John Cage
y la estética del wabi-sabi
David De los Reyes
RSV/DDLR 2024
La
filosofía del wavi-sabi y la obra de John Cage comparten una profunda
conexión que va más allá del ámbito estético y se cohesiona en la experiencia
humana, la percepción del arte y la vida misma. Ambas corrientes, la filosofía
zen y la obra del compositor, desafían las nociones tradicionales de belleza,
perfección y orden, invitando a una apreciación más profunda sobre la
impermanencia y la autenticidad de todo lo que existe en el universo, en un
mundo saturado de expectativas.
El wavi-sabi,
es una concepción filosófica que se centra en la belleza de la imperfección y
la transitoriedad, la cual resuena con la concepción de Cage sobre la música y
el arte. Cage, un compositor y artista innovador y experimental, fue un avanzado
explorador en lo que se considera música y sonido, desafiando las convenciones
establecidas. Su obra, marcada por la experimentación y la aleatoriedad, busca en
detenerse sobre la esencia del momento presente, lo que se identifica
perfectamente con la filosofía wavi-sabi. Una postura oriental que
valora lo efímero y lo natural. En lugar de buscar la perfección técnica, Cage
abrazó la idea de que el sonido y el silencio son igualmente significativos, lo
que refleja la aceptación de la imperfección y la belleza en lo cotidiano.
Una de
las obras más emblemáticas de Cage, 4'33'', es un claro ejemplo de cómo su perspectiva
creadora se alinea con los principios del wavi-sabi. En esta pieza, el
intérprete debe sentarse en silencio durante cuatro minutos y treinta y tres
segundos, invitando al público prestar una escucha atenta a los sonidos del lugar.
Este acto de atención a lo que normalmente no le prestamos nuestros sentidos,
refleja la esencia del wavi-sabi: la belleza se halla en lo simple y lo
momentáneo de nuestra contingencia cotidiana. La obra nos conduce a lo que a
menudo consideramos ruido o perturbación, pudiendo ser una fuente de belleza y
significado si estamos dispuestos a escucharlo y vivirlo.
Además,
la aleatoriedad y el azar en la música de Cage puede verse como una
manifestación del principio wavi-sabe de lo impermanente de la realidad.
Al permitir que los elementos de su composición se desarrollen de manera
espontánea, Cage crea experiencias musicales que siempre serán originales, pues
su ejecución las hace únicas e irrepetibles. Esta idea de que cada
interpretación es diferente y que el proceso es tan importante como el
resultado final se suma a la apreciación
estética vital de la transitoriedad en el wavi-sabi. En este sentido,
tanto Cage como los principios del wavi-sabi nos invitan a abrazar lo
efímero, lo circunstancial, lo cotidiano y a encontrar belleza en la
singularidad de cada momento.
El uso
de materiales no convencionales en la obra de Cage también refleja una estética
wavi-sabi. Sin limitarse a los instrumentos tradicionales, Cage
incorporó objetos cotidianos y sonidos de la naturaleza en su música, diluyendo
las líneas entre el arte y la vida. Esta elección de materiales refleja la
rusticidad y la autenticidad que el wavi-sabi valora, concertado que la
belleza puede encontrarse en lo más insignificante, en aquello que se considera
banal. Al hacerlo, Cage trasciende las nociones tradicionales de lo que
constituye una obra de arte, invitando a una reevaluación de nuestras
percepciones y expectativas.
No puede
dejarse de lado uno de los aspectos que este explorador de sonidos incorpora en sus propuestas
estéticas. Me refiero que la conexión entre el wavi-sabe y la obra de
Cage también se hace presente su enfoque hacia la importancia del silencio como
elemento esencial para que se dé el sonido. Para Cage, el silencio no es
simplemente la ausencia de sonido, sino un espacio lleno de posibilidades. En
este contexto, el silencio se convierte en una especie de un lienzo sobre el
cual se proyectan las experiencias sensoriales, un concepto que hace eco con la
idea wavi-sabi de encontrar belleza en lo que no se muestra. Este
enfoque invita a los oyentes a reflexionar sobre su propia relación con el
sonido, el silencio y el entorno, promoviendo una experiencia más consciente y
apreciativa.
La
filosofía wavi-sabi también se manifiesta en la actitud de Cage hacia la
vida y el arte. Su enfoque zen y su interés por la meditación reflejan una
búsqueda de autenticidad y conexión con el momento presente. Al igual que el wavi-sabi,
Cage nos invita a dejar de lado nuestras expectativas y juicios, y a abrirnos a
la experiencia de lo que es. Este enfoque se traduce en una obra que no solo
busca desafiar las normas, sino también fomentar una mayor comprensión y
apreciación de la vida misma.
En el
ámbito de la música contemporánea, la influencia de Cage y el wavi-sabi
se pueden observar en la forma en que los artistas contemporáneos
experimentales abordan la creación y la interpretación. Frente a la perfección
el orden absoluto de la obra en la música formal y tradicional, la incorporación
de la imperfección y la transitoriedad en las obras musicales ha llevado a una
nueva generación de músicos a explorar nuevas formas de expresión que desafían
las convenciones tradicionales. Al asumir ciertos principios estéticos de Cage,
estos artistas están dispuestos a experimentar con el sonido, el silencio y el
entorno, creando obras que son reflejos de su tiempo y espacio.
Pero
quiero advertir que la relación entre el wavi-sabi y la obra de John
Cage no solo se limita a la estética, sino que también se extiende a una
profunda y permanente filosofía de vida que invita a la introspección y la
apreciación de lo cotidiano en todos sus posibles enfoques perceptuales. Ambas
actitudes, introspección y apreciación de la cotidianidad, nos enseñan a
valorar lo efímero, a encontrar belleza en la imperfección y a abrazar la
singularidad de cada momento. En un mundo que, como hemos advertido antes, a
menudo prioriza la perfección y la uniformidad, el wavi-sabi y Cage nos
recuerdan que la verdadera belleza reside en la autenticidad y en la capacidad
de estar presentes en nuestras experiencias.
Al
final, la obra de Cage y la filosofía del wavi-sabi nos ofrecen un marco
para entender y apreciar el arte y la vida de una manera más profunda, vital y
humana. Nos invitan a cuestionar nuestras percepciones, a abrirnos para crecer
con nuevas experiencias y a encontrar significado en lo que a menudo se pasa
por alto a nuestra consciencia. En este sentido, tanto la obra y vida de Cage
como los principios de la filosofía del wavi-sabi nos proporcionan
herramientas para navegar un mundo complejo y en constante cambio,
recordándonos que la belleza y la autenticidad pueden encontrarse en los
lugares más inesperados y cotidianos.
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