“…El hombre solo se emancipa de la presión tiránica que ejerce sobre cada cual la naturaleza exterior mediante el trabajo colectivo; pues el trabajo individual, impotente y estéril, nunca lograría vencer a la naturaleza”. Ibíd., p. 31.
[26]Ibíd., p. 58.
[27]Ibíd., p. 85.
[28]Nothomb, A., Estupor y temblores. Barcelona, Editorial Anagrama, 10a ed., 2012, p. 74.