En el escenario de la filosofía contemporánea, específicamente en Alemania, surge una nueva figura que en sus recientes reflexiones ha dejado entrever una mente lúcida e ideas brillantes, nos referimos a Peter Sloterdijk. Este filósofo alemán nacido el 24 de junio de 1947 en Karlsruhe, estudió filosofía, filología e historia en la Universidad de Munich y en la Universidad de Hamburgo. Se doctoró en 1975 en la Universidad de Hamburgo y en 1983 publicó su primera obra Crítica de la Razón Cínica que le valió la fama internacional. En 2001 fue nombrado rector de la Universidad de Arte y Diseño de Karlsruhe y es profesor de filosofía y teoría de los medios en la misma universidad. Desde el 2002 trabaja para la cadena de televisión alemana ZDF en el que es co-anfitrión del programa Im Glashaus: Das Philosophische Quarttet, donde se discuten los principales problemas más importantes de la actualidad.
En 1998 publica el primer tomo de su opus magnum, Esferas: Burbujas. Microsferología, en 1999 el segundo volumen de la misma obra, Globos. Macrosferología y en 2004 el último tomo de su obra, Espuma. Esferología plural. Precisamente en el siguiente texto presentaremos someramente una introducción al pensamiento de Sloterdijk sobre las esferas.
Al iniciar su reflexión sobre las esferas, es decir, sobre la morfología de las relaciones de los hombres con sus iguales y con su entorno, Sloterdijk hace suya la pregunta de Heidegger: ¿dónde estamos cuando decimos que estamos en el mundo? El filósofo responde que el estamos, o más bien, somos en burbujas, esferas, incubadoras, invernaderos, donde el hombre se construye, se protege y cambia. La vida humana se organiza con base en las relaciones, en el afianzamiento del hombre en su identidad a la confirmación de sus espacios íntimos, sus casas, sus ciudades y sus espacios metafísicos e imaginarios.[1]
La idea de centrarse en la reflexión sobre las esferas es abordar los espacios comunes en los que el hombre se mueve, es reflexionar sobre lo vivido y lo vivenciado porque “la experiencia del espacio siempre es la experiencia primaria del existir. Siempre vivimos en espacios, en esferas, en atmósferas. Vivir es crear esferas”.[2]
Ya hemos dicho que "vivir es crear esferas […], o como mínimo díadas”,[3] por ejemplo, placenta-feto, madre-hijo, esposo-esposa, ciudadano-Estado, etc. Así, desde la concepción el hombre siempre está creando construcciones científicas, ideológicas y religiosas a su alrededor como una forma de “recrear su original caverna confortable y protectora”.[4] En esto consiste nuestro estar-en-el-mundo “habitamos siempre un espacio íntimo, una intimidad compartida”.[5] Dichas construcciones o burbujas no son únicamente, como lo expresamos anteriormente, diádicas, según Sloterdijk también son triádicas o multipolares, “son el exterior del interior y el interior de lo exterior”.[6] Luego entonces la filosofía de las esferas no es otra cosa que la búsqueda del espacio que habitamos y que habita en nosotros, es describir los espacios íntimos en los que anidamos.
Según Sloterdijk la relación de los hombres se da principalmente en dos esferas, a saber, las “microeferas (relaciones ontológicas del tipo feto-placenta) a las macroesferas (los macroúteros, estructuras políticas que adoptan la forma de naciones o Estados)”.[7] De esto trata su obra Esferas, una teoría de la intimidad, una ontogénesis del espacio interior para explicar su concepción general del mundo y de la historia. Con ello quiere proponer que el problema fundamental de la filosofía no es el tiempo sino el espacio, de ahí su teoría sobre las relaciones en los hombres.
La díada madre-hijo es la primera de las creaciones relacionales, un lugar de cobijo donde comienza la solidaridad entre los seres humanos, la madre, la familia, hasta la relación con la cultura en la que se vive. El drama de la vida, según el filósofo alemán, está en que siempre hemos de abandonar los espacios en los que uno está inmerso y seguro, “en este sentido, cada uno es un medio: un ser de alta permeabilidad que necesita resolver los aspectos íntimos de su surgir en mundo; la conformación de esferas dentro de sí mismo y entre los otros seres”.[8] Esta situación, la de abandonar contantemente las esferas, lo llevan a desarrollar las llamadas políticas de climatización, “ya no puede construir el todo a partir de su posición en el mundo, de su exigencia de intimidad, porque allá donde mire encuentra extrañeza absoluta e inquietante”.[9]
Por lo tanto si la construcción de un espacio íntimo de relación con el exterior o conmigo mismo es violentada entonces se originan las crisis vitales o las catástrofes, en términos del filósofo alemán, ‘estalla una esfera’. Ya hemos expuesto que desde la concepción el hombre inevitablemente se encuentra ya en una esfera, por tanto la primera ruptura se da cuando el recién nacido tiene contacto con el mundo. “Cuando estalla la primera burbuja [los seres humanos] sufren irremisiblemente una especie de shock, de transcolonización, un desenraizamiento existencial […]. El ser humano descascarado busca así responder al enfriamiento exterior con el desarrollo de curiosas políticas de climatización”.[10]
Así ante tal intromisión en la esfera personal el hombre tiende a buscar blindaje, protección de intromisiones futuras, es así que construye, según Sloterdijk, un invernadero universal que le garantice “un habitáculo para la nueva forma moderna de vida al descubierto”. Ejemplos de lo anterior son: la civilización tecnológica, el Estado de bienestar, el mercado mundial, la esfera de los media; invernaderos o esferas que pretenden asegurar las esferas en donde el ser humano se desarrolla.
En el primer tomo de su opus magnum, Esferas, habla precisamente sobre las relaciones que el hombre genera, desde las relaciones microclimáticas y diádicas hasta las que involucran todo el corpus de una sociedad con el Estado en cuestión. Según el autor de esta obra se pretende analizar las más insignificantes relaciones de hombre para desarrollar una comprensión de cómo son los seres humanos.
Fuentes
Vásquez Rocca, Adolfo, “Peter Sloterdijk; espumas, mundo poliesférico, y ciencia ampliada de invernaderos” en Konvergencias. Filosofía y culturas en diálogo, Córdova, Argentina, Año V, No. 16, 2008, p. 218.
---------------------------, “Peter Sloterdijk; esferas, helada cósmica, y políticas de climatización” en Eikasia, Revista de Dilosofía, julio, 2006.
---------------------------, “Peter Sloterdijk: esferas, flujos, sistemas metafísicos de inmunidad y complejidad extrahumana ” en Nómadas, Revista crítica de Ciencias Sociales y Jurídicas, Publicación electrónica de la Universidad Complutense, No. 17, 2008.
[1] Cfr. Vásquez Rocca, Adolfo, “Peter Sloterdijk; espumas, mundo poliesférico, y ciencia ampliada de invernaderos” en Konvergencias. Filosofía y culturas en diálogo, Córdova, Argentina, Año V, No. 16, 2008, p. 218.
[2] Vásquez Roca, Adolfo, “Peter Sloterdijk; esferas, helada cósmica, y políticas de climatización” en Eikasia, Revista de Dilosofía, julio, 2006.
[3] Vásquez Rocca, Adolfo, “Peter Sloterdijk: esferas, flujos, sistemas metafísicos de inmunidad y complejidad extrahumana ” en Nómadas, Revista crítica de Ciencias Sociales y Jurídicas, Publicación electrónica de la Universidad Complutense, No. 17, 2008.
[4] Ídem.
[5] Ídem.
[6] Ídem.
[7] Vásquez Roca, Adolfo, “Peter Sloterdijk; esferas, helada cósmica, y políticas de climatización” en Eikasia, Revista de Dilosofía, julio, 2006.
[8] Ídem.
[9] Ídem.
[10] Vásquez Rocca, Adolfo, “Peter Sloterdijk: esferas, flujos, sistemas metafísicos de inmunidad y complejidad extrahumana ” en Nómadas, Revista crítica de Ciencias Sociales y Jurídicas, Publicación electrónica de la Universidad Complutense, No. 17, 2008.
No hay comentarios:
Publicar un comentario