Más allá de la música:
mashup y mentalidad multimedia
Nicholas Cook
(Traduccion libre de Leoonardo Waisman y Marisa Restiffo)
Como el de otros que trabajan estas áreas, mi trabajo sobre performance musical y multimedia ha atacado a los enfoques musicológicos tradicionales por tratar a una parte de la cultura como si fuera el todo. Analizar la música como performance es criticar una musicología de la escritura, que trata a la performance como, en esencia, un suplemento a un texto escrito; estudiar la performance como una forma de multimedia es verla como un fenómeno que implica al cuerpo y a todos sus sentidos, no como una fuente despersonalizada de sonido. Por implicación, contrastamos nuestro trabajo con una musicología truncada, de mente estrecha, que refleja las ideas estéticas del pasado, basadas en la autonomía, en lugar de la realidad performativa de la música como una práctica cultural vital y de una popularidad sin precedentes en el mundo de hoy, orientado a los multimedia. Quizá no lo digamos explícitamente, pero nuestro objetivo es una musicología puesta al día, que hará más justicia a la riqueza de la música tal como se la experimenta.
En ningún mundo, quizás con la excepción de la Castalia de El Juego de Abalorios de Hermann Hesse, se ha practicado realmente la música como un arte autónomo de escritura sonorizada, de la manera que la musicología a veces ha parecido representarla. A pesar de los mejores esfuerzos de los tecnólogos de la autonomía que diseñaron las salas de concierto de los siglos X I X y XX, y a pesar de los escuchas entrenados en la estética de la autonomía, la música nunca puede ser una experiencia puramente autónoma: las contingencias del mundo cotidiano se entrometen. Si n embargo, el quid de la cuestión es el grado hasta el cual los oyentes, los maestros, los teóricos de la estética y los arquitectos de ese periodo trabajaron conjuntamente para hacerla una experiencia autónoma, algo que se podía atrapar en términos de la notación, considerada la representación de las intenciones de los compositores en su forma más recuperable. Y el desarrollo del gramófono, haciendo que la música sea infinitamente repetible y cortando las conexiones con sus contextos de ejecución, trajo a la experiencia aún más cerca de un ideal estético basado en la primada de la composición: dentro de los límites de lo posible, la autonomía fue ejecutada col efectivamente por los actores culturales de la tradición "artística" occidental. En esa medida, la autonomía de la música no es tanto una ilusión ideológica a ser deconstruida como un hecho histórico a ser comprendido. Y de esto se sigue que la musicología puesta al día a la cual me refería, en lugar de revelar la experiencia como es realmente, corre el peligro de esconder percepciones y concepciones de un periodo detrás de un enfoque que se considera más realista pero en realidad sólo es más contemporáneo.
Es tarea de la historia de la música identificar cambios fundacionales en el pensamiento y la práctica musical, y de esta manera precaverse contra la interpretación anacrónica. Desde la publicación en 1992 de The lmaginary Museum of Musical Works: an Essay in The Filosophy of Music de Lydia Goehr y a pesar de algunas objeciones
musicológicas, se ha aceptado que uno de estos cambios tuvo lugar alrededor de 1800, con la consolidación del concepto de la obra musical : la cultura musical vino a ser entendida como estructurada alrededor de entidades autónomas y sin tiempo tales como la Quinta Sinfonía de Beethoven o la sonata Hammerklavier. Goehr siguió el desarrollo de este concepto tanto en el domino estético como en el legal, y la idea de que podía ser visto como un sistema de pensamiento o creencia coherente -a la manera de los epistemas de Foucault o de las mentalidades de los historiadores de almas- se vio reforzada por la publicación en 2007 de Bach 's Cicle, Mozart's Arrow: an Essay on The Origins of Musical Modernity de Karol Berger. Berger sostenía que la música de Bach estaba penetrada por una concepción del tiempo cíclica, que el contrastaba con la concepción del tiempo teleológica que se desarrolló durante las últimas décadas del siglo XVIII y logró una expresión musical definitiva en las obras de Mezan y Beethoven. La autonomía y la teleología se unen para formar una ontología característica, un sistema de creencias sobre que es la música, que condicionó y hasta cierto punto aún condiciona, toda la gama de prácticas musicales, desde la composición hasta la ejecución y desde la audición hasta la crítica. Esta es la ontología de la estética autonomista, que logró su expresión más pura en el modernismo del siglo XX.
También es ésta la ontología de la musicología tradicional, y ha sido una preocupación de los escritos musicólogos recientes identificar y explorar las consecuencias de un cambio desde lo moderno hacia lo postmoderno comparable en líneas generales con el cambio desde lo premoderno hacia lo moderno. Pero, en lo que concierne a mis propósitos, hay un modelo particularmente relevante de este cambio (ya que muestra cómo funcionan juntas la estética, la ley de propiedad intelectual y la tecnología) que viene desde afuera de la musicología: Remix: Making Art and Commerce Thrive in the Hybrid Economy de Lawrence Lessig. Este libro, publicado un año después del de Berger, gira sobre la distinción entre lo que Lessig llama culturas Read-Only (RO) (sólo leer) y Read/Write (RW) (leer/escribir). La cultura RO, en general se mapea sobre (coincide con), la cultura modernista de la autonomía, en la cual formas artísticas tales como la música están profesionalizadas y generan mercancías (obras) diseñadas para ser apreciadas por públicos pasivos que pagan. En contraste, la cultura RW se cimienta en la participación: la música se concibe no como una colección de obras fijas sino como una práctica significante en la cual los materiales circulan y son reelaborados en una manera muy parecida a como lo hacen las ideas en otros dominios de la cultura. El postulado central de Lessig es que "la ley actual de propiedad intelectual sostiene las prácticas de la cultura RO y se opone a las prácticas de la cultura RW, y al llamar a su libro Remix fija firmemente a la cultura RW sobre la práctica musical y audiovisual que desde la década de 1980 se ha convertido en un campo de batalla legal mayúsculo entre la industria de la música y un nuevo público musical.
Según el análisis de Lessig, los litigios asociados con la cultura del remix muestran todos los síntomas de esa clase de malentendido fundamental que ocurre cuando chocan entre si distintos sistemas de creencias. Esto es lo que los historiadores de los Annales quisieron definir con su concepto de mentalidades diferentes. Para Peter Burke, en un escrito de mediados de los '80, mentalidades diferentes implican presupuestos, percepciones y lógicas diferentes. A estudiosos provenientes de una cantidad de diferentes disciplinas "les ha resultado imposible resol ver sus problemas sin invocar un concepto tal como el de mentalidad, opuesto a una racionalidad sin tiempo (que generalmente resulta haber sido definida de manera etnocéntrica).... En este trabajo, estructurado alrededor de un estudio de caso de mashup de video, exploraré las características esenciales de Jo que llamo mentalidades de "autonomía" y "multimedia". En esencia, mi propuesta es que hay, por un lado, una serie de presupuestos y creencias interpretativas en cuyos términos es natural pensar la música como una forma de escritura sonorizada, y por otro lado, una serie muy diferente de presupuestos en cuyos términos la primacía y perfomatividad de la música como multimedia son evidentes por sí mismas. El libro de Lessig es sintomático de una percepción general de que en años recientes se ha producido un significativo desplazamiento desde los primeros hacia los segundos.
Como deja claro Lessig, la tecnología ha jugado en esto un papel esencial: la explosión de nuevas formas de producción y consumo musical en las cuales los parámetros auditivos y visual es son tratados como efectivamente continuos, como se verifica a través de la gama de medios para pantalla, ha promovido distintas formas de experimentar la música y de crear música para ser experimentada. Pero la tecnología permite, no determina, la acción social y cultural y la historia del cine lo demuestra. En términos tecnológicos, el cine clásico de Hollywood fue la primera manifestación importante del multimedia. En términos culturales, sin embargo, sólo fue esencialmente una continuación por otros medios de una tradición preexistente de narrativa de autor, de la misma manera que su música era una continuación por otros medios de una tradición sinfónica europea de preguerra. Y la teoría del cine a la cual dio origen y que dominó el campo durante mucho tiempo (de acuerdo a la cual el significado infundido por el autor/director queda inscripto en lo que William Mitcbell llama el texto imagen y luego es expresado o matizado en la música) no resulta una base adecuada para comprender el multimedia contemporáneo, que ha resultado en parte de la convergencia entre tecnologías de audio y de video, pero, en grado más importante, de un marco cultural diferente para la realización de este potencial tecnológico.
Tal como lo veo yo, la diferencia fundamental entre las mentalidades de la autonomía y del multimedia reside en la comprensión del significado. La idea de la música como escritura sonorizada iba de la mano con la idea de que el significado es inherente, inscripto como escritura dentro de un artefacto cultural: se lo ve como algo depositado por el autor, que debe ser reconstruido de la manera más auténtica posible por el oyente; y es aquí que viene a cuento el esfuerzo al cual me refería, teorizado por los ideólogos de la autosuperación, desde el crítico musical alemán del siglo XIX Adolph Benhardt Marx hasta el educador inglés del siglo XX Percy Scholes. En contraste, la idea de la música como multimedia performativo va junto con una creencia de que el significado se negocia, que emerge tanto de los medios como de la interacción social y que se constituye en la experiencia de oír y mirar. Entendidos de esta manera, los artefactos culturales no ''tienen" significado; más bien ofrecen construcciones de sentido en respuesta a ellos: el significado se muda desde el acto de producción al de recepción. La tendencia a lo largo del siglo XX hacia un alineamiento cada vez más controlado entre señales de audio y de video, que dio lugar al video musical y a MTV aún antes de que la tecnología digital hubiera fusionado al audio y al video en una sola corriente de información, fue de la mano de un cambio en el foco de la producción de significado desde el autor y el texto hacia el receptor y el multimedia. Esto ilustra cómo las tecnologías, las prácticas de los medios y las creencias y el valor del significado se aúnan para formar mentalidades características.
''Una de las cosas con las que estamos trabajando", dice Jonny Wilson, del trío Eclectic Method (ingleses de nacimiento, pero con base en los EE.UU.), "es cómo crear una nueva narrativa con cultura de video para la próxima generación de gente que puede percibir canales múltiples de información al mismo tiempo." Eso es multimedia en un sentido obvio, descriptivo; pero también es multimedia en el sentido más profundo de una mentalidad, tal como lo expresa otro de los miembros del grupo, Jan Edgar: "Estás creando una pequeña estructura de desintegración del significado extraña y postmoderna, donde las noticias son instantáneamente desintegradas por los avisos, que son igualmente desintegrados por la música, o lo que sea, y todo eso simplemente viene hacia usted"'. El significado se negocia en el acto de la recepción, en el intento de encontrar algún sentido en la constante metralla de información digital, y el mashup de video puede ser visto como algo que encarna directamente tales procesos de negociación. Eclectic Method distribuye sus videos a través del servicio gratuito online Vimeo, pero también los incorpora en lo que la biografía oficial del grupo llama "eventos de locales postmodernos y virulentos"' que explotan tecnología DJ recientemente desarrollada (específicamente, el mezclador de v ideo Pioneer SVM-1000). De esta manera, como todos los DJ, traen la producción de significado al tiempo real de la ejecución: "como cualquier DJ", dice el tercer miembro del grupo, Geoff Gamlen, "siempre estamos a la búsqueda de lo que está funcionando para el público y adaptando a eso nuestra ejecución", (para darles una idea de lo que estoy hablando, pueden ver un clip tomado del espectáculo NYC WTF de enero de 201O, cuya segunda mitad está basada en un video del año anterior llamado "Beat the Baby").
El mashup de video es también una buena ilustración de la mentalidad multimedia por otros dos caminos. En primer lugar, es un ejemplo excelente de la convergencia de las tecnologías de audio y de video. Como lo explican los videos de instrucción de Eclectic Method, el software Vegas de Sonny permite la manipulación de audio y video como efectivamente una única corriente digital cuantizada y abrochada a compases y tiempos musicales. El resultado es un solo proceso compositivo audiovisual, pero un proceso que está estructurado sobre principios musicales y es en ese sentido más música para los ojos que video para los oídos: en palabras de Gamlen, "conseguir que la música de soporte salga bien es lo más importante, así que eso tiende a hacerse primero". (Vale la pena recordar en este concepto que Eclectic Method crea tanto mashups de audio como de video, aunque es principalmente por los últimos que son conocidos). En segundo lugar, el mashup -ya sea de audio o de video-- es un caso paradigmático de elementos diferentes empleados no en el estilo de la autonomía (a través de la creación de jerarquías de discursos estructurados alrededor de un significado primario, esencialmente narrativo) sino en el estilo del multimedia, a través de continuas colisiones o negociaciones entre elementos heterogéneos, que dan surgimiento a significados que son emergentes, impredecibles y frecuentemente inefables.
Tales procesos tipo collage de generación de significado se pueden analizar quizás de la manera más fácil en relación con los mashups de Eclectic Method basados en ejecuciones musicales filmadas. Su mashup de 2009 Beyoncé VS Lynyrd Skynyri0 se basa en: 1) el video musical premiado de Beyoncé Single Ladies, del año anterior, dirigido por Jake Nava y filmado en blanco y negro, protagonizado por la cantante con dos bailarines idénticos; y 2) en dos ejecuciones de "Sweet Home Alabama" por Lynyrd Slcynyrd filmadas, la primera de su presentación en Gray
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La superposición de las canciones (unidas con una pequeña aceleración de Single ladies) pone en el primer plano tanto la hiperactividad casi insana de la rutina de Beyoncé, con la elaborada coreografía de sus dobles y sus giros de cadera manufacturados, como, en contraste, la cualidad impecablemente naturalista y distante de la presencia escénica de Lynyrd Skynyrd. El mashup comienza con Lynyrd Skynyrd antes de que se produzca la aparición en un fundido del material visual de Beyonce: por un momento podríamos verlos en términos de una única génesis, como una rutina de danza ridículamente inapropiada para Swect Home Alabama; el grado de ridiculez mide el abismo cultural entre los dos actos. Y en un nivel más momento-a-momento, se meten en la conciencia del oyente elementos que normalmente podrían ser oídos simplemente como parte de un complejo estilístico; éstos se oyen como si fueran provenientes de ángulos no familiares, desfamiliarizados. Un ejemplo son las repetidas inflexiones de altura de Beyonce sobre las palabras club y up de up in the club just broke up, cuyo efecto se hace grotesco, casi misterioso. Hay momentos en los que la disonancia perceptiva, cognitiva y connotativa entre los elementos estira la combinación hasta el punto de ruptura. Para algunos espectadores de YouTube esto va más allá de los límites de la aceptabilidad genérica. (The Spawn of Skyoyrd postea Owww!!! Eso no combina". Ahmlalng responde "y cualquiera que alguna vez haya sido DJ puede darse cuenta de que esto no está sincronizado con el pulso..... realmente hiere mis oídos; está tan fuera de tiempo). E insiste en que la atribución a Eclectic Method de Beyonce VS Lynyrd Skynyrd debe ser errónea: "esto no es de Eclectic Method porque ... Eclectic Method saben lo que hacen.... horrible, horrible, horrible".
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Mientras que el mashup tiene un poder sin rival para forzar conexiones entre ideas alejadas, la referencia a la desfamiliarización sugiere otra forma, en cierta manera más reveladora, de pensar sobre esto: en términos del collage surrealista o del montaje formalista ruso. Los métodos analíticos basados en la autonomía se basan en la identificación de unidades totales: el análisis armónico lineal, por ejemplo, representa a las composiciones como jerarquías de elementos unificados, desde el nivel del motivo o la frase hasta un movimiento completo. Estos enfoques quitan énfasis a las transiciones entre unidades totales y sin embargo, el enfoque concatenacionista de la audición, de creciente influencia, implica que las relaciones y yuxtaposiciones entre bordes son en gran paneles, responsables de los efectos de significado musicales. Como las yuxtaposiciones que usaban los surrealistas para liberar contenidos psíquicos irracionales, las capas de Beyoncé VS Lynyrd Skynyrd raspan una contra otra en una versión casi literal del "montaje vertical" de Eisenstein, liberando significado que es palpable aunque difícil de formular en palabras.
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Esto forma la base de una sección del mashup de Eclectic Method, cuyos primeros segundos están tomados directamente de la película. La edición de Eclectic Method, que constituye módulos de las imágenes y los repite, de hecho "musicalizan" el fragmento extraído de la película: están coordinados con la métrica regular de la música (tomada principalmente de la secuencia de créditos, que sigue inmediatamente a este pasaje en el prólogo). Esto es, en su versión más simple, lo que quiero decir con que un solo proceso compositivo abarca tanto audio como video; lo que podríamos llamar, extendiendo el uso de Mitchell, texto de música imagen. En mi libro Analysing Musical Multimedia, fui siguiendo la extensión progresiva de los principios de construcción musicales hacia el dominio visual, desde tempranos dibujos animados tales como las Silly Symphonies [Sinfonías tontas) y Fantasía, de Disney, hasta los videos de rap, pero el trabajo de Eclectic Method es un ejemplo más extremo de música para los ojos que nada de lo que cito en mi libro. Y esta musicalización de los materiales de película, que se produce al componerlos dentro del groove, se puede considerar como una extensión del tiempo no lineal, o cíclico, de la película original de Tarantino hacia su continuidad momento a momento: Eclectic Method extrae y concentra un aspecto clave de su material de base. La resonancia con el ciclo de Bach sugiere el pensamiento -sobre el cual volveré- que hay aspectos de la mentalidad multimedia que son tan premodernos como postmodernos.
La musicalización de películas de Eclectic Method también tiene otros efectos, que comentaré en relación con otra sección de la Tarantino Mixtape. Ésta está basada principalmente en Reservoir Dogs (1992), que trata de un robo de joyas frustrado. Una de las técnicas de Eclectic Method es conectar clips de diferentes películas a través de cosas que, en términos narrativos, son conexiones puramente incidentales y si n significado: el video comienza con una serie de clips en los cuales hay gente hablando por teléfono, mientras que la sección basada sobre Reservoir Dogs comienza alternando clips provenientes de distintas películas en los que se abre el maletero de un auto. Estas conexiones "horizontales" que corren, por así decirlo, perpendicularmente a las ya problemáticas jerarquías narrativas de las películas, sirven para subvertirlas aún más. Pero los procesos de musicalización, que aquí son considerablemente más complejos que en la sección basada en Pulp Fiction, hacen lo mismo de una manera más radical. Los clips de maleteros que se abren son seguidos por un largo pasaje construido sobre armas de fuego, comenzando con el amartillar de un arma, que se saca de uno de los maleteros, luego el amartillar de un revólver: en ambos casos el sonido del amartillar se asimila y se elabora en la pista de audio. Esto es seguido por un extenso pasaje unificado por un disparo, que fractura el parabrisas de un auto en el segundo y cuarto tiempo de cada compás, y finalmente por imitaciones vocales de disparos, sincronizadas con el groove de cuatro por cuatro.
Todo esto se relaciona con el segundo de los atributos que la página de Facebook atribuye a Tarantino: su uso de "violencia estilizada". Tarantino es conocido por abogar por la violencia en las películas. Cuando apareció en enero de 2010 en la British Academy of Film and Television Artists (BAFTA), declaró: "soy fanático de la acción y violencia en el cine... Es por eso que Thomas Edison creó la cámara de filmación: porque es tan buena la violencia. Afecta fuertemente al público. Uno sabe que está viendo una película". Y es en términos de estilización que los apologistas de Tarantino lo defienden: en palabras de Xavier Morales, Tarantino "presenta la violencia como una forma de arte expresivo, en el cual la violencia es físicamente tan graciosa, visualmente tan fascinante, y ejecutada tan meticulosamente que nuestras respuestas instintivas, emocionales, socavan todas las objeciones racionales que podamos tener. Tarantino es capaz de transformar un objeto de repulsión moral en uno de belleza estética". Así, el cineasta es una presencia capi tal en el debate actual sobre el papel de la violencia en la industria del entretenimiento, una de cuyas partes sostiene que las películas y videojuegos violentos naturalizan o incluso promueven la violencia, y otra que estas representaciones de violencia son puramente simbólicas y como tales son entendidas por espectadores y jugadores. En apoyo de esta última posición, Jeffrey Goldstein apunta que la violencia solo entretiene si está marcada como artificio: "debe incluir indicios de su irrealidad (música, efectos de sonido, un argumento de fantasía, personajes de dibujo animado). La gente es muy selectiva en cuanto a la violencia que busca”.
Entonces, ¿dónde se ubica Eclectic Method dentro de esta polémica? Se podría encontrar argumentos para ponerlo en cualquiera de los dos campos. Por un lado, su tratamiento de los clips de Tarantino, extrayendo los episodios con armas y coleccionándolos como alguna gente colecciona pornografía, se podría ver como un indicio de que va aún más lejos que Tarantino en la estetización de la violencia, naturalizando así la psicopatología que dio lugar a las masacres de Columbine y Jokela. Por otro, su musicalización del juego con armas de fuego, sometiéndolo a repetición y a diseños formales de patrones, se podría ver como un proceso que no sólo marca las imágenes como artificio, sino que revela su inherente absurdo, y así ridiculiza el culto generalizado de las armas que impera en los EE.UU (recuerden: ellos son ingleses). Pero uno de los placeres de trabajar sobre multimedia basados en la web es que podemos ir más allá de este tipo de interpretación crítica: ¿qué nos dicen los comentarios posteados en Vimeo y en You Tube sobre cómo construyen los espectadores la postura de Eclectic Method. En los días en que terminé de dar forma al presente trabajo, había 178 comentarios sobre la mixtape en Vimeo y 144 en You Tube. Sólo dos de ellos se refieren a la violencia. Intavent escribe que "la parte de los disparos resume, para él, el sentido de sus películas, que bailan al compás de la línea del gancho comercial y de la violencia gratuita." Y Paulina Plezia se queja de que "demasiadas cabezas son aplastadas", pero luego agrega: "Gran trabajo de edición, sin embargo, felicitamos a Eclectic Melhod".
Si los espectadores de Tarantino Mixtape parecen poco interesados en el tema de la violencia, ¿qué aspectos sí les interesan y comentan? Hay ocasionales postes críticos, (Sawn Capelle escribe: "embrollado por 'clichés' -como dispararle a pescados en un barril -la edición rítmica de materiales así está reagotada"), pero la gran mayoría de los postes son expresiones de incontaminada alabanza, a veces por el trabajo de edición, pero por lo común más generalizadas (una muestra representativa: "Woooow es taaan cool!!" "Creo que realmente es lo más cool que jamás haya visto" "¡Qué lo parió! Wow..." "Mi computadora acaba de tener un orgasmo" "Esto es probablemente lo mejor de Eclectic Method, en términos de musicalidad" "¡ME ENCANTA ESTO! OMG, estoy oficialmente enamorada de ustedes!") La página de Vimeo registra 3,267 "me gusta", mientras que en You Tube hay 562 "me gusta" y sólo 5 "no me gusta". Sin embargo, un recurrente foco de interés es la relación entre la mixtape y las películas. Muchos postes, como el de intavent, demuestran un conocimiento de las películas de Taramino. Peter Lo escribe: "¡Excelente! Me parece que resume la experiencia Tarantino muy bien", mientras que the jotmpoem comenta: Adoran mash-up, y de alguna manera permanece fiel a Tarantino a lo largo del proceso". De hecho, Cyphervirus dice: "De repente siento la necesidad de volver a ver cada una de las películas que alguna vez haya hecho Tarantino". Sólo hay una comentarista, Sharee Ann Gorman, que opina que la mixtape malvende a Tarantino: ''Me gusta tanto como a cualquiera el deconstruccionismo/reconstruccionismo (con una excelente pista de sonido), pero creo que las películas de Tarantino son más grandes que la suma de sus partes. Ustedes tienen un maravilloso ojo, y un gran sentido del flujo, pero hay un punto de vista que se pierde cuando se pierde el contexto".
Pocos espectadores se aventuran con este tipo de comentario crítico, pero a muchos les gusta rastrear los fragmentos de distintas películas y pistas de música. Muchos piden una lista de reproducción y las preguntas sobre de dónde vienen algunas partes específicas de la mixtape atraen prontas respuestas de otros espectadores. El placer intertextual que ofrece la mixtape tiene resonancias con el tercero de los atributos adscriptos a Tarantino en la página de Facebook: sus "referencias cinematográficas a menudo obscuras". Otra vez, Eclectic Method intensifica lo que hace Tarantino: Tarantino Mixtape apila intertexto sobre intertexto. Está construida con clips de Tarantino que no sólo hacen referencia a otras películas, sino que también reformulan el propósito de música de película preexistente, particularmente la de Morricone. Y luego Eclectic Method incorpora materiales de sus mashups, incluyendo la Tarantino Mixtape, a ejecuciones en vivo, manipulándolas con loops y otros recursos para proveer un nivel más de musicalización; y hay todavía una vuelta de tuerca más cuando las grabaciones de estas performances son reconstruidas como videos para su sitio web. Esto es juego intertextual en su máxima extravagancia; la rica estratificación de sonidos, formaciones visuales y connotaciones fácilmente asimilables es tal que uno puede sentirse atraído hacia los mashups de películas de Eclectic Method aún si uno no conoce las películas sobre las cuales se basa, y -en ese sentido- no sabe de qué se trata el mixtape.
Pero, ¡,hasta qué punto tiene sentido adoptar enfoques de crítica de cine o hermenéuticos a producciones como la Tarantino Mixtape, en la búsqueda de extraer de ellos un tipo de significado que pueda ser traducido en palabras? Quizás la forma más simple de contestar esta pregunta sea comparar a Eclectic Method con el dúo de música dance electrónica Coldcut, de trayectoria mucho más larga, y con el cual estuvo alguna vez asociado Jonny Wilson.26 El video de Coldcut Revolution,11 sacado a la venta en vísperas de las elecciones generales inglesas de 2001, yuxtapone clips de discursos de Tony Blair y otros políticos con titulares de periódicos sobre corrupción y asuntos turbios, atacando de esta manera la hipocresía de la clase política. También lo hace World of Evil, una colaboración entre Coldcut y el performer de video con base en Los Ángeles TV Sheriff, que se planeó para coincidir con la elecciones estadounidense de 2004. En ambos casos las técnicas de mashup de video se usan para crear un mensaje que no puede ser malinterpretado y que fácilmente se podría poner en palabras. Dentro de la campaña del presidente electo Obama prometió a sus hijas un perrito que las acompañarla a la Casa Blanca. La producción de este video sin música es característicamente ingeniosa y pulida; hay un constante fondo de farsa, debido en no pequeña medida a las intervenciones editoriales de Eclectic Method (Obama habla repetidamente de "un gobierno del cachorrito, por el cachorrito y para el cachorrito"). Sin embargo, comparado con la obra de Coldcut, el mensaje es, como máximo, una sátira suave y discreta sobre la yuxtaposición de la política exaltada con valores familiares muy ligados a los medios de difusión. De hecho, cuando uno ha llegado a expresarlo en palabras, casi no queda mensaje.
Lo que quiero decir es que ésta no es una manera muy productiva de pensar sobre Eclectic Method. Un ejemplo mucho más característico e informativo de cómo emerge de sus obras el significado podría ser Beat the Baby (Péguenle al bebé, o gánenle al bebé, con las connotaciones extras de "beat": pulso]. En él se someten a l tratamiento usual de Eclectic Method clips de bebés sobre una alfombra, en una sillita alta y en el jardín.30 Si lo comparamos con los videos de Coldcut y su mensaje político explicito, el contenido manifiesto de Beat the Baby no podría ser más inocuo, y la mayoría de los comentarios en YouTube dicen "qué mono es!". Pero hay algunos que disienten: Norris escribe que "es escalofriante y coof al mismo tiempo ... parecido a ese acosador allá por el '98"., mientras que para TSK Redpanda "la música está bien, pero las tomas de los bebés son medio espeluznantes y misteriosas". A mí también me resulta perturbador el video. Hay un efecto de Jo inexplicado y asombroso, que también se siente en Beyoncé YS Lynyrd Skynyrd, un efecto de un significado que no llega a ser traducible en palabras pero que tiene algo que ver con la reificación o mercantilización de la inocencia. Trae a la luz una disonancia conceptual entre los bebés y la cultura de los adultos, proponiendo preguntas sobre cómo nos relacionamos con los bebes, sobre quiénes o qué creemos que son. Como dije antes, buena conexiones entre ideas y valores que normalmente mantenemos separados.
Resumiendo, el significado de Eclectic Method es menos discursivo que performativo; no inherente sino negociado a través de interacciones entre diferentes medios, por un lado, y entre el diseño musical modulado (musical patterning) y las referencias intertextuales, por otro. O, mejor dicho, es una negociación múltiple que implica no sólo a los rastros de los medios, sino a Eclectic Method como mediadores y ejecutantes, junto con los espectadores e interpretadores, con sus distintos antecedentes, experiencias e intereses. Y, como en todos los sistemas de interacción múltiple, un cambios en cualquiera de estos elementos da como resultado una explosión combinatoria de posibles resultados: ésta es la razón teórica para describir como "emergente" al significado de los multimedia, tan impredecibles como el tiempo, y esencialmente por las mismas razones. Esto es también la razón de que, como en un collage surrealista, el significado parece surgir por su propia voluntad, independientemente de las expectativas que uno pudiera tener. De esta manera, mientras Coldcut expresa comentarios políticos a través de multimedia, Eclectic Method trabaja con significados que emergen en el tiempo real de la interacción del multimedia y que no pueden ser traducidos adecuadamente a un discurso verbal. Sólo si uno está buscando una posición sobre problemáticas tales como la violencia o la actitud social frente a los bebés, de la misma manera en que Coldcut tiene una posición en política, uno puede llegar a la conclusión del comentarista de Vimeo Alejandro Cock-Peláez: la Taramino Mixtape "no tiene un punto de vista". Pero inmediatamente agrega: "Sin embargo, tiene mucho ritmo y trabajo visual".
Merleau-Ponty tenía una imagen memorable para este tipo de significado: "como el tejedor", decía, "el escritor trabaja sobre el revés de su material. Tiene que operar sólo con el lenguaje, y es así que repentinamente se encuentra rodeado por el significado". Pero, como lo implica la referencia de Merleau-Ponty al lenguaje -o mis referencias al surrealismo- esos procesos de producción de significado son anteriores a la tecnología multimedia. ¿No podríamos, de hecho, decir que Beethoven sólo operaba con notas, y repentinamente se vio rodeado por el significado? En cuyo caso, todo el proyecto de distinguir entre mentalidad es de la autonomía del multimedia, ¿no termina estableciendo una imagen reduccionista y cargada de oposiciones binarias de la historia de la música, en la cual la adscripción de significados performativos e inefables al multimedia contemporáneo encorseta a la tradición musical clásica en un estereotipo estrechamente textualista? Sostendría que aquí realmente hay un problema, pero que éste no reside en el intento de formular los sistemas de creencias más o menos coherentes y diferentes entre sí que llamo mentalidad de la autonomía y del multimedia: reside en cómo disponemos esas mentalidades dentro de la historia de la música. El uso por parte de Lessig del término "remix" para caracterizar a la cultura RW ayudó a vender su mensaje, pero esto fue a costa de fomentar una percepción errónea: que RW es la cultura de hoy y RO la de ayer. Esto es una percepción errónea no sólo porque muchos aspectos de la cultura RO se continúan hoy, sino también porque Lessig específicamente enfatiza la dimensión RW de la cultura de ayer. De hecho, comienza su libro con la imagen de John Philip Sousa en 1906, prediciendo melancólicamente la desaparición de la cultura musical participativa como consecuencia de la reproducción mecánica del sonido. Para Lessig, la ejecución, que siempre ha implicado la selección y a menudo el arreglo, es la dimensión RW de las culturas musicales tradicionales, tanto artísticas" como populares: su tesis es que las prácticas de remixaje que permite la tecnología digital no son diferentes en principio de las formas tradicional es de participación cultural. Sin embargo, son tratadas de manera muy diferente en el sistema legal.
De la misma manera que la cultura RO de Lessig, el régimen de la obra musical teorizado por Goehr ha sido situado demasiado fácilmente en la periodización de la historia de la música. Ya he mencionado que su versión de la historia despertó objeciones musicológicas: ésta incluye tanto ejemplos del concepto de obra antes de 1800, como prácticas musicales posteriores a que no están reguladas por el concepto de obra. Jim Samson, por ejemplo, ha documentado la existencia de dos tradiciones diferentes dentro del pianísmo del siglo XIX; una, enfocada sobre la reproducción fiel de la obra, y otra, sobre el virtuosismo y el acto de la performance. Pero el argumento se puede formular con la máxima fuerza a través de la evidencia directa de una cultura de participación en la música clásica durante el supuesto apogeo del régimen de la autonomía. El Hofmeister Musikberichte, catálogos mensuales publicados desde 1829 por el editor Friedrich Hofmeister de Leipzig, representa el catálogo más exhaustivo de partituras en hojas sueltas [sheet music] del siglo XIX. Las obras que conocemos hoy aparecen, por supuesto. Pero se ven apabulladas y sumergidas por un tsunami de arreglos y adaptaciones --ocasionalmente de obras que conocemos, generalmente de obras desconocidas para nosotros- para instrumentos tales como flauta de caña, piano a pedales o un conjunto formado por physharmonica [un predecesor del armonio], flauta armónica [un tipo de acordeón pequeño] y acordeón. Estas marcas de una cultura remix decimonónico evidencian la coexistencia de dos concepciones marcadamente diferentes de lo que es la música. Ver a la música del siglo XIX sólo en términos de la cultura RO da como resultado una comprensión sesgada: es cierto que los conceptos esenciales de esa mentalidad -autonomía, la obra musical, genio, etc.- fueron formulados en sus formas más extremas durante ese siglo, pero circulaban dentro de esa culturalmente ecléctica que su arquitectura hace visible. Sólo con el modernismo del siglo XX esos conceptos se condensaron en un sistema de creencias más o menos cerrado, al cual no se concebían alternativas; con eso la música clásica se identificó con la cultura RO una identificación que se consolidó con los subsidios gubernamentales para las orquestas y teatros de ópera profesionales que se hicieron comunes después de 1945 (Lessig ubica al apogeo de la cultura RO en la década de 1970). Eso ex plica la sensación (a la cual ya me referí) de que la mentalidad multimedia, ostensiblemente moderna, es de alguna manera una continuación de lo premoderno. Pero en esto, también, deberíamos resistir la periodización implícita. Lo que he llamado mentalidades multimedia y de la autonomía son sistemas alternativos para la conceptualización y práctica de la música entre los cuales hay una diferencia que en el último análisis es ontológica: la mentalidad de la autonomía se basa en comprender a la música como una cosa; la del multimedia, en concebirla como una experiencia. Al bautizarlas así, las he amarrado a una coyuntura histórica específica, pero también se pueden pensar como categorías de mayor amplitud, posibilidades permanentes para la construcción de la música, que alternan en tomar más o menos prominencia en distintas áreas de la cultura musical o en distintas épocas y lugares. Para volver al surrealismo y a Lynyrd Sleynyrd VS Beyoncé, el aumento de la preeminencia de modos emergentes de producción de sentido que ha tenido lugar a lo largo del siglo XX se puede ver simbolizado en el contraste entre, por una parte, un movimiento de vanguardia con impacto sumamente limitado fuera de sus círculos críticos (aunque se debe admitir que éstos son muy influyentes) y, por otra, la circulación y consumo masivos de los multimedia basados en Internet. La obra de Eclectic Method es sólo la punta del iceberg.
Voy a concluir con una especie de coda, ocupándome de una cuestión que seguramente uds. ya se han venido formulando: ¿cómo maneja Eclectic Method el copyright? En realidad, la primera vez que me encontré con sus trabajos fue en la película de Benjamín Franzen y Kembrew McLeod Copyright Criminals (2009), la que, en términos de su sitio web, se pregunta: "¿Puedes ser dueño de un sonido?", y ofrece una respuesta a través de la historia y las prácticas del sampling, el remix y el mashup narrada en entrevistas a muchos de sus exponentes (incluyendo a Eclectic Method). Como se podrán imaginar, la relación de Eclectic Method con la legislación de propiedad intelectual no es simple y directa, pero, contra lo que se podría pensar, nunca han tenido una orden de suspensión de sus actividades. En la entrevista de Creativity a la que ya he aludido, se preguntó a los miembros del grupo acerca de la problemática legal. Contestaron lo siguiente:
Ian Edgar: Si le preguntas a un abogado qué debería pasar con la cultura, diría "¡pará y no hagas nada!". Es por eso que no les preguntamos...
Jonny Wilson: Históricamente, nuestra historia ha sido que hemos probado las aguas en términos de hasta qué punto podíamos zafar, y resultó que no sólo zafábamos, sino que todos aquellos cuya propiedad intelectual violábamos luego nos empleaban para hacer algo para ellos. O sea que se desarrolló un patrón de hacer algo técnicamente ilegal, seguido por algo oficial. Pasó con MTV, Fatboy Slim, U2 y Motown. Creo que aparecimos exactamente en el momento justo para hacer lo que hacemos. La gente justo se estaba preparando para que esto fuera legítimo, con YouTube y otras cosas como esa.
Las prácticas de negocios de Eclectic Method confirman esto. Ponen sus videos en la web para descarga gratuita; el dinero proviene de su altibajo como compañía productora, que incluye ahora videos promocionales, publicidad viral en internet y performances en videos publicitarios [branded videos]. La lista de clientes incluye a Adidas, Apple, Blackbeny, Coca Cola, y Getty Images.
Otro de los entrevistados en Copyright Criminals fue Lessig, quien mantuvo allí lo que él llama "forma de expresión remix" (y que yo llamo mentalidad multimedia), puede ser criminalizada, pero no suprimida. poco después de la publicación de Remix, el 8 de enero de 2009, Lessig apareció en The Colbert Report, un programa satírico nocturno. Con ironía, el conductor Stephen Colben prohibió explícitamente la confección de remixes basados en esa entrevista. El resultado era predecible: el remix de Eclectic Method apareció posteado al día siguiente, y siguieron muchos otros. Los dejaré con él, y gracias por escucharme.
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