sábado, 8 de abril de 2023


Premio Cervantes 2022


Rafael Cadenas 


en la senda encendida de la honestidad


Claudia Furiati Páez

Foto de Ernesto Constante. Intervención: DDLR2023

 

“Camino dejándome”, pacta Rafael Cadenas (Barquisimeto, 1930) en el párrafo de cierre de su prólogo que recopila buena parte de sus entrevistas, donde seguidamente conviene: “Las respuestas van perdiendo cierto tono, un poco como de sabedor, para adquirir otro de tanteo que se aviene más con quien fue un buen lector de Mairena que solía poner en guardia contra sí mismo a sus alumnos. Es el tono que me corresponde hoy cuando trato de vivir sin asideros mentales, sin istmos, sin cargas, abierto, en actitud de inquirir”.

Es el tono de lector vital que cultiva el Premio Cervantes 2022, el mismo que ha mostrado y compartido con quienes siguen su obra lírica y ensayística desde hace más de seis décadas y a los nuevos que se aventuran a conocer más sobre esta ars poética guardiana de la palabra exacta. A éstos especialmente queremos dedicar las siguientes líneas en las que ofrecemos, con ayuda de algunos estudiosos del devenir cadeniano, aproximarlos a su obra lírica y ensayística, la que le ha valido el máximo reconocimiento literario de la lengua castellana y que recibirá el próximo 23 de abril.

En el camino del descubrimiento

Comprender este legado pasa por reconocer la naturaleza de lector y defensor del lenguaje que ha profesado Rafael Cadenas desde sus primeros textos. “…personas distraídas me tienen por escritor -asoma en otro prólogo, segmento donde suele dejar pistas de sí -. “En realidad, nunca me he sentido como tal, profesionalmente, soy más bien lector. Los libros se apoderan de mí con más facilidad que el impulso de escribir…El no escritor cae, recae y vuelve a caer deserción…y espera tal vez demasiado de los libros, espera seguramente lo que no pueden dar: una revelación que lo mude, que lo ponga en el camino de mayor descubrimiento”[1].

            En esa senda del asombro nos hemos acostumbrado a seguirlo “dejándonos” como lectores. Bien lo dice una de sus más asiduas indagadoras, Moraima Guanipa, se enfrenta uno a un texto poético que “reclama”, una ética como lector “un compromiso de interpretación y de fidelidad”[2]. Y parte de la clave en ese acompañamiento al poeta venezolano ha residido en el ejercicio de lo que algunos describen como su acto de despojamiento verbal y existencial, del lenguaje y del yo, que practicó gradualmente desde la publicación de sus primeros poemarios universales como son Una isla (1958) y Cuadernos del destierro (1960), pasado por el icónico Intemperie (1977) hasta llegar hoy a imaginarios contrapunteos con otros universales escritores en sus Contestaciones (2018).

             Una voz que se deja ser

            Un devenir que trazó una parábola entre la voz mítica de sus primeros versos a la voz mística de los que posteriormente emergieron, como señaló tempranamente el filósofo Ludovico Silva: “Después de haber aprendido a hablar el lenguaje de los mitos oceánicos, Cadenas ha aprendido la voz seca y metálica de la pura verdad, al fondo de sí mismo, al fondo de su ser”[3]. He aquí una cualidad de su noción poética, su vínculo con la existencia, al ofrecer un arte que se “aprehende a la vida y convierte en extraordinario lo ordinario”.[4]

             El poeta ha reconocido el influjo del budismo zen en ese “dejar ser” (wu wei) que impregna a sus versos libres, prosas y aforismos generando conmoción en quien los lee:

            “Lo místico es esta libertad vacía que arranca de la supresión de la anestesia del lenguaje, y de la supresión de todo metalenguaje. Súbitamente lo real se hace real. Pero no por el concurso de ninguna ‘inteligencia sentiente’ sino con el concurso de la nada”, conviene Cadenas en sus Apuntes sobre San Juan de la Cruz. Y esa vacuidad se manifiesta en muchas ocasiones acompañada de un inquietante silencio. Es éste otro recurso usado como metáfora en su poesía la palabra se hace impotente; “desposesión” del yo inquiere el catedrático Guillermo Sucre. “abolir el yo y su desmesura imaginante para acogerse a lo justo, a lo verdadero, aunque parezca lo precario.[5]

            Ofrenda al mutismo para dejarse estar o en palabras del citado Sucre recurrir a “la palabra silenciosa”, aquella que “nos devuelve tanto a la inmediatez como al misterio de la realidad”… Así lo plasma en unos versos de Memorial (1970): “Enmudezco / en medio de lo real / y lo real dice con su lenguaje lo que yo guardo…Callo no voy más allá de mis ojos / me consta este alrededor”. Es la renuncia del sujeto a ser el centro de la reflexión, sino parte de este diálogo con el mundo, ese ser en las cosas.

En palabras de Sucre: “También la obra de Rafael Cadenas se inicia con el deslumbramiento ante los poderes verbales y de la imaginación. Pero su ruptura con todo eso se va haciendo más radical. ¿El radicalismo de Cadenas? Quizá no haya nada más sencillo y a un tiempo más complejo. Cadenas no es un naíf ni un místico, mucho menos un esteta. Lo que busca es regresar a una relación directa con el mundo y que la palabra sirva a esa relación. Me parece que así lo sugiere en un poema de uno de sus últimos libros: «Voz antigua, / ocultabas la ruta./ Ahora ocupas tu puesto./ Ya no hay conjuro». Ya no la palabra encantatoria, ni siquiera le mot juste, sino la palabra que ocupa su puesto; ya no es el mero despojamiento, sino el despeje que abre la verdadera ‘ruta hacia lo real`”[6].

            Bordeando el lenguaje

Si de algo se confiesa “encadenado” este poeta contemporáneo es a su misión de custodio de la lengua como el vehículo para la configuración del individuo / ciudadano. Por tanto, su consternación al testificar una y otra vez la “desintegración del idioma”, especialmente el español. Le toca en los orígenes como lector: “Me emociona pensar que las palabras que yo pronuncio son las mismas que pronunciaba, por ejemplo, Cervantes, o encontrar en sus obras las palabras de mi infancia, oídas tantas veces en boca de mis abuelos o mis padres, o compañeros de la escuela o de juegos. El lenguaje está cargado hasta los bordes del tiempo. Nos sumerge en el pretérito o nos lo trae a nuestro hoy. Rezuma formas de vida por todos sus poros y él mismo es forma”[7].

            En esta cruzada, además de elocuente su ensayística, poesía y cátedra universitaria, también lo ha sido su oratoria especialmente ante la crisis democrática que viene padeciendo su natal Venezuela desde hace más de dos décadas. “Hay palabras tan principales como aquélla, por ejemplo, libertad, justicia, democracia, civismo, honestidad; las cuales cuando se ausentan de un país tornan muy difícil para sus ciudadanos el hecho de vivir realmente”[8]

            Escuchar sus mensajes y reflexiones de gran “temple moral”, son un aliciente al venezolano desvalorizado en su gentilicio por un régimen que lleva más de dos décadas instalado y coartando libertades y ejerciendo una hegemonía de lenguaje. María Fernanda Palacios, coterránea y reconocida profesora de literatura, destaca esta condición del discurso cadeniano que “hace contraste”. “En donde quiera que hable Cadenas se escucha otro temple, ese que nace cuando ya no se es rehén de la esperanza, cuando se ha visto el vacío y la destrucción que esparce esa palabra, sinónimo también de utopía”[9].

“Barbarie” es otro término al que frecuenta contrastar ante el discurso del poder. Un ejemplo es la respuesta que da a la pregunta sobre el rol ético del poeta y el poema ante esta impuesta condición deshumanizadora: “Se suele pensar que la poesía puede hacer muy poco frente a la barbarie porque sólo le interesa a una ínfima minoría, pero esta es una legión del espíritu y a través de ella actúa la poesía, llegando así a ámbitos más amplios. En todo caso, lo más importante es el desarrollo de la conciencia; en tal sentido, la lectura, pero no sólo de poesía, es decisiva”[10].

Los ecos del camino

Y sí, la lectura ha sido primordial para Cadenas en su formación como “artesano de la palabra”, siguiendo la obra de otros virtuosos de este oficio. Los convoca junto al escritor Antonio López Ortega: “Puedo mencionarte a Whitman, Rilke, Michaux, Cavafy, Pessoa, Williams, pero son muchos más, y en medio de sus voces se trata de encontrar la propia. En prosa, dentro de nuestro idioma, Alfonso Reyes, Antonio Machado, Baldomero Sanín Cano, Pedro Salinas, Jorge Luis Borges, Gabriela Mistral, Octavio Paz, Fernando Savater y, por supuesto, otros, porque la lista es larga... He de decirte que he leído mucho a los españoles, desde los clásicos del siglo XVI hasta los de hoy”[11]. Recuento al que sumamos textos de la filosofía oriental: vedántico, taoísmo, budismo zen y por el lado occidental de pensadores como Jung, Watts, Paniker.

            De igual manera, la decantación de su propia voz poética ha pasado por la escritura de una docena de poemarios, además de los ensayos, cuadernos de apuntes y aforismos a los que tiene gran estima. Confiesa guardar una mayor afinidad con Memorial (1977), Gestiones (1992) y Sobre abierto (2012), Contestaciones (2018) y los son por el hecho de la sencillez y brevedad de sus estrofas. Esta inclinación la atribuye a “cierta urgencia por ir directo al blanco” y a su gusto por leer que no lo deja salir de la “escritura breve”[12].

            Voz que se bifurca y se enmascara para ofrecer multiplicidad de tonos y sensibilidades de los personajes en los que se desdobla el poeta. Lo define Moraima Guanipa como una dialéctica instaurada entre el yo del poeta y el yo del lector, para así hacer posible “un nosotros dialogal”. Ese que se manifiesta en el siguiente aforismo de Memorial:

“La palabra no es el sitio del resplandor, pero insistimos, insistimos, 

nadie sabe por qué”,

Un texto que, según la citada periodista y poeta, “reclama a un lector dispuesto a nadar en la incertidumbre y perplejidad, capaz de seguir las tentativas del poeta por mostrarnos otra vía: la ‘encendida honestidad´”[13].

Y esa senda trazada es además al descampado y sin ropajes líricos y retóricos que le distraigan como lo define en su magnífico Intemperie (1977), y aunque el poeta no lo cuente entre sus predilectos, ha sido un poemario seminal del registro cadeniano, pues en él queda grabado el arte poética que lo signa: “Que cada palabra lleve lo que dice. / Que sea como el temblor que la sostiene. / Que se mantenga como un latido”, para más adelante rematar “Seamos reales/ Quiero exactitudes aterradoras /Tiemblo cuando creo que me falsifico”.

Muy por el contrario a ser deshonesto en su decir, el quehacer poético de Rafael Cadenas es admirado por su naturalidad y autenticidad de lo que llamó “inestilo” (ausencia de estilo), al tan solo procurar la “expresión necesaria” o exacta resumida en : “asentimientos que no se transforman en certezas inexpugnables; asombros que no llegan al éxtasis de las revelaciones; acordes, sí, como en música; pactos necesarios y transitorios con los hechos, y también negaciones, siempre que éstas no sean un pero al mundo”[14].

Como bien ofrece pistas de ese tránsito lector, indica María Fernanda Palacios que ha de hacerse “en presente” y considerando las “contradicciones y grietas” que definen el momento. “Pero el registro en que su palabra resuena cuando se trate de un poema o de un aforismo no es el mismo con que resuena en una entrevista. Algunos lectores se apresuran, no escuchan el temblor que acompaña a la palabra o su silencio…” [15].

            Una discreción que también espera el poeta de quien lee sus “dichos”, tan solo escuchar a “un viviente”, a “alguien que ha vuelto a casa”, a “quien puede reconducir a otro comienzo” (Gestiones, 1992). Así entre ambos, escritor y lector- como nos alienta Moraima Guanipa, continuar transitando un diálogo quedo y honesto:

            “Y nosotros los lectores, también en silencio, seguimos al poeta en su camino, tratamos de acompañarlo en la construcción del sentido, porque sabemos e intuimos que la escritura poética se completa en la lectura. La poesía no es un hecho dado e inmutable al cual el lector asiste pasivamente como testigo o espectador. El lector es coautor, compañero silente del poeta en su discurrir, una tarea nada fácil, que exige nuestro compromiso. Leer a Cadenas es leernos”[16].

            Perfil de un Cervantes

“Más que piloto de su andanza, la de alguien a quien le cuesta decidir y por eso es llevado…” así percibe su propio paso el Premio Cervantes 2022. Sin embargo, constatar las estaciones recorridas a lo largo de sus 93 años de vida, hasta el momento que hoy hace al mundo de la poesía y la lengua castellana festejar su hacer poético, lo confirma conductor de su verso y su cotidiano universo.

Considerado uno de los más trascendentales poetas vivos latinoamericanos, pertenece a la llamada generación de escritores del 58, de su natal Venezuela. Junto a él, Salvador Garmendia, Manuel Caballero, Jesús Sanoja Hernández, Arnaldo Acosta Bello, Eugenio Montejo, Darío Lancini, Adriano González León, Guillermo Sucre y Ludovico Silva compartieron aulas, pensamientos, escritos y en muchos casos militancia en las ideas de izquierda. Configuraron parte de la intelectualidad de la democracia y fueron personajes notorios a partir del 58, cuando cayó el dictador Marcos Pérez Jiménez y pudieron salir de la clandestinidad o retornar del exilio como ocurrió a Cadenas proveniente de Trinidad y Tobago. De allí traería sus “notaciones” para Una isla (1958) y Los cuadernos del destierro (1960).

A partir de entonces siguió apostando a las formas versiculares reunidas en Falsas maniobras (1966); Memorial (1977), Intemperie (1977), Anotaciones (1983), Amante (1983), Dichos (1992), Gestiones (1992), Apuntes sobre San Juan de la Cruz y la mística (1995), Sobre abierto, (2012), En torno a Basho y otros asuntos (2016) y Contestaciones (2018). Intercalados vieron luz ensayos, entre los que destacamos En torno al lenguaje (1985) y Anotaciones de San Juan de la Cruz y la mística (1995).

Una prolija trayectoria que además ha combinado a cabalidad con su carrera de académico en la Escuela de Letras de la UCV y de investigador de la lengua. Por ello recibió la beca Guggenheim en 1986, además de dos doctorados Honoris Causa otorgados por la Universidad Central de Venezuela y por la Universidad Simón Bolívar de su país.

Su obra ha sido merecedora relevantes galardones entre los que se cuentan el Premio Nacional de Ensayo en 1984, el Premio Nacional de Literatura en 1985, el Premio San Juan de la Cruz en 1991, el Premio FIL de Literatura en Lenguas Romances en 2009; así como los tres más importantes de Iberoamérica, el Premio Internacional de Poesía Ciudad de Granada Federico García Lorca en 2016, el Premio Reina Sofia de Poesía Iberoamericana (2018) y el Premio Miguel de Cervantes (2022).


Foto: El Impulso Intervención: DDLR2023




 

BIBLIOGRAFÍA

Cadenas, Rafael.  Entrevistas, San Felipe: Grupo La Oruga Luminosa, Fondo Editorial para la Región Centro Occidental, 2000.

-        Apuntes sobre San Juan de la Cruz y la mística, Caracas: Fondo Editorial Orlando Araujo, 1995.

-        En torno al lenguaje, Caracas: Ed. Dirección de Cultura UCV, 1985.

Guanipa, Moraima. Hechura de silencio. Una aproximación al ars poética de Rafael Cadenas, Caracas: Fondo FHE-UCV, 2002.

López Ortega, Antonio, Guanipa, Moraima, Rivera, Nelson, Ramírez, Ricardo. 4 voces sobre Cadenas (Caracas: AB Ediciones, Colección Ediciones Especiales, 2018).

López Ortega, Antonio. “La realidad es el misterio absoluto”. Cuadernos Hispanoamericanos, N° 780, Junio 2015.

Palacios, María Fernanda. “Otro temple: sobre Rafael Cadenas”. Cuadernos Hispanoamericanos, N° 780, Junio 2015.

Posada, Claudia. “Contra la barbarie de la propia inspiración”. Revista La palabra y el hombre, N° 127, Jun-Sep. 2003.

Silva, Ludovico. “Parábola del desterrado”. En La poesía, la vida. En torno a Rafael Cadenas, Caracas: Fondo Editorial FHE – UCV, 1999.

Sucre, Guillermo. “La metáfora del silencio”. En La poesía, la vida. En torno a Rafael Cadenas de varios autores, Caracas: Fondo Editorial FHE – UCV, 1999. 



 



[1] Rafael Cadenas, Apuntes sobre San Juan de la Cruz y la mística (Caracas: Fondo Editorial Orlando Araujo 1995), 9.

[2] Moraima Guanipa. Hechura de silencio. Una aproximación al ars poética de Rafael Cadenas (Caracas: Fondo FHE-UCV, 2002), 17.

[3] Ludovico Silva, “Parábola del desterrado” en La poesía, la vida. En torno a Rafael Cadenas (Caracas: Fondo Editorial FHE – UCV, 1999), 19.

[4] Guanipa. Hechura de silencio…43

[5] Guillermo Sucre, “La metáfora del silencio” en La poesía, la vida. En torno a Rafael Cadenas de varios autores (Caracas: Fondo Editorial FHE – UCV, 1999), 316

[6] Guillermo Sucre, “La metáfora del silencio” en La poesía… 315

[7] Rafael Cadenas, En torno al lenguaje (Caracas: Ed. Dirección de Cultura UCV, 1985). 24-25.

[8] Rafael Cadenas. “Discurso Premio Reina Sofía Poesía Iberoamericana” en 4 voces sobre Cadenas (Caracas: AB Ediciones, Colección Ediciones Especiales, 2018).

[9] María Fernanda Palacios, “Otro temple: sobre Rafael Cadenas”, Cuadernos Hispanoamericanos, N° 780 (Junio 2015), 31

[10] Claudia Posada, “Contra la barbarie de la propia inspiración”, La palabra y el hombre, N° 127, (Jun-Sep, 2003), 111.

[11] Antonio López Ortega “La realidad es el misterio absoluto”, Cuadernos Hispanoamericanos, N° 780 (Junio 2015), 7.

[12] Posada, Claudia, “Contra la barbarie de la propia inspiración”, 111.

[13] Guanipa, Moraima. Hechura de silencio…102

[14] Palacios, María Fernanda, “Otro temple: sobre Rafael Cadenas”…32

[15] Palacios, María Fernanda, “Otro temple: sobre Rafael Cadenas”…35

[16] Moraima Guanipa, “Rafael Cadenas: lenguaje y misterio” en 4 voces sobre Cadenas (Caracas: AB Ediciones, Colección Ediciones Especiales, 2018), 7.

 

lunes, 3 de abril de 2023

                                         

Del Cuento Chino de 

TikTok de todos los días

David De los Reyes

 


Imagen: Murciélagos Florales Vegetales RSV/DDLR2023

Nos levantamos leyendo en `L` Express que la red china TikTok se ha convertido en el enemigo público nº 1 de los norteamericanos. Una red que nos presentan coreografías de todo tipo, miradas de glamur irreal hasta tutorías de bricolaje. Todo junto y al mismo tiempo, pero el tema no se queda ahí. En una época que hemos cambiado nuestras conductas cotidianas no por motivos ideológicos, sino por la introducción constante de dispositivos inteligentes, nos hemos reducido en aceptar la triada hombre-teclado-pantalla como forma de conducta móvil-estática. A la histeria colectiva de muchos intelectuales en estos meses sobre la aparición y puesta en práctica de la IA, sería bueno también tomar en cuenta las apreciaciones de los especialistas sobre esta peste china red-ial tiktokera. Una aplicación que ofrece una serie de filtros seductores y gangs particulares que han atrapado a los adolescentes. Y si antes los estudiosos de la comunicación se preocuparon por los efectos de la tv desde la infancia a la adultez, (el reconocido psicólogo norteamericano John Coundry la llamó “ladrona del tiempo”), pudiéramos arriesgarnos a decir que TikTok pudiera ser la “ladrona de la inteligencia” (. además de "ladrona del tiempo"... ¿cuántas horas pasas en las pantallas?...). El caso es que los adolescentes pasan más y más horas en ello y los adultos comprenden menos que menos el factor TT. La edad en la que comienzan a explorar los niños esta aplicación es desde los 8 años.

Es la aplicación que ocupa en este momento el mayor número de las conexiones y conversaciones globales. Se sabe que muchos internautas usan esa red como buscador de temas de su interés antes que utilizar Google. De esta forma las apreciaciones del pasado reciente sobre Facebook, Instagram y Twitter nos han mostrado que tales redes sociales nunca son neutrales. Sus logaritmos nos presentan a nosotros las páginas que tienen un interés oculto, bien sea comercial, político, o simplemente influenciador, colocando una máscara a otros contenidos que no son de interés para el mecanismo del logaritmo en función del gusto consumidor de las masas. La publicidad se ha desplazado de marco representativo. Ampliando la presencia de manipuladores que utilizan un sinfín de falsos contenidos, estas plataformas pueden, rápidamente, transformarse en campos de batallas donde podrán reinar la elucubración peligrosa, contenidos de odio, racismo y propaganda deshonesta, por decir algunos de los “preparados virtuales”. Desplazando los hechos concretos y determinantes del acontecer humano. La historia del día es el cuento virtual de hadas macabro colocado en la noche. La historia del mundo queda reducida a la banalidad del acontecer subjetivo y sus seguidores.

Es así que surge una preocupación por lo que nos ha mostrado la voluntad de poder virtual de esta red. En ella se encuentra la presencia, la influencia, la direccionalidad de una masa global guiada por los intereses de un estado autoritario, como lo es China, la cual se ha mostrado que sabe bailar muy bien la danza de los bites, a través de la casa matriz de TikTok. Una aplicación que capta la mirada y las emociones de los adolescentes, desplazando la capacidad de saber estar en el mundo y al menos medio intentar comprender por dónde navega la realidad del presente. Sin saber quién está detrás de TikTok y cómo te transforma tu vida.

 

sábado, 1 de abril de 2023

 Triexiliados: Tres artistas de la diáspora venezolana

Rayma Suprani, Yucef Merhi y Pepe López Reus

David De los Reyes

A modo de introducción

No es noticia que la nación venezolana comenzó a entrar en un proceso de masiva migración desde los inicios del régimen que asumió el manejo del Estado a partir de las elecciones de 1999. Son veintitrés años de deterioro constante no sólo de la realidad física del entorno territorial, sino de deterioro de la calidad de vida del venezolano a pie. A la fecha de hoy, nos dice el portal de Acnur, se han desplazado alrededor de 7 millones de estos migrantes por diferentes continentes y naciones.  El presidente de la hermana república de Colombia ha dicho que el problema de la diáspora venezolana se debe al recalentamiento de la tierra, al cambio climático. Si así argumenta y dimensiona tal desplazamiento humano (en Colombia habitan casi dos millones de venezolanos), no extraña que tras ello se pretenda ocultar la real crisis que la hermana república afronta, derivada de un Estado fallido y carente de respuestas a las demandas mínimas y vitales de los habitantes. En suma, buscar “esquivar” la realidad incómoda que condiciona tanto frontera adentro como frontera afuera, impactando al resto de los países del continente americano y a Europa. 

No quiero extenderme aquí. Para conocer más y mejor sobre los datos y estadísticas de ese fenómeno líquido de los desplazados, sugiero consultar los trabajos del sociólogo venezolano Tomás Páez.  Mi propuesta es atender a este fenómeno a partir de la mirada y creación de tres artistas destacados y originales: la caricaturista y comunicadora Rayma Suprani, del ciberartista y programador Yusef Merhi y del artista plástico José Luis (Pepe) López Reus.

Los tres, desde distintos campos del hacer artístico contemporáneo, nos dan su expresión en torno a cómo han interpretado un proceso de desalojo territorial masivo. Un vaciamiento de país, acerca de desplazamientos de los arraigos emocionales y físicos. Lo que se ha mostrado en las distintas tonalidades estéticas de estos artistas es la superación de interrogantes personales de ¿me voy del país o me quedo? ¿qué debo llevar? ¿qué debo dejar? ¿de qué debo desprenderme? ¿cómo consigo los dólares para partir? ¿hacia qué país me dirijo? Preguntas que nos hicimos muchos de nosotros en un momento dado, pero sobre todo para una gran mayoría a partir del conflictivo y represivo año del 2017.

Cada uno de ellos ha tejido su propio estambre plástico donde sobresale toda una multiplicidad de referencias.  De identidades dislocadas, de rupturas emocionales, de vivencias cotidianas vencidas, de memorias apagadas y de reinvenciones a costa de todo. De toda una simbología agrupada en las distintas propuestas de cada uno de estos artistas. Elizabeth Marín, investigadora de arte, nos habla de desterritorializaciones y territorializaciones significativos e imaginables.

 

A partir de la caricatura, de la exploración tecnológica-digital y de la instalación se interceptan estos artistas de la diáspora en una encrucijada común, en más de haber dejado un país es salir de una situación, en palabras del artista venezolano Pepe López Reus. Tres planteamientos artísticos que enfrentan la ceguera de un proyecto de país que ha fracasado de forma permanente, siendo sólo una salida para los convenimientos de los que tienen el control del territorio físico y económico. Ello ha despertado todo un halo expresivo y creativo desde todos los campos del arte. Los que corresponden a nuestros artistas revisados, narran con éxito a través de la caricatura, el dispositivo virtual y la ocupación espacial de objetos que han perdido su contexto y su función al ser empaquetados en plexiglás.  Discursos que dan cuenta de una inaplazable situación colectiva, de un imaginario truncado, de una disposición a reinventar trayectos y esperas de vida.  Como dice nuestra amiga la crítica de arte venezolana María Luz Cárdenas:

Los artistas, hoy, no eluden sus propias respuestas a la realidad social, pero utilizan para ello nuevos recursos, nuevas disciplinas, nuevos soportes, nuevas tecnologías. El arte de hoy produce una nueva narrativa, una nueva escritura de lo social. El realismo social tradicional –aun cuando sostenga una inmensa fuerza narrativa y expresiva como en el caso de la Nueva Figuración– se mantiene anclado a la imagen. El realismo conceptual acude al discurso para transformar la realidad”[1].

Notamos entonces que, para estos artistas, el viaje migratorio vendrá a constituir una experiencia única y personal, por un lado, pero acobijada por la sombra del colectivo desplazado. Plantea despojarse de las figuraciones realistas y reductores que conforman una ilusión perdida, facilitado por una situación de mutación, de metamorfosis física y mental condicionada por la experiencia. Lo que se vive no es un simple cambio de espacio por carencias materiales, de inseguridad permanente, de guerra asimétricas y silenciosas, o por contar con la mínima atención médica en muchos casos. Lo que se nos va relatando a través de sus propuestas simbólicas y significativas es la fractura psíquicas, emocionales y corporales de la decisión de abandonar lo conocido, de la voluntad obligada a asumir el cotidiano tránsito por caminos desconocidos y el sino del destino al que se debe enfrentar todo desplazado.

Estos tres artistas, integrados bajo el título de Triexiliados, abordan la condición de lo que la también curadora de arte María Luz Cárdenas ha definido como el paso del Realismo Social hacia la construcción de una mirada desde un Realismo Conceptual.

 

La crítica cotidiana por medio de la Caricatura: Rayma Suprani

Iniciando con el caso de la caricaturista, comunicadora y artista plástico Rayma Suprani[2], su propuesta nos lleva a comprender  a partir de su propia experiencia personal, que los regímenes totalitarios no admiten el humor. Y eso por una condición irrenunciable de establecer el condicionamiento social de un país a un pensamiento único.

El humor requiere de una consciencia expansiva y libre, las dictaduras de un pensamiento limitado y sometido. Un principio que padeció en carne propia o he de decir a trazo y tinta propios, ya que tras casi dos décadas como la caricaturista estrella del diario El Universal, tuvo que salir de Venezuela ante el riesgo de perder su libertad injustamente implicada en un juicio por la Fiscalía del Estado, así como el recibir amenazas e inseguridad personal. A raíz de ello se trasladó a Miami, donde comenzó su exilio desde el 2014. Su propuesta “Yo migrante”, que data del 2018, se centra en el arte de la caricatura. Esta forma de comunicación visual crítica, implica la más de las veces una representación satírica y exagerada de una situación social o política de coyuntura y que puede involucrar a una persona pública. Quizás sea la narración visual con mayor presencia crítica y popular, a partir de la ironía y del humor. Una interpretación por medio del dibujo de una situación que hay que atender, reflexionar y visualizar de una forma directa por la audiencia. Si bien en ella se hace el uso de la deformación, la exageración y la simplificación reductiva, es con el fin de crear una visión removible, distorsionada e identitario del sujeto referido.

En el caso de Rayma es una de las pocas artistas valiente y comprometida con la acción social, los derechos humanos, la democracia y la asistencia a la infancia a carta cabal. Su obra sirve de inspiración a muchos artistas compatriotas en la diáspora en la defensa de los incumplidos derechos humanos en todo el globo, pero en especial en su país.  Su caricatura, como un dispositivo político expansivo, nos conduce a entrar en consciencia y en expresar comentarios de una emocionalidad colectiva, ridiculizando o reconociendo virtudes a determinadas personalidades por sus acciones y discursos. Y su fin, además de un entretener al público que aprecia la obra, es poder expresar un sentido de realidad que despierte una toma de consciencia ante una situación, alertando sobre cómo resolverla o minimizarla. Sus caricaturas abordan los temas sociales, culturales y políticos como la corrupción, la violencia y la discriminación en todas sus manifestaciones y por supuesto la migración y el exilio.

Entre sus proyectos alineados al tema que aquí tratamos está lo que ella llamó La nación desparramada. En ella retrata a los venezolanos y cierta psicología de aquellos que han emigrado a otros países con la esperanza de encontrar un futuro mejor. En sus propuestas visuales caricaturescas de la diáspora venezolana nos da una declaración a la responsabilidad política y social, tanto del país de origen de donde se sale, como a los países de llegada, así como de la importancia de asumir la crisis humanitaria de la migración venezolana de forma empática y efectiva.   

 

Yucef Merhi: una poética de lo digital en el exilio

Es uno de los pioneros del arte digital o NetArt no sólo en Venezuela y Latinoamérica, sino a nivel global. Es una figura artística representativa de los usos y potencialidades que ofrece el discurso digital. Merhi es un programador consumado, pero también es un poeta de vuelo artístico, donde ha venido construyendo una lingüística lírica cibernética, que va desde el manejo de los módulos de Atari en los años 80, hasta los recursos de los dispositivos de la high tech actual. Defensor de los usos de módulos digitales abandonados por la debacle del desarrollismo tecnológico digital, siempre regresa a recursos técnicos obsoletos del pasado reciente, pero con una interpretación y uso novedosos y creativos. Su aguda mirada nos adentra en la percepción de contextos sociales junto a sus mecanismos establecidos de control para desenmascarar al mundo las intenciones subterráneas de un estadio político en su país. Su hackeo de páginas de instituciones gubernamentales, adherido el manejo de la tecnología digital, de los video-juegos, de circuitos electrónicos, de pantallas en permanente performance poético, han establecido una forma personal del cuestionar el poder. Lo dio a mostrar con su proyecto abierto Seguridad Máxima, Seguridad Mínima a fines de los 90.  En él se desestabiliza los esquemas de protección de instituciones gubernamentales, corporaciones y figuras políticas. Se nos muestra la vulnerabilidad de los datos a todo nivel. Entre 1998 y 2003 vendría a hackear la base de datos de la Oficina de Identificación del Ministerio de Relaciones Interiores de Venezuela, haciendo una selección de los números de cédulas de todos los venezolanos nacidos un 4 de febrero (fecha del golpe fallido de Chávez en 1992), durante los últimos cien años. Con ellos concibió un datagrama cuestionador de la supuesta privacidad y secreto personal de información por parte del Estado en el manejo de datos. Su obra, vista así, viene a mostrar las nuevas posibilidades adheridas a un nuevo uso de materiales virtuales dentro del lenguaje del arte[3].

Por otra parte, Merhi ha explorado la temática de la migración venezolana en el devenir de su obra. Aportando usos innovadores de la tecnología en el arte, filtrando todo un compromiso político, estético y artístico para abordar temas sociales, políticos, de vulnerabilidad de la privacidad de usuarios por plataformas institucionales y la diáspora venezolana.

La emigración abordada por Merhi nos es sugerida por una variedad de medios que incluye el vídeo, la fotografía, la poesía, la literatura y el arte digital.  Se combinan imágenes realistas, datos, lenguaje natural, imágenes poéticas en sus obras. Se da cita a un foco realista compartiendo con un surrealismo programado de aviones y paisajes aéreos en pantalla. Creando una suspensión en el tiempo y en el espacio, donde se nos muestra la emoción de la confusión, incertidumbre, ansiedad y desorientación de quien emprende la partida teñida de esperanza fuera del país.

No deja fuera del marco del NetArt el cuestionamiento a la responsabilidad política, social, humana de los países de origen y destino. Apuesta a una empatía y comprensión por aquellos que se han visto forzados a abandonar sus habituales espacios de vida por la proyección artilugios lúdicos y virtuales que aspiran a una condición mejor de existencia y a una expresión poética de la cotidianidad digital. En el fondo, todas sus propuestas y proyectos visuales sobre la emigración venezolana son poderosos puntos de atención que nos demandan empatía y acción. Constructor de una estética visual única, su obra en conjunto nos da para reconocerlo como una de las voces importantes del arte digital comprometido contemporáneo.   

 

 Pepe López Reus y su metáfora de una diáspora en proceso

Las reflexiones de la citada Elizabeth Marín nos facilitan el abordaje de la obra de Pepe López Reus, identificando en su obra la esencia del sujeto diaspórico que experimenta, por sus disímiles fases de desplazamiento, la desterritorialización y la reterritorialización en un tiempo suspendido en el espacio de la memoria del emigrante[4]

Pepe López Reus, inspirado por la narrativa performática del artista alemán Joseph Beuys, define su proyecto como un arte político. Aborda la creación disruptiva de la emigración, las identidades y de la existencia de su país desde la perspectiva de lo visual. Sus propuestas son directamente un entramado de temas sociales, cotidianos y políticos directa e indirectamente relevantes. La migración es uno de los tantos aspectos que ha tocado por medio de diferentes formatos y materiales descartables dentro una sociedad del desecho y de la obsolescencia. Una de sus obras más representativas sobre la migración es Crisálida (2017).  Se trata de una instalación que segrega collages y murales, fotografías intervenidas y superpuestas, objetos desfocalizados de sus funciones comunes, con la que pretende retratar el vacío y el encierre emocional que significa ser emigrante o ciudadano de su país. Sus cercanías al tema, como notamos, son a través de diferentes materiales, formatos y técnicas que van surgiendo a su paso por la ciudad. Como flaneur baudeleriano del trópico recolector atesora los objetos de desecho como piedras preciosas para sus realizaciones.

En su obra, en especial la nombrada, se arriesga a retratar la vida de los emigrantes por medio imágenes, textos y objetos, donde subyace un mensaje de la reafirmación de la lucha que junto a una búsqueda no deja tener como norte la supervivencia y la dignidad de los sujetos diaspóricos en su desplazamiento desterritorializado y la memoria de lo dejado atrás, lo poco llevado y lo posible encontrado en la apertura a una reterritorialización aceptada a costa de una memoria trashumante. López Reus nos muestra cómo a través del vivenciar de forma participativa con su obra, nos aproximamos a la meta de una vida mejor, acentuado el impacto  que tiene la salida y la llegada hacia una cultura y sociedad extraña para el emigrante.

Además del tema aquí en cuestión Pepe López Reus no deja de soslayo el tema de la inseguridad y la violencia, la corrupción y la cercenación económica  en su testimonio visual del presente continuo de su país de origen. Su arte es una invitación a reflexionar y tomar postura y acción sobre esos temas apremiantes de una realidad de altos contrastes y absurdidad humana.

Su obra Crisalida, del 2017[5], se la plantea tras regresar de una breve estancia su país.  Fue presentada en la galería Espacio Monitor de Caracas como parte de su propuesta individual en la muestra colectiva titulada Escape Room el 29 de octubre de 2017 al 21 de enero de 2018. Comprende una extensión de unos 19 mts de longitud, donde encontramos todas las pertenencias del artista junto a otras de amigos que le han donado o prestado para la obra. Una obra que emerge como metáfora simbólica y plástica para narrar visualmente la clausura de una vida. De un estadio humano en tanto sujeto de desplazamiento, presentándonos todo un archivo de 190 objetos[6], toda una memoria de viaje en la estructuración de su obra. Bajo el lenguaje del performance y de la instalación, este artista recrea una metáfora física y poética de esa condición sociocultural-política del transterrado de la Venezuela de hoy. En ella agrupa objetos y materiales de distinto tipo, propios, encontrados, prestados, regalados y apropiados. Todos construyen un documento visual de una partida-mudanza en la búsqueda de un nuevo futuro. Son objetos que se separan de su funcionalidad y se enmarcan en un territorio simbólico y onírico, de una clausura que nos trasportan a la experiencia de la partida. La Crisálida representa el momento en que el gusano no sabe exactamente en qué se transformará en mariposa, queda en un limbo, y esa transformación es un salto cualitativo en todas las dimensiones de la existencia para quien la vive. En palabras de su autor: “La obra refiere el momento preciso cuando embalaste tus cosas, no las puedes usar, pero tampoco llegaste a ningún lado. Los objetos personales, encontrados y prestados que van desde mi propio carro, una sombrilla y hasta un pote de aspirina y no sólo son mi autobiografía sino también el sentir de un colectivo que no busca salir de un país si no de una situación”(negritas del autor)[7].

 

 

En suma, se trata de una profunda y elástica representación del significado del exilio, de la emigración, de la diáspora individual, del sujeto diaspórico fragmentado, disperso, desplazado y dividido, que pone en jaque la crisis de un país y una situación inaplazable que enfrentar. Pero al mismo tiempo implica un llamado hacia el futuro, un traslado hacia un nuevo tipo de existencia, integrando el reinventar subjetividades con un conflicto colectivo irresuelto.

 

A modo final

El fenómeno de la diáspora venezolana comenzó con la ruptura de la democracia representativa por una democracia populista-militarista, con un barniz de nominalismo socialista. Situación que ha llevado a franquear las fronteras a los ciudadanos de ese país y transitar por espacios territoriales externos y que han provisto de una potente energía y capacidad creativa a los artistas venezolanos a todo nivel. Da la casualidad que los tres artistas aquí presentes son hijos de familias emigrantes (Italia, Israel y España respectivamente); es decir son fruto de otros desplazados desde latitudes de ultramar que arribaron a lo largo del siglo XX. Y ahora les ha tocado salir fuera de su país de origen hacia otras realidades, volviendo a esa condición de emigrantes que han tenido que reorganizar y reactualizar sus vidas, pero manteniendo a la par su impulso creador, su arte cuestionador y crítico. Los que les revela como voces de ese éxodo, para denunciar y evidenciar una crisis profunda, el absurdo de un entramado social de situaciones inconcebibles y adversas para el lógico proseguir de la vida de los habitantes de su país.

 

Son Rayma, Merhi y López Reus actores y creadores de un mensaje de cara a las generaciones futuras. De las que están naciendo y habitando hoy en Venezuela como aquellos que han tenido que nacer y crecer fuera de él. Artistas que reniegan asumir a la migración como una simple evasión, o un cambio de país, sino acentuar su función de escape a una situación social dramática y real. Cada uno de ellos, desde su óptica personal, nos ha mostrado una inadmisible realidad que genera aceptar ser “desplazado”. Es el viaje errante de las experiencias y emociones de un yo movilizado e inevitable. Toda diáspora es una tela viva de emociones radicales, de experiencias y pensamientos ambivalentes. Sin perder de vista que escapar consiste en permanecer (José Balsa): siempre se lleva el país a cuestas, como imagen permanente en la memoria. O como lo refiere el poeta venezolano Rafael Cadenas, Premio Cervantes 2022, en su magnífico libro Cuadernos del Destierro:

“Pero volvamos con muerte y todo a la mar plena. No hay que temer.

¡Oh, quitemos la palabra miedo de las inscripciones perennes!

¿Quién compartirá mi desunión?

Levantaré un himno a mi segregación de las fuerzas naturales.

Me he despedido de la tierra que me sustentaba.

(…)

Me ahueca el artificio. Mi piel echa de menos tu caricia, tierra.

En la perplejidad del destierro encontraré un camino.

Universo oral de mi libertad, en tus galaxias encomiendo mi espíritu”[8]

Y repetimos a coro para escuchar en las voces de los millones de venezolanos de la diáspora: en la perplejidad del destierro encontraré un camino.

 

Bibliografía mínima

 Cadenas, Rafael: Cuadernos del destierro, falsas maniobras y Derrota. 2da ed. Caracas. Fundarte, 1979, p.60.

Cárdenas, María Luz: Del Realismo Social al Realismo Conceptual (o cómo lidiar con la crisis en Venezuela, desde el arte contemporáneo), Artishock. Revista de Arte Contemporáneo (2018). http://artishockrevista.com/2018/06/28/del-realismo-social-al-realismo-conceptual-o-como-lidiar-con-la-crisis-en-venezuela-desde-el-arte-contemporaneo/.

Furiati, Claudia: Interface entre arte y tecnología: net. Art la hermana menor. Tomado de Yuceg Merhi: Press Dossier, p. 152. En: http://cibernetic.com/pressdossier.pdf . Visitado el 03de febrero 2023.

Guanipa, Moraima: Hechura de Silencio. Una aproximación al ars poética de Rafael Cadenas. E. Fondo Editorial de Humanidades y Educación – UCV, Caracas. 2002.

Lombardi, María Laura: “Pepe López: No se trata de salir del país sino de una situación”. Esfera Cultural, 2017. https://esferacultural.com/pepe-lopez-no-se-trata-salir-del-pais-sino-una-situacion/8363. Visitado el 06 de febrero 2013

López Reus, José Luis (Pepe): Vacivus. En: http://pepelopezreus.com/vacivus/. Visitado 06 de enero 2023

Marín, Elisabeth: La diáspora venezolana actual: la Crisálida de Pepe López. Vista de Notas sobre la diáspora venezolana actual: la Crisálida de Pepe López | Revista de Arte Ibero Nierika

Merhi, Yucef: Press Dossier, 1986-2010. En: http://cibernetic.com/pressdossier.pdf . Visitado el 06 de febrero 2023.

Pedreáñez, Inger: La Estética de Pepe López. Rev. Estilo. 31 de agosto 2020. En: https://revistaestilo.org/2020/08/31/la-estetica-de-pepe-lopez/ . Visitado 03 de febrero 2023.

Rayma: El arte de la caricatura. En: https://www.raymasuprani.com/es/inicio/ . Visitado el 06 de febrero 2023.

----------Caricaturista venezolana Rayma afirma que las dictaduras no tienen sentido del humor. Entrevista para Agencia EFE. En: https://www.youtube.com/watch?v=3gsPrtX44G4

-----------Conferencia:  Dictators hate political cartoons -- so I keep drawing them | TED

En: https://www.youtube.com/watch?v=PFFbXhEcYTM

 

 

 



[1] María Luz Cárdenas: Del Realismo Social al Realismo Conceptual (o cómo lidiar con la crisis en Venezuela, desde el Arte Contemporáneo)  En: https://artishockrevista.com/2018/06/28/del-realismo-social-al-realismo-conceptual-o-como-lidiar-con-la-crisis-en-venezuela-desde-el-arte-contemporaneo/ . Visitado el 06 de febrero 2023.

[2] Agencia EFE. Entrevista a Raymahttps://www.youtube.com/watch?v=3gsPrtX44G4

[3] Cárdenas. Op. Cit.

[4] Elisabeth Marín: La diáspora venezolana actual: la Crisálida de Pepe López Reus. En: Notas sobre la diáspora venezolana actual: la Crisálida de Pepe López | Revista de Arte Ibero Nierika Nº 15(2019) DOSSIER. Visto: 06 de febrero 2023.

[5] El componente de la obra son 190 objetos envueltos en película de polietileno, que los agrupa de forma individual o en conjuntos. La disposición nos lleva a la memoria personal de un posible almacenamiento o mudanza de pertenencias. Los objetos que constituyen a La Crisálida son de diversas dimensiones y usos: están envueltos en polietileno desde un auto, una motocicleta, un piano hasta un envase para depósito de cenizas agrupados con valijas de diversas épocas, artefactos domésticos, muebles, libros, herramientas, juguetes, mapas, obras artísticas de Soto y Echeverría además de suyas. En el inventario de los objetos de Crisálida recolectado por el artista se encuentran sus corotos significantes en los que ha vaciado su afecto y sentido de pertenencia. La lista comprende objetos propios, tomados, apropiados y prestados. Ésta es la lista de “corotos” (pertenencias) que se encuentran en Crisálida : #terios #skygo #cascos #elcolchóndeyuli Sillón colonial @marena_ la_de_otto Pelota de yoga @finirareus Armario #laGranja #chester de los López #aparador @jlarismendi #paravánchino de Rosita @isadorazubi @yelitzasuarezguevara #Paella @ganymedetube libro #carlosduarte cafetera lechera y azucarera @inacaballero #candelabros @marielaarismendi obras completas #Platon #GarciaBacca sombrilla de playa y porta cds @giovannar63 carrucha @lmlacorte bicicleta patineta wave girafa @zepolamolap La cabeza de Monseñor @maestroajicero árbol de navidad #Montemayor #rayodeyuca #Felipe maletas hay muchas #johanayomar todas mis maletas están llenas + un par de maletas que pintó @adriandepalma #maletín @Julio_osorio_fotografia #MiguelMiguel #baúl @elisinconmuchoswing 2 maletas @joycevegasch otro baúl más que trajo @tuliasoucy #PierrePaul Hay una porcelana #lladró #abuela también #MariaLionza #SimonBolivar #laindiatibisay águila @totinsucre estatuilla precolombina @aarismendip taza de café #kalatos sobre el piano de @eugenialopezreus teclado de @josearismendio serigrafía #JesusSoto mesa roja #rafaelbarrios #mapasdevenezuela #tostiOster minimecedora #Vestuti #curuba y #rubikscube @almudena butaca #louisghost #starck @anacaro #wassily @ninaarismendi #sillamariposa #saarinen con 2 sillas #raquetasdetenis #cortineros #palosdegolf #florero @cocuy253 #botellón #zenda La escalera 2 #vaciospolar #pipotesdebasura #papelera blanca otra rosada #zapatosrosados #revistero #tortera #pelotadefootball mesita de madera con libro #bellerman #machete porta #papeltoilet alcancía #salvavidas #cuna #impresora #fax #teléfono #radioreproductor #latasdegalletas arco de flechas flechas #yanomamis banquetas plasticas, un juego de toallas #amadecasa sillita de madera #sarténdecrepes mesas de canasta #relojdepared #tambor #mesadeplanchar #paraguas #carritodecompra y muchos objetos más.En: pepelopezreus.blogspot, Ver: https://pepelopezreus.blogspot.com/2017/11/crisalida-chrysalis-2017.

[6] Marín. Op. Cit.  

[7] Lombardi, María Laura: “Pepe López: No se trata de salir del país sino de una situación”. Esfera Cultural, 2017. https://esferacultural.com/pepe-lopez-no-se-trata-salir-del-pais-sino-una-situacion/8363. Visitado el 06 de febrero 2013

 

[8] Rafael Cadenas: Cuadernos del destierro, falsas maniobras y Derrota. 2da ed. Caracas. Fundarte, 1979, p.60.